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La conversión personal, requisito indispensable de la verdadera liberación – Tercer Domingo de Cuaresma

La conversión personal, requisito indispensable de la verdadera liberación – Tercer Domingo de Cuaresma
HOMILIAS 1980 9 de marzo de 1980.

Exodo 3, 1-8a. 13-15.
1a. Corintios 10, 1-6, 10-12
Lucas: 13, 1-9

NOTA: Antes de pronunciar la homilía el Sr. Arzobispo de San Salvador, las iglesias suecas, entre ellas la Iglesia Católica, le otorgaron el PREMIO DE LA PAZ 1980 a Mons. Oscar A. Romero por su labor evangélica de reconciliación entre los hombres, justicia y humanidad.

El Rev. Per Arne Aglert, Secretario General de Acción Ecuménica Sueca, dijo entre otras cosas: “Cuando el pueblo es oprimido, torturado, perseguido y ha perdido su libertad y las condiciones humanas, es un deber cristiano defenderle y apoyarle”.

Mons. Romero recibió el PREMIO DE LA PAZ 1980 de manos del Sr. Embajador de Suecia en El Salvador, Sr. Henrik Ramel.

DESPUES MONS. ROMERO PRONUNCIO SU HOMILIA:

SEÑOR EMBAJADOR DE SUECIA, ESTIMADO
HERMANO SECRETARIO DE ACCION ECUMENICA
SUECA, QUERIDOS HERMANOS:

INTRODUCCION:

a) ENTRE LOS MUERTOS DE CUERPO PRESENTE Y LOS QUE
TODAVIA PEREGRINAN… RECIBO EL “PREMIO DE LA PAZ 1980”

Entre los cadáveres y los que peregrinamos en este pueblo, entre el dolor y los aplausos, recibo agradecido este impulso que no es sólo para mí sino para todo este querido pueblo, que bien acaba de describir el Señor Secretario General de Acción Ecuménica Sueca Rev. Per Arne Aglert al entregarme este honroso galardón del Premio de la Paz 1980…

La presencia del Señor Embajador de Suecia Sr. Henrik Ramel significa un aval muy valioso de aquel país a esta iniciativa ecuménica de carácter cristiano… Y la inesperada presencia dolorosa de estos dos queridos cadáveres Lic. Roberto Castellanos Braña y su esposa Anette Mathiesen (ciudadana danesa) con sus estimadas familias vienen a significar este momento, para un predicador de la paz, un estímulo muy poderoso. Es la voz de tierras lejanas y, por eso, juicios imparciales desinteresados, que comprenden lo que muchas veces aquí, entre nosotros, no se quiere comprender. La voz de la eternidad en la presencia de esta muerte aquí en estos dos ataúdes, es también palabra que estimula desde una perspectiva escatológica, eterna: que el caminar cristiano es el verdadero caminar hacia la paz.

b) LA MOTIVACION DEL “PREMIO DE LA PAZ 1980”, COINCIDE
CON EL MENSAJE DE CUARESMA: “LA RECONCILIACION DE LOS HOMBRES”.

Con que gusto he leído, las motivaciones de este honroso Título del Premio de la Paz, que se trata de premiar los esfuerzos por la reconciliación, la justicia y la humanidad entre los hombres. Preciosa coincidencia la de estas voces con su honroso galardón, con este ministerio que San Pablo llamaba: “el Ministerio de la Reconciliación” y que es el núcleo de la Palabra de Dios que como pastor de esta diócesis me tocaba comentar esta mañana.

LAS LECTURAS DE HOY NOS REMONTAN A LAS FUENTES DE ESA
RECONCILIACION Y DE ESA PAZ

La reconciliación con Dios, la conversión, voz inconfundible de la Cuaresma. Que oportuno es este tema que ahora viene a avalar la presencia de la muerte y de las tierras lejanas, cuando aquí en El Salvador nos acaba de decir Monseñor Aglert: “se vive una noche tétrica de represión, de violencia. La Palabra de Dios ya nos hace sentir ese amanecer si nos reconciliamos, si nos convertimos”. ¡Cuántas polarizaciones, cuántas ideologías, cuántos intereses egoístas, cuántos caminos equivocados de los hombres sobre los cuales este día yo quisiera hacer resonar la palabra de Jesucristo: ¡CONVERTIOS!, si no os convertís, pereceréis.

Ojalá que mi llamado a la reconciliación en esta mañana tan providencialmente avalado con estas presencias y este premio, sea escuchado sobre todo por aquellos que no lo quieren escuchar.

– OPORTUNIDAD DE ESTE MENSAJE EN NUESTRO PAIS

Voy a dar, como de costumbre, un título a esta homilía que sea como una respuesta agradecida de mi Arquidiócesis a esa noble acción ecuménica de Suecia y, a través de esa voz cristiana ecuménica y del dolor de esta familia aquí presente con sus cadáveres, ojalá que esta palabra encuentre eco en todos los corazones. El tema sería este: Según el plan de Dios que estamos estudiando en esta Cuaresma, sobre todos los proyectos de los hombres, sobre todo los planes políticos, sociales, terrenales, el plan de Dios:

LA CONVERSION PERSONAL, REQUISITO INDISPENSABLE
PARA LA VERDADERA LIBERACION…

Y como de costumbre también desarrollemos este tema en estos tres pensamientos:

1o. La enseñanza del evangelio: “Si no se convierten, todos parecerán por igual”.

2o. El escarmiento de Israel: “No todos agradaron a Dios… por esos sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto”.

3o. ¿Qué significa convertirse hoy, aquí en El Salvador?

1o. LA ENSEÑANZA DEL EVANGELIO: “SI NO SE CONVIERTEN, TODOS PERECERAN POR IGUAL”.

a) ¿QUE ES CONVERTIRSE?

La enseñanza del Evangelio en los labios mismos de Cristo: “…si no sé convierten, todos perecerán por igual”, nos hace preguntarnos: ¿qué es convertirse, ¿qué es conversión? Es la síntesis de todo el evangelio.

Así comenzó Juan Bautista, así prosiguió Jesucristo y así mandó predicar hasta el confín de los siglos: “¡El Reino de Dios ha llegado, convertíos y creed en el evangelio!”. Esta es la base de este Reino de Dios.

ES CAMBIAR DE MENTALIDAD

Convertirse es lo mismo: haced penitencia; es lo mismo que la famosa palabra griega: “metanoia”, cambiar de mentalidad; eso es convertirse, cambiar la mentalidad. El que estaba de hinojos ante los ídolos de la tierra, cambie de mentalidad y póngase de rodillas ante el único Señor.

ES CAMINAR HACIA DIOS

Convertirse es volverse a Dios y ya que volverse a Dios tiene un camino, Jesucristo que dijo: “Yo soy el camino, nadie llega al Padre si no por mí”, convertirse es adherirse a Cristo y buscar al padre.

– SAN LUCAS PRESENTA LA ENSEÑANZA Y EL EJEMPLO DE
CRISTO COMO UN CAMINAR HACIA JERUSALEN

Hay una originalidad en el evangelio de San Lucas que es el libro de este año: es que desde el capítulo 9 hasta el 19, esos 10 capítulos nos presentan una verdadera Cristología, una presentación amplia del sentido de Cristo como salvador de la humanidad; y nos presenta esta cristología, a ese Hijo de Dios, caminando hacia Jerusalén. Es el evangelio que más se fija en este caminar hacia Jerusalén, no por detalles geográficos -que no le interesan mucho a San Lucas- sino por una preocupación teológica. Caminar hacia Jerusalén significa para Cristo y para todos sus seguidores los cristianos, ir buscando la voluntad de Dios, camino que él mismo lo anuncia, no lo desconoce: de sufrimiento, de calvario, de humillaciones, de cruz; pero que después termina en una meta de triunfo, de victoria, de resurrección.

-SIGNIFICA IR A LA CIUDAD DE LAS PROMESAS DE DIOS…

Jerusalén personifica para los israelitas, y de manera especial para Cristo, la ciudad de las promesas de Dios.

– DESPRENDERSE DE TODO LO MALO DE JERUSALEN Y
PERSONIFICAR TODA LA FUERZA SALVADORA

Si Jesús anuncia que va a ser expulsado de Jerusalén, es porque esa Jerusalén ha sido prostituida por los hombres. Los escribas, los fariseos, los mismos sacerdotes lo expulsarán; y al ser expulsado Cristo de Jerusalén, él se lleva todo lo puro de Jerusalén; y deja, en la vieja Jerusalén: las mañas de los hombres, los pecados, las injusticias, las intrigas; pero con él, sube a la cruz en este camino que termina en su humillación suprema: la inocencia, la santidad, la justicia de Dios, el perdón de los hombres; y desde la cruz, todas las promesas de Jerusalén pura, se expanden a todos los hombres que quieran creer en este Señor Jesucristo.

ES CAMINAR ESE MISMO ITINERARIO TEOLOGICO DE JESUS

Convertirse, pues, es caminar con Jesús en ese misterioso viaje hacia la voluntad de Dios, hacia las promesas de Dios, sin dejarse seducir por los triunfalismos, ni por las intrigas de la misma religión, ni de la política, ni de las cosas de la tierra, sino desentenderse de puro y limpio con Cristo para merecer esas promesas del Señor. Convertirse, pues, en este lenguaje del evangelio de hoy, es un caminar doloroso entre llanto y luto, entre sufrimientos y penas, coronas de espinas, latigazos, torturas, pero que terminan en la victoria final: la resurrección del Señor es la resurrección de todos nosotros.

b) LOS EPISODIOS DEL EVANGELIO SUPERAN AL JUICIO
SUPERFICIAL DE LOS HOMBRES QUE SIEMPRE QUIEREN VER
RELACION ENTRE CATASTROFE Y PECADO

Así comprendemos los dos episodios que nos narra el evangelio de San Lucas, precisamente en esta sección del caminar de Cristo enseñando a sus seguidores.

Un episodio se refiere a los que murieron mientras ofrecían un sacrificio. Unos galileos piadosos encontraron, mientras celebraban su sacrificio, la muerte. Sin duda una muerte represiva, una muerte de la persecución al sentido religioso. Cabe muy bien esto en las descripciones que la historia nos hace de Poncio Pilato, hombre tremendamente represivo; hombre que mandaba aún en las muchedumbres del templo: matar gente; hombre que hubiera encajado bien en la represión en El Salvador hoy también…

-JESUS DEJA INTACTO EL MISTERIO DEL SUFRIMIENTO
DE LOS BUENOS

El otro episodio también tiene un parecido con los tintes políticos de El Salvador. Aquellos que murieron aterrados en aquella construcción de Siloé, sin duda se trataba de aquellos movimientos políticos, los “zelotas”, murieron luchando. Cualquiera que sea la situación, hay una costumbre en la mente humana de unir la tragedia con el pecado. Aún cuando miraron a un pobre cieguito, los discípulos le preguntan a Cristo: “¿quién pecó para que fuera ciego, él o sus padres?” Y Cristo se remonta a la fuente de este misterio del dolor. “Ni él ni sus padres han pecado, estas cosas suceden para gloria de Dios”. Y cuando le preguntan también de estas dos catástrofes de los muertos en el templo y de los que perecieron bajo aquella calumnia, Cristo les dice “¿piensan ustedes que esos que murieron así, eran más pecadores que todos los demás que no han muerto? De ninguna manera”, dice Cristo, y yo os digo: si no hacéis penitencia, todos igualmente pareceréis.

LO QUE INTERESA ES CONVERTIRSE… CUALQUIERA QUE
SEA LA VIDA Y LA MUERTE…

¡Qué delicado es el Señor, no quiere develar el misterio íntimo del alma de cada muerto. ¿cómo murieron? ¿torturado, matados injustamente como estos dos inocentes? ¿cómo murieron? No importa, dice Cristo, lo que importa es algo más grande y trascendental: haber muerto reconciliado con Dios, convertido a Dios”. Y, por eso, de la muerte saca un mensaje para todos los que vivimos: “¡haced penitencia, convertíos!”.

Hermanos, si alguna vez vale esta observación del Señor, aquí en nuestra patria, cuando la vida está en peligro por todas partes, es este momento: ¡convertíos!; que no nos vaya a sorprender la muerte por los caminos del pecado, de la injusticia, mucho menos del crimen, del desorden. Que la muerte nos encuentre en amor de Dios. Esta es la gran enseñanza del evangelio y de los episodios de hoy: caminar con Cristo y si la muerte nos alcanza caminando con él, no hay nada que temer, la muerte es victoria para aquellos que creen en el Señor. “El que me sigue, no muere; sino que tendrá vida eterna”.

LA PARABOLA DE LA HIGUERA… LLAMADO CONVERSION,
NO TANTO DESDE LA SEVERIDAD DE SAN MATEO… COMO
DE LA MISERICORDIA DE DIOS

En este mismo sentido hay que interpretar también la tremenda parábola de la higuera estéril que nos cuenta hoy San Lucas. Cuando aquel dueño de la finca le dice al administrador: “Córtala, ¿para qué ocupa tierra si no produce fruto?” El jardinero le dice: “Déjala, Señor, la voy a cultivar más este año. Talvez este año dá fruto”. En el paralelo de San Mateo dice que: “al acercarse el Señor, la higuera se había sacado ya ante la inutilidad de su vida y la maldición de Dios”. Pero San Lucas, que es llamado el evangelio de las misericordias, no terminan tan trágicamente si no que nos dá un aliento de esperanza; lo que interesa -dice San Lucas, interpretando a Cristo- es tener una vida útil, una vida que produzca fruto.

Lo que nos quiere enseñar el Evangelio es: ¿de qué sirve la vida por más pomposa que aparezca si no produce frutos?, ¡higueras estériles! Y nos indica también la ternura y la paciencia de Dios esperando: tal vez el otro año, tal vez mañana. Es un llamamiento precioso de Cuaresma para que revisemos nuestras vidas a ver si de verdad hay frutos o somos higueras que inútilmente están ocupando la tierra en el mundo. Se necesitan hombres de buenas obras, se necesitan cristianos que sean luz del mundo, sal de la tierra. Hoy se necesita mucho el cristiano activo, crítico, que no acepta las condiciones sin analizarlas internamente y profundamente. Ya no queremos masas de hombres con las cuales se ha jugado tanto tiempo, queremos hombres que como higueras productivas sepan decir SI a la justicia no a la injusticia y sepan aprovechar… el don precioso de la vida. Lo sepan aprovechar cualquiera que sea la situación. Queridos hermanos, el más humilde de los que estamos aquí, el más pequeño, el que se crea el más insignificante, es una vida que Dios mira con amor.

Con amor Dios mira estos dos muertos, sus vidas ya terminaron pero él ha recogido ya las cosechas de sus frutos. Dios cuida de cada hombre con el cariño que aquel jardinero cuidaría todo aquel año para que produjera fruto la higuera que tenía sobre sí la amenaza de la muerte.

Por eso, el llamamiento es claro para nuestra Cuaresma: ¡haced penitencia! Es la voz que desde el Miércoles de Ceniza nos mandó decir el Señor a todos nuestros pueblos y es la voz que, gracias a Dios, a través de esta Emisora amiga, Radio Noticias del Continente, desde Costa Rica, está llevando a grandes ámbitos que no soñábamos antes que nos destruyeran la YSAX…

Oíamos está semana, relaciones preciosas de estos caminos misteriosos de la Radios Noticias del continente. Nos decían que nuestra homilía se repitió lunes, martes, miércoles a petición de varios oyentes nunca nos hubiéramos imaginado ser escuchados por auditorios de radio en Costa Rica, en Colombia, en Venezuela y en diversos ambientes; hasta en el Cono Sur dicen que se escucha bien esta emisora; y aquí mismo en el país: congregaciones religiosas, comunidades cristianas de los cantones donde hay onda corta, han escuchado lo mismo que antes, nuestro mensaje radial. Queremos agradecerlo íntimamente, porque ésto lleva no la voz de un hombre, la voz no es más que un eco que suena, lo que interesa es el mensaje de Dios, el mensaje de Cristo que ojalá llegue a todos los corazones: ¡CONVIERTANSE…!

Nuestro llamamiento pastoral, sobre todo para esta Arquidiócesis, con los queridos sacerdotes abnegados colaboradores de nuestra pastoral, religiosos, religiosas, comunidades cristianas, es que aprovechemos la voz de la Cuaresma para acercar a todos los hombres a esa conversión, a ese seguimiento de Cristo que va caminando hacia la Jerusalén espiritual, hacia el verdadero sentido del cielo, la verdadera resurrección de que nos habla el Señor Secretario de Acción Ecuménica hace un momento.

2. EL ESCARMIENTO DE ISRAEL: “NO TODOS AGRADARON A DIOS… POR ESO SUS CUERPOS QUEDARON TENDIDOS EN EL DESIERTO…”

a) LA HISTORIA DE LA SALVACION, LA HISTORIA DE ISRAEL, ES
UN ELEMENTO MUY IMPORTANTE DE LA CUARESMA

Para que se vea que los llamamientos de la Iglesia hoy hacia la penitencia no son exageraciones sino que corresponden a lo que está siendo objeto de nuestras predicaciones de Cuaresma: El Plan de Dios. El Plan de Dios lo conocemos en la realización de la historia de Israel. El escogió ese pueblo en medio de todas las naciones para hacer un modelo de historia, que desde Cristo, desde su cruz, iba a ser la historia de salvación en la historia de todos los pueblos. La historia de Israel se hace también, a través de la Iglesia, historia de nuestro pueblo salvadoreño. La historia de El Salvador es también vehículo del proyecto de Dios en la medida en que los salvadoreños hagamos nuestro ese proyecto de la historia de salvac
ón.

Por eso, dondequiera que se predique el Evangelio, cualesquiera que sea el marco político o social donde se predique, siempre queda en pie el proyecto de Dios, que allá en Suecia tendrá marcos muy distintos. Aquí en El Salvador tiene realidades muy distintas, pero siempre el mismo proyecto, la misma necesidad de convertirse.

b) LA PRIMERA LECTURA DE HOY Y LA SEGUNDA NOS
PRESENTAN ESTE ENCARNAMIENTO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

Hay tres cosas que nos recuerdan hoy las lecturas en el proyecto de Dios en Israel. El primero, es el encuentro de Dios con los líderes de su pueblo. Con Moisés en concreto. La segunda cosa es la revelación que Dios hace de su nombre y de su misión en medio del pueblo. Y lo tercero es la gran historia del Exodo que marca el camino de liberación de todos los pueblos.

-VOCACION DE MOISES EN LA TEOFANIA DE LA ZARZA
ARDIENDO

Vemos hoy a Moisés muy despreocupado de lo que Dios está pensando sobre su vida, allá junto al monte Sinaí, una “teofanía” como las del Antiguo Testamento: fuego, voz de Dios, santidad infinita del Señor. Moisés quiere acercarse y la voz misteriosa le dice: “No te acerques, la tierra en que estás es santa”. Y le comunica que él es el escogido como instrumento de ese Dios misterioso para ir a llevar la libertad a su pueblo.

LA EXPERIENCIA DE DIOS INDISPENSABLE PARA QUE
HABLE EN NOMBRE DE DIOS

Lo que interesa aquí; hermanos, es esta gran experiencia, los hombres que conducen los pueblos por los caminos de Dios deben tener ellos, personalmente, una experiencia de Dios. Así parece la Biblia en los grandes profetas: Isaías, Jeremías, Ezequiel; los hombres del Nuevo Testamento también Pablo, los apóstoles, primero tuvieron que aprender un contacto íntimo con el Señor. Esto es lo que aparece hoy en medio de aquella “teofanía” del Monte Oreb. Moisés ha entrado en una comunicación con Dios y ya no podrá olvidar esa presencia de Dios. Y aunque se sienta incapaz, desproporcionado ante la grandeza de una misión, sabe que no va solo, Dios va con él y Dios es el garante del triunfo de la misión que le ha confiado a Moisés.

El ánimo de Moisés debe ser como el ánimo de todos los cristianos, el pueblo salvador de la historia. Dios está comunicando a Moisés algo que quiere que vivamos todos los cristianos. La intimidad con Dios que fortalezca nuestra esperanza, que robustezca nuestros esfuerzos, que haga desaparecer todos los miedos. “No tengas miedo, yo voy contigo”. Allí aprendió San Pablo a decir también: “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?…”

-REVELACION DEL NOMBRE DE DIOS

Por eso, la segunda revelación que la Biblia nos hace esta mañana es la revelación del nombre de Dios. Moisés prudentemente le pregunta a aquel ser misterioso: “Y si me preguntan ¿qué Dios es el que me ha mandado, como se llama, qué les voy a responder?” Y Dios se define entonces con una palabra que constituirá la palabra sagrada de Israel: ¡Yahvé! ¡Yahvé! Es una forma arcaica del verbo ser, Hebreo.

“…ES UN “SER” ACTIVO, DINAMICO”

Se trata de un ser pero de un ser, activo, dinámico, no es un ser sólo de existir. Cuando Dios le dice: “yo soy el que soy, soy el ser”, le quiere decir: yo soy la presencia dinámica, yo soy el que se debe descubrir en el dinamismo de la historia, yo estoy presente en las intervenciones de todos los poderes del mundo, yo soy la fuerza de los astros y de los mares, yo soy el que hace que sean las cosas.

“…INTERVIENE EN LA HISTORIA… DIOS VIVO… CAUSA PRINCIPAL DE LO QUE SIGNIFICA ABRAHAM, ISAAC, JACOB…”

Por eso le dice también: “Soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob”, no tengan de mí una idea abstracta, un Dios que está allá en los cielos y que ha dejado la tierra a los hombres; no es eso exacto. El Dios de los cielos es el Dios de la tierra, es el Dios que va construyendo la historia, el que va con los patriarcas, el que va con los padres de familia, el Dios de mis abuelos, el Dios de todo el quehacer de mi patria.

Esta revelación, queridos hermanos, tiene tanta actualidad hoy cuando estamos tratando precisamente de presentar una religión que muchos critican como si se hubiera apartado de su espiritualidad. Se oyen tantos disparates y se escriben tantas columnas insípidas en los periódicos: “Ya nadie va a la Iglesia porque nadie predica religión sino política”. Aquí tiene la prueba, nunca la Basílica había estado tan llena… Cuando yo le decía a la madre dolorosa que está aquí entre nosotros, a doña Rosa, que el ambiente de la Basílica tal vez no era apropiado para sus queridos muertos, ella insistió en traerlos, y aquí están dos muertos entre los aplausos del pueblo…

Doña Rosa es la expresión de esas almas inteligentes, comprensivas, verdaderamente piadosas, que comprenden que el Pastor tiene que hablar de política no porque es político, sino porque desde el dinamismo de Dios la política también cae bajo el dominio de Dios… Dios nos ha enseñado desde aquella revelación de su nombre que él es un Dios que quiere estar con los hombres, un Dios que siente el dolor de los que son torturados y mueren así, un Dios que reprueba con la Iglesia, que denuncia la tortura, la represión y todos esos crímenes. El Dios que nosotros adoramos no es un Dios muerto, es un Dios vivo que siente, actúa, trabaja, conduce esta historia y en él esperamos, en él confiamos, Dios va con nosotros como iba con Israel…

-LA VOLUNTAD DE DIOS… LIBERAR DE LA ESCLAVITUD A LOS
PUEBLOS… Y DE HACER A MOISES SU INSTRUMENTO

Y lo tercero que se revela hoy en el Viejo Testamento y que luego pasa a ser como el hilo de oro de todo el Nuevo Testamento es la voluntad de Dios de librar de la esclavitud a los pueblos. Se trata ahora de Israel y le dice a Moisés que él es el instrumento. Y aquí oímos, queridos hermanos, unas palabras que podía decir Dios del pueblo de El Salvador: “He oído los quejidos, los lamentos de mi pueblo. Llega hasta mi oído el dolor, la opresión de ese pueblo; no lo quiero dejar abandonado, he decidido liberarlo y tú vas a ser el conductor de esa liberación”. Esta voluntad hace nacer la historia del Exodo. Desde entonces Moisés trabaja para arrancar de las garras de la esclavitud de Egipto a un pueblo que conducirá a través de las vicisitudes difíciles del desierto, hasta la Tierra Santa, “tierra, le dice Dios ahora, que mana leche y miel”.

Le estaba revelando algo más allá, Dios le estaba diciendo también que Israel es el camino de la historia. Ningún pueblo tiene tierra que mana leche y miel pero ya ese afán de liberación, ese afán de hacer un pueblo más justo, ese afán de arrancar de la opresión y de la injusticia a los pobres y a los oprimidos, es voluntad de Dios que no los quiere así, sino que se ponga en camino hacia una tierra prometida que no se encontrará en este mundo pero que sí pasa por este mundo, y que esta tierra tiene que ser ya una antesala de ese cielo donde de verdad está la tierra nueva, el cielo nuevo, donde hay verdaderas riquezas que manan leche y miel.

Por eso, hermanos, la presencia de estos cadáveres aquí entre nosotros nos están diciendo la verdadera dimensión de nuestra confianza en Dios. Sin duda que me escucharán muchos políticos, muchos que sin fe en Dios están tratando de hacer una Patria más justa, pero les diré: mis queridos hermanos ateos, mis queridos hermanos que no creen en Cristo, ni en la Iglesia: noble es su lucha pero no es completa, déjense conducir por estos planes de Dios, por estos proyectos de la liberación verdadera, incrusten su afán de justicia en estos proyectos que no terminan en la tierra, sino que le dan a los proyectos de la tierra la verdadera fuerza, el verdadero dinamismo, la verdadera proyección, la verdadera esperanza, la trascendencia.

JESUS ES “YESHUA” -YAHVE SALVA

San Pablo, entonces, recordando que la última acción con que calumniaba aquella historia del Viejo Testamento, el último acto más culminante de la actividad de Dios en la historia de Israel fue cuando floreció en el Hijo de Dios que se hizo hombre, y el mismo Dios le manda a poner un nombre parecido al que reveló en el Sinaí: “Jesús” En hebreo es una contracción Ye-shua quiere decir: Yahvé salva. Jesús, nuestro Cristo, el que va a estar presente en nuestra Eucaristía de esta mañana es el Yahvé eterno, pero hecho presencia humana en Cristo, que va a hacer presente en todos los momentos de los pueblos cristianos o no cristianos, la acción de Dios que tiene siempre el proyecto indeclinable de liberar de las injusticias a todos los pueblos del mundo.

-SAN PABLO ANALIZA PARA LOS CRISTIANOS LA ENSEÑANZA
Y EL ESCARMIENTO DEL EXODO

San Pablo, en su segunda lectura de hoy prorroga este relato de la historia de Israel que nació con la revelación de Dios y que no se prolongó 40 años por el desierto y toda la historia de Israel, a través de sus reinos de sus profetas. El escarmiento con que San Pablo nos previene, nos dice en la lectura de hoy: “todo esto -todo lo que sucedía en el desierto- sucedía como un ejemplo y fue para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades”. La era cristiana es la última en el proyecto de Dios y quiere ser, pues, como el aprendizaje de toda esa lección de la historia de Israel, de la historia de la salvación. La principal lección que hoy sacamos y que como escarmiento nos presenta San Pablo en el fracaso de los que perdieron la fidelidad en Dios, es, precisamente esa: No basta la condición de pertenecer al Pueblo de Dios.

-NO BASTA PERTENECER AL PUEBLO DE DIOS PARA SALVARSE…
SINO LA CONVERSION PERSONAL… REQUISITO INDISPENSABLE

San Pablo nos dice hoy: los que salieron de Egipto hacia tierra Prometida, todos eran pueblo de Dios, todos eran hijos de Abraham pero no todos llegaron, muchos quedaron tendidos en el desierto y la causa era porque muchos no agradaron a Dios, porque no fueron fiel a sus promesas, a sus esperanzas. De allí que la condición indispensable no es llamarse cristiano o llamarse hijo de Abraham, la condición indispensable es la que estamos predicando esta mañana: la conversión personal. Si no hacéis penitencia, de nada sirve vuestro bautismo. Si no hacéis penitencia, de nada sirve pertenecer al pueblo de Dios. Si no os convertís de corazón al Dios por el arrepentimiento de las culpas, no penséis que entraréis al Reino de los Cielo. Esta es la gran lección y el gran escarmiento.

3. ¿QUE SIGNIFICA CONVERTIRSE HOY AQUI EN EL SALVADOR?

Y ahora, queridos hermanos, mi tercer y último pensamiento yo lo acomodo a nuestro querido pueblo, preguntando como tercera idea de esta homilía: ¿qué significa hoy para El Salvador, convertirse al Señor por los caminos de Cristo? ¿Quién es el verdadero salvadoreño que se puede llamar hoy Pueblo de Dios? El que camina muy adherido a Cristo buscando esa Jerusalén Celestial trabajando por la tierra, pero no por sus propios proyectos sino según el proyecto de Dios trascendente y que nos acerca al Reino del Señor.

HECHOS DE LA SEMANA:

Más que un examen teórico de conciencia, yo quiero presentar aquí las realidades de nuestro pueblo para que cada uno de nosotros y todos como comunidad en reflexión, digamos si vamos caminando como Pueblo de Dios o nos estamos apartando como los que no obedecieron al Señor. Desde allí quiero yo mirar en primer lugar, la vida de nuestra Iglesia para decirle a los queridos sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, fieles, cuál es la Iglesia que debemos construir según el Plan de Dios, no según las teorías de los hombres.

HECHOS ECLESIALES

Hay hechos preciosos que me dan una gran esperanza de esta Iglesia de El Salvador que estamos viviendo.

En primer lugar yo quiero recordar aquí, con agradecimiento, esta tarjetita que me mandó mi querido antecesor Monseñor Luis Chávez y González: “un saludo afectuoso y por medio de estas líneas le patentizo mi profunda consternación por la ola de violencia extrema que arrostra nuestra amada Iglesia y nuestra querida Patria El Salvador, a quienes he pretendido servir siempre con entrega total y sincera adhesión. Le ofrezco mis pobres oraciones para que el Divino Salvador, excelso titular de la República, y la Santísima Virgen de la Paz, patrona también de El Salvador, encaucen por el camino del don de la paz a todos sus hijos”. Muchas gracias Monseñor Chávez…

Precioso ejemplo para que veamos que la vida siempre es útil. Monseñor Chávez, anciano y achacoso, está dando a su Iglesia y a su Patria todo el cariño de su vida; su mismo dolor, sus enfermedades, se convierten en un gran servicio a la Patria. Ojalá ese mensaje llegue a todos los enfermos, a todos los que sufren: que no hay vida inútil mientras se camina en los caminos de la conversión…

La Cuaresma también nos está expensado una vida muy exhuberante en nuestra Iglesia, ya sea la expresión popular de nuestros Via-crucis que recorren las calles de pueblos y cantones, los viernes de Cuaresma; ya sea la mucha oración que por donde quiera se palpa, y el acercarse a los sacramentos. Ojalá que no descuiden, queridos católicos, su confesión anual, su Comunión de Semana Santa; y que aquellos dos grandes elementos que el Concilio nos recuerda para vivir bien la Cuaresma: el bautismal y el penitencial, los estamos viviendo, ya que nuestra Cuaresma quiere ser una preparación para la gran pascua de los jóvenes donde todos ellos y nosotros vamos a renovar nuestros compromisos de bautismo. Y también quiere ser una preparación para Pentecostés, donde los jóvenes que no han recibido la Confirmación también la recibirán en un acto de verdadera conversión a Dios. La noche del Sábado Santo, pues, 5 de abril, y el domingo de Pentecostés, 25 de mayo, tendremos allá la floración de toda esta Cuaresma que ojalá la vivamos intensamente.

Quiero felicitar por eso, a las comunidades catecumenales que entre nosotros se encargan de recordar estos acontecimientos de la era de oro de la liturgia de la Iglesia: la preparación de la Pascua y la renovación de nuestro bautismo.

También expresión de Cuaresma es la organización de la caridad en nuestra diócesis. Cáritas representa el instrumento de la caridad para la vida católica de la diócesis de San Salvador. Adheridas a Cáritas, un Comité del Arzobispado y en comunión con la Comisión Ecuménica de Ayuda Humanitaria, tratamos de servir a las necesidades de nuestro pueblo desde la verdadera caridad cristiana, sin fijarnos en fronteras de católica o protestantes, sino teniendo sobre todo a la vista la necesidad de nuestros hermanos; la ayuda humanitaria. Les suplico, pues, que apoyemos estas obras de nuestra caridad cristiana.

Por las comunidades se han vivido también días de mucha creación litúrgica, catequética, etc., como fue la del Barrio de Lourdes con su grupo de confirmaciones y el camino de párroco que tendrá lugar hoy a las 7 de la noche.

Como fue también la visita a Aldeíta, donde se preparan cuatro jóvenes en experiencias pastorales junto con el P. Gabriel que es también un gran trabajador de la pastoral. Así se preparan para su próxima ordenación sacerdotal.

En la nueva ermita del Cantón El Salitre, en Tejutla, se notaba también mucho entusiasmo por ir comprendiendo que la Iglesia no es sólo el templo material, ni sólo los comités de construcción, sino que es la comunidad sin la cual no tiene sentido un templo.

Las comunidades juveniles por todas partes nos llenan de esperanza. Hoy están teniendo ya, una convivencia en San José de la Montaña que clausurarán con una Misa que tendré el gusto de celebrarles.

En Aguilares se está preparando la celebración del aniversario de la muerte del P. Grande, nuestro primer mártir, en estas olas de persecución. Allá se va a tener la Misa el próximo domingo a las 11 de la mañana, pero quienes no pueden ir por circunstancias muy especiales de represión que hay en aquella parroquia, les invito a venir aquí a la Basílica. La misa de 8 del próximo domingo será también en homenaje al P. Grande, y de aquí iremos a Aguilares a celebrar a las 11, la misa de a

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