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La Iglesia un servicio de liberación personal, comunitaria, trascendente – Quinto Domingo de Cuaresma

La Iglesia un servicio de liberación personal, comunitaria, trascendente – Quinto Domingo de Cuaresma
HOMILIAS 1980 Isaías: 43, 16-21
Filipenses: 3, 8-14
Juan: 8, 1-11

Queridos hermanos:

INTRODUCCION:

a) SALUDO A LA MISION ECUMENICA

Comparten con nosotros esta celebración de la palabra de Dios y de la Eucaristía nuestros hermanos que forman una Misión Ecuménica que visita a El Salvador estos días para darse cuenta de nuestra situación en asuntos de derechos humanos. Son ellos: el Rvdo. Alan McCoy, franciscano, que junto con el P. Juan Macho Merino me acompañan en la presidencia de esta misa; el Rvdo. McCoy es presidente de la Conferencia de Superiores de Ordenes Religiosas de Hombres, en Estados Unidos… Está también el Rvdo. Thomas Quigley, Laico de la División de América Latina del Departamento de Paz y Desarrollo en la Conferencia Episcopal de Estados Unidos… El Rvdo. William Wipfler del Programa de Derechos Humanos del Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos… la Sra. Betty de Nute Richardos del Comité de Servicio de los Amigos Americanos también de Estados Unidos… y el Sr. Ronald Joung del Programa de Educación por la Paz, del Comité de Servicio de los Amigos… Sentimos en ellos la solidaridad de Norte América en su pensamiento cristiano y así comprendemos como el Evangelio puede iluminar las diversas formas de sociedades; y siempre, desde la perspectiva del respeto al hombre como nos ha revelado Nuestro Señor, se siente solidaria con una Iglesia que, precisamente, trata de defender esos derechos del hombre tan pisoteados en nuestra patria. Les agradecemos mucho…

Nuestro agradecimiento a ellos, y que estos días que pasan entre nosotros sean sumamente beneficiosos para afianzarse más en su compromiso cristiano. Y en nuestra comprensión hacia otros países veamos también como nuestro esfuerzo es comprendido y apoyado por todos aquellos que se iluminan verdaderamente con la luz del Evangelio.

-YSAX INSTRUMENTO DE VERDAD Y DE JUSTICIA

Queremos saludar, repito, a los oyentes de YSAX que por tanto tiempo han esperado este momento y que, gracias a Dios, ha llegado… No ignoramos el riesgo que corre nuestra pobre emisora por ser instrumento y vehículo de la verdad y de la justicia, pero sabemos que el riesgo hay que correrlo porque detrás del riesgo hay todo un pueblo que apoya esta palabra de verdad y de justicia…

-RADIO NOTICIAS DEL CONTINENTE

Me alegro de contar también esta mañana con la colaboración de Radio Noticias del Continente que está, desde este teléfono y desde nuestra emisora, llevando, como los domingos pasados nuestra voz a América Latina… Está con nosotros el periodista Demetrio Olaziregui y nos ha informado como estalló una bomba cerca de la cabina de locución de aquella emisora en Costa Rica. Eran varias cargas de dinamita, destruyó parcialmente la pared de un edificio de dos pisos y todos los vidrios. Tuvo que silenciarse un momento pero luego ha seguido funcionando y está prestándonos este maravilloso servicio… Nos dice que la homilía seguirá transmitiendose ya que hay demanda de Venezuela, de Colombia y hasta de Brasil… Aquella emisora ha recibido de 300 a 400 cartas en que manifiestan que oyen perfectamente esta onda en Honduras, en Nicaragua, y aquí mismo en El Salvador, en muchas partes.

b) CONTEXTO LITURGICO:- CUARESMA, PREPARACION DE PASCUA

Es entonces para darle gracias a Dios que un mensaje que no quiere ser más que un modesto reflejo de la palabra divina, encuentre canales maravillosos para extenderse y llegar a muchos hombres y decirles que en el contexto de la Cuaresma todo ésto es una preparación para nuestra Pascua, y que ya de por sí la Pascua es grito de victoria, que nadie puede apagar aquella vida que Cristo resucitó y que ya la muerte, ni todos los signos de muerte y de odio contra él, ni contra su Iglesia podrán vencer. ¡El es el victorioso!…

-SEMANA SANTA, CELEBRACION DE LA REDENCION

Así como florecerá en una Pascua de resurrección inacabable es necesario acompañarlo también en una Cuaresma, en una Semana Santa que es cruz, sacrificio, martirio y como El decía: “¡dichosos los que no se escandalizan de su cruz!”.

La Cuaresma es, pues, un llamamiento a celebrar nuestra redención en ese difícil complejo de cruz y de victoria. Nuestro pueblo actualmente está muy capacitado, todo su ambiente nos predica de cruz; pero los que tienen fe y esperanza cristiana saben que detrás de este calvario de El Salvador está nuestra Pascua, nuestra resurrección y esa es la esperanza del pueblo cristiano…

c) MENSAJE CUARESMAL DE LA PALABRA DE DIOS:

-REVELA EL PROYECTO DE DIOS PARA LIBERAR PLENAMENTE A LOS HOMBRES

He tratado durante estos domingos de Cuaresma de ir descubriendo en la revelación divina, en la Palabra que se lee aquí en la misa el proyecto de Dios para salvar a los pueblos y a los hombres; porque hoy, cuando surgen diversos proyectos históricos para nuestro pueblo podemos asegurar: tendrá la victoria aquel que refleja mejor el proyecto de Dios. Y esta es la misión de la Iglesia. Por eso, a la luz de la Palabra divina que revela el proyecto de Dios para la felicidad de los pueblos tenemos el deber, queridos hermanos, de señalar también las realidades; ver como se va reflejando entre nosotros o se está despreciando entre nosotros, el proyecto de Dios. Nadie tome a mal que a la luz de las palabras divinas que se leen en nuestra misa iluminemos las realidades sociales, políticas, económicas, porque de no hacerlo así, no sería un cristianismo para nosotros. Y es así como Cristo ha querido encarnarse para que sea luz que él trae del Padre, se haga vida de los hombres y de los pueblos.

Ya se que hay muchos que se escandalizan de estas palabras y quieren acusarla de que ha dejado la predicación del evangelio para meterse en política, pero no acepto yo esta acusación, sino que hago un esfuerzo para que todo lo que nos ha querido impulsar el Concilio Vaticano II, la Reunión de Medellín y de Puebla, no sólo lo tengamos en las páginas y lo estudiemos teóricamente sino que lo vivamos y lo traduzcamos en esta conflictiva realidad de predicar como se debe el Evangelio… para nuestro pueblo. Por eso le pido al Señor, durante toda la semana, mientras voy recogiendo el clamor del pueblo y el dolor de tanto crimen, la ignominia de tanta violencia, que me de la palabra oportuna para consolar, para denunciar, para llamar al arrepentimiento, y aunque siga siendo una voz que clama en el desierto se que la Iglesia está haciendo el esfuerzo por cumplir con su misión…

En los domingos de Cuaresma, entonces, hemos visto ese proyecto de Dios que se podría sintetizar así:

CRISTO ES EL CAMINO

Por eso nos presenta ayunando y venciendo tentaciones en el desierto.

Cristo es la meta y la vida, el impulso, por eso nos lo presentaba transfigurado, como llamándonos a esa meta a la que todos los hombres son llamados.

LA COLABORACION DEL HOMBRE: LA CONVERSION

Y los otros domingos, 3o., 4o y 5o., la colaboración que Dios pide a los hombres para salvarlos: su conversión, su reconciliación con él. Bajo ejemplos preciosísimos como la higuera estéril, como el hijo pródigo y esta mañana como la adúltera que se arrepiente y es perdonada, es el llamamiento que Dios nos hace y nos dice que nos encontrará así como el padre del hijo pródigo, así como el salvador de la adúltera; no hay pecado que no quede perdonado, no hay enemistad que no se pueda reconciliar cuando haya una conversión y un retorno sincero al Señor. ¡Esa es la voz de la Cuaresma!

-REVELA LA REALIZACION DEL PROYECTO DE DIOS EN LA HISTORIA

Y como las lecturas de Cuaresma también nos van diciendo como ese Dios aplica su proyecto en la historia, para hacer de la historia de los pueblos su historia de salvación. Y en la medida en que esos pueblos reflejen ese proyecto de Dios, de salvarnos en Cristo por la conversión, en esa medida los pueblos se van salvando y van siendo felices. Por eso, en la primera lectura de toda Cuaresma, es la historia de Israel, el pueblo paradigma, el pueblo ejemplar, ejemplar hasta en sus infidelidades y pecados para que en ellas aprendamos también como castiga Dios las infidelidades, el pecado. Y modelo también en traer la promesa de salvación de Dios. Desde Abraham hemos recorrido con Moisés la peregrinación del desierto, con Josué llegamos a celebrar la primera pascua en la tierra prometida.

Y hoy nos invita a un segundo éxodo: el retorno de Babilonia. Es una historia que cada pueblo tiene que imitar; porque no es que cada pueblo sea igual a Israel, pero hay algo que en todo pueblo existe: el grupo de los que siguen a Cristo, el grupo del Pueblo de Dios que no es todo el pueblo natural pero sí es grupo fieles. Y por eso, el ejemplo es precioso esta mañana: Seguidores de Cristo allá en Estados Unidos vienen a compartir con los seguidores de Cristo aquí en El Salvador, y ellos en la gran nación del Norte, son voz de evangelio contra las injusticias de aquella sociedad… así vienen a darnos solidaridad para que nosotros, Pueblo de Dios aquí en El Salvador, sepamos también denunciar con valentía, las injusticias de nuestra propia sociedad…

A la luz de las palabras divinas de hoy voy a presentar esta reflexión con este título:

LA IGLESIA, UN SERVICIO DE LIBERACION PERSONAL…
COMUNITARIA…TRASCENDENTE

Estos tres calificativos marcan los tres pensamientos de la homilía de hoy:

1o. La dignidad de la persona es lo primero que urge liberar.

2o. Dios quiere salvar a todo el pueblo.

3o. La trascendencia dá a la liberación su verdadera y definitiva dimensión.

1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA ES LO PRIMERO QUE URGE LIBERAR

a) FIGURA DE LA ADULTERA FRENTE A CRISTO

Allí tenemos el Evangelio. Y no encuentro una figura más hermosa de Jesús salvando la dignidad humana que este Jesús que no tiene pecado frente a frente con una adúltera, humillada porque ha sido sorprendida en adulterio. Y piden para ella, sentencia de lapidación. Y aquel Jesús que después de echar en cara, sin decir palabra, el pecado de los propios jueces, le pregunta a la mujer: “Nadie te ha condenado?” “Nadie, Señor. Pues yo tampoco te condeno; pero no peques más.”

Fortaleza pero ternura. La dignidad humana ante todo. Era un problema legal en el tiempo de Jesús. En el Deuteronomio toda mujer sorprendida en adulterio debía morir y cuando quedaba un espacio para discutir como debe ser esa muerte, discutían los fariseos y los letrados: “¿por lapidación, por estrangulación?” y a ésto se refiere la pregunta: “Esta mujer ha sido sorprendida en adulterio, nuestra ley dice que debe morir, ¿Tú qué dices? Según la discusión actual, ¿cómo debemos matarla?”. A Jesús no le importan estos detalles legalistas. Con un disimulo superior a esa mala voluntad de los que le ponían una trampa se puso a escribir en la Tierra, como cuando uno disimula con un lápiz manchando un papel. Ellos insisten y Jesús dá la gran respuesta de su sabiduría: “El que de ustedes estén sin pecado, que tire la primera piedra”.

Ha tocado la conciencia. Eran los testigos según las leyes antiguas, los primeros que debían tirar la primera piedra. Pero los testigos, al mirarse a su conciencia sentían que eran testigos de su propio pecado. Y la dignidad de la mujer se salva. Dios no salva el pecado pero si la dignidad de una mujer sumergida en el pecado. El ama, ha venido precisamente a salvar a los pecadores y aquí tiene un caso. Convertirla es mucho mejor que apedrearla. Perdonarla y salvarla es mucho mejor que condenarla. La ley tiene que ser un servicio a la dignidad humana y no los falsos legalismos con los cuales se pisotea la honradez, muchas veces, de las personas.

Y dice con un realismo espantoso el evangelio: Comenzaron a irse comenzando por los más viejos. La vida se ocupa para ofender a Dios y los años que debían de servirnos para ir creciendo en este compromiso con la humanidad, con la dignidad del hombre, con Dios se va haciendo cada vez más hipócrita la vida, escondiendo los propios pecados que cresen juntamente con la edad.

EL PECADO PERSONAL ES LA BASE DEL GRAN PECADO SOCIAL

Y ésto hay que tenerlo muy en cuenta, queridos hermanos, porque hoy es muy fácil, como los testigos de la adúltera, señalar y pedir justicia para ésos; pero ¡qué pocos se miran a su propia conciencia! ¡Qué fácil es denunciar la injusticia estructural, la violencia institucionalizada, el pecado social! Y es cierto todo eso, pero ¿dónde están las fuentes de ese pecado social?: En el corazón de cada hombre. La sociedad actual es como una especie de sociedad anónima en que nadie se quiere echar la culpa y todos son responsables. Todos son responsables del negocio pero es anónimo. Todos somos pecadores y todos hemos puesto nuestro grano de arena en esta mole de crímenes y de violencia en nuestra Patria.

Por eso, la salvación comienza desde el hombre, desde la dignidad del hombre, de arrancar del pecado a cada hombre. Y en la Cuaresma, este es el llamamiento de Dios: ¡Convertíos! individualmente. No hay aquí entre todos los que estamos, dos pecadores iguales. Cada uno ha cometido sus propias sinvergüenzadas y queremos echarle al otro la culpa y ocultar las nuestras. Es necesario desenmascararme, yo soy también uno de ellos y tengo que pedir perdón a Dios he ofendido a Dios y a la sociedad. Este llamamiento de Cristo: ¡la persona ante todo!

Qué hermoso el gesto de aquella mujer sintiéndose perdonada y comprendida: “nadie Señor, nadie me ha condenado. Pues yo tampoco, yo que podía dar la palabra verdaderamente condenatoria, no te condeno; pero cuidado, no vuelvas a pecar”. ¡No vuelvas a pecar! Cuidémonos hermanos, si Dios nos ha perdonado tantas veces aprovechemos esa amistad del Señor que hemos recuperado y vivámosla con agradecimiento.

-PROMOCION DE LA MUJER

¡Qué hermoso cabría aquí un capítulo de la promoción de la mujer por parte del cristianismo!. Si la mujer ha logrado alturas semejantes al hombre, gran parte es este evangelio de Jesucristo. En tiempos de Cristo se extrañaban de que él platicara con una samaritana porque la mujer era algo indigno de platicar con el hombre. Y Jesús sabe que todos somos iguales: ya no hay griego o judío; hombre o mujer, todos somos hijos de Dios. Al cristianismo la mujer que debía estar doblemente agradecida porque. El Cristo con su mensaje, es el que ha promovido la grandeza y la mujer. Y de qué alturas son capaces esos dones femeninos que muchas veces con el machismo de los varones no se estimula, no se aprecia.

b) LA PERSONA DE LOS ACUSADORES

También los testigos han comprendido que la redención comienza por la dignidad humana, y que antes de ser jueces que administran justicia tienen que ser hombres honrados y tienen que saber decir con su conciencia limpia una sentencia, porque ellos serían los primeros en aplicársela si cometieran ese crimen.

La actitud de Jesús. Hay que fijarse en este evangelio, que es lo que tenemos que aprender. Una delicadeza para con la persona. Por más pecadora que sea, él la distingue como hijo de Dios, imagen del Señor. No condena sino que perdona. Tampoco consiste en el pecado, es fuerte para rechazar el pecado pero sabe azuzar, condenar el pecado y salvar al pecador.

No subordina el hombre a la ley. Y ésto es bien importante en nuestro tiempo. El ha dicho: “No se ha hecho el hombre para el sábado sino el sábado para el hombre”. No queramos, por salvar la Constitución del país cuando se ha pisoteado por todos lados, llamarla; y a ella se le quiere usar más bien para defender nuestros egoísmos personales. La ley para el hombre, no el hombre para la ley. Y entonces Jesús, es fuente de paz cuando ha dado así a la dignidad humana. Su verdadera primacía. El hombre siente que cuenta con Jesús, que no cuenta con el pecado y que tienen que arrepentirse y volverse a él con sinceridad. Es la alegría más profunda del ser humano.

c) SAN PABLO… OTRO CONVERSO, LIBERADO DEL PECADO Y LA IGNORANCIA

En la segunda lectura de hoy también tenemos el ejemplo de otro pecador que anduvo engañado mucho tiempo, pero que
l conocer a Cristo, Cristo lo salva y ya pone toda su ilusión como meta de toda su vida: alcanzar a Cristo. “…Y todo lo demás lo considero como basura”, nos ha dicho la epístola de hoy. Cuando ya no se idolatran las cosas de la tierra sino se ha conocido al verdadero Dios, al verdadero Salvador, todas las ideologías de la tierra, todas las estrategias de la tierra, todos los ídolos del poder, del dinero, de las cosas, perecen basura. San Pablo, la palabra es más dura, “estiércol,” dice. “Con tal de ganar a Cristo, todo lo demás parece basura”.

a) DOCTRINA SOBRE EL HOMBRE EN PUEBLA

Por no cansarlos no les leo, hermanos, todo el rico contenido del documento de Puebla en una de sus bases teológicas. Son tres los lineamientos teológicos de Puebla: La verdad sobre Cristo, la verdad sobre la Iglesia y la verdad sobre el hombre. Y cuando habla del hombre, como obispos del continente, se firmó un compromiso allá en Puebla, cuando se dice que ante las visiones falsas de la tierra que el hombre ha tenido según sus intereses, sobre todo aquellas que hacen del hombre un instrumento de explotación, o las que hacen del hombre en las ideologías marxistas una ficha nada más de todo el engranaje, o las que hacen de la Seguridad Nacional un servidor del estado como si el estado fuera el señor y el hombre el esclavo, cuando es al revés, no es el hombre para el estado sino el estado para el hombre. El hombre tiene que estar en la cumbre de toda organización humana para promover al hombre.

Entonces, los obispos de América Latina nos hemos comprometido: “Profesamos, pues, que todo hombre y toda mujer por más insignificantes que parezcan, tienen en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar y hacer respetar sin condiciones; que toda vida humana merece por sí misma, en cualquier circunstancia, su dignificación; que toda convivencia humana tiene que fundarse en el bien común, consistente en la realización cada vez más fraterna de la común dignidad, lo cual exige no instrumentalizar a unos en favor de otros y estar dispuestos a sacrificar aún bienes particulares…” (317).

Esta es la base de nuestra Sociología, la que aprendimos de Cristo en su evangelio: el hombre ante todo es al que hay que salvar, y el pecado individual, es lo primero que tenemos que arreglar. Nuestras cuentas con Dios, nuestras relaciones individuales con él, ponen las bases de todo lo demás. Falsos liberadores son aquellos que llevan el alma esclava del pecado y gritan hacia afuera y por eso a veces son tan crueles porque no saben amar ni respetar la persona humana…

2. DIOS QUIERE SALVAR A TODO EL PUEBLO

a) PERSONALIDAD COLECTIVA

pero el segundo pensamiento pasa del individualismo, diríamos, a lo comunitario. En las lecturas de hoy ésto es bello. Ver como Dios quiere salvar a los hombres en pueblo. Es todo el pueblo al que Dios quiere salvar.

-DIOS CON UN PUEBLO

La primera lectura de hoy, los famosos himnos de Isaías, presentan a un Dios hablando con un pueblo; es el diálogo de Dios, con una personalidad colectiva -así la llaman las escrituras- “personalidad colectiva” como sí se hablara de una persona; Dios habla con un pueblo y ese pueblo Dios lo hace su pueblo, porque a él le va a confiar promesas, revelaciones que luego han de servir para todos los demás pueblos.

DIFERENCIA ENTRE “PUEBLO DE DIOS” Y PUEBLO NATURAL

Por eso fíjense bien, queridos hermanos, como en la historia de la Biblia, del Viejo Testamento, hay cosas que se refieren únicamente a ese sector “pueblo de Dios” y hay también algo que se refiere al pueblo en común, al pueblo natural. Cuántas veces le reprochaban los profetas a Israel que no se gloriaran de ser hijos de Abraham sino de obedecer a Dios y creer en Dios. Los creyentes, ese reducido número, era el verdadero pueblo Dios. Todo lo demás era a veces prevaricador y así eran también los otros pueblos que se llamaban gentiles, pero ese núcleo que se llama el pueblo de Dios, la personalidad colectiva con quien Dios habla, pasa a través de Cristo a todos los cristianos; ya no es sólo un grupo del pueblo de Israel sino que en cada país habrá un grupo.

Y aquí tenemos el ejemplo esta mañana. En Estados Unidos hay también el grupo de los cristianos que no son todo Estados Unidos, así como en El Salvador está también el grupo de la Iglesia que no es todo El Salvador. Y cuando yo como Pastor me dirijo al Pueblo de Dios, no pretendo yo ser un maestro de todo El Salvador sino que soy el servidor de un núcleo que se llama la Iglesia, la Arquidiócesis, los que quieren servir a Cristo y reconocen en el obispo, al maestro que en nombre de Cristo les habla. De ellos espero respeto, obediencia, con ellos me siento tan unido y no me extraña que los que no son Iglesia, aunque estén dentro de la Iglesia, me critiquen, me murmuren, me deshagan…

Esos, ya no son Pueblo de Dios; aún en el Nuevo Testamento aunque estén bautizados, aunque vengan a misa, si no se unen solidariamente con las enseñanzas exigentes del Evangelio, las aplicaciones concretas de nuestra pastoral, entonces, hermanos, sepamos distinguir bien para no jugar con ese nombre tan sagrado: el pueblo. Nosotros llamamos al Pueblo de Dios como al núcleo de los salvadoreños que creen en Cristo y quieren seguirlo fielmente y se alimentan de su vida, de sus sacramentos, en torno de sus pastores.

b) HISTORICIDAD DE LA SALVACION

DIOS SALVA EN LA HISTORIA

Este pueblo de Dios va sucediéndose en la historia.

-“NO RECORDEIS LO DE ANTAÑO”

Este pueblo de Dios va sucediéndose en la historia.

¿Se fijaron qué bellamente ha dicho la 1a. lectura de hoy: “Ustedes se glorían del primer éxodo cuando yo los saqué de Egipto, cuando atravesaron el desierto, ¡cuántas maravillas se hicieron en aquel recorrido con Moisés! Pero ya no se gloríen de ese pasado, eso ya quedó en la historia, yo hago nuevas las cosas?”. ¡Qué frase más bella de Dios! Dios es el que hace nuevas las cosas, es el Dios que va con la historia.

-EL NUEVO EXODO

Ahora el éxodo será de otro rumbo, de Babilonia, del destierro. El desierto por donde van a pasar florecerá como jardín, brotarán las aguas como simbolizando con el paso del perdón de Dios, del pueblo reconciliado con Dios hacia Jerusalén, que ya no es propiamente la esclavitud de Egipto sino es el destierro de Babilonia, y así se irá sucediendo la historia.

-CADA PAIS VIVE SU PROPIO “EXODO”

Hoy también El Salvador vive su éxodo propio, hoy estamos pasando también nosotros la liberación por el desierto donde cadáveres, donde el dolor angustioso nos va asolando, y muchos sufren la tentación de los que caminaban con Moisés y querían volverse y no colaboraban. Es la historia de siempre, Dios quiere salvar al pueblo haciendo nueva la historia. La historia no se repite aunque el dicho dice: “la historia se repite”, hay ciertas cosas que aparentemente son repetición. Lo que no se repite son las circunstancias, las coyunturas, somos testigos en El Salvador. ¡Qué densa nuestra historia, qué variado de un día para otro! Sale uno de El Salvador y regresa la semana siguiente y parece que ha cambiado tan rotundamente la historia. No nos estabilicemos en querer juzgar las cosas como las juzgamos una vez. Una cosa sí: tengamos firmemente anclada en el alma la fe en Jesucristo, el Dios de la historia, ese sí no cambia. Pero él tiene como la complacencia de cambiar la historia, jugar con la historia; “hago nuevas las cosas”.

La gracia del cristiano, entonces, está en no estabilizarse en tradiciones que ya no se pueden sostener sino en aplicar esa tradición eterna en Cristo a las realidades presentes. Los cambios en la Iglesia, queridos hermanos, sobre todo los que hemos sido formados en otras épocas, en otros sistemas, tenemos que tener y pedirle al Señor esa gracia de tenernos que adoptar sin traicionar nuestra fe, ser comprensivos con la hora de hoy. Dios hace nuevas las cosas y por eso corregía a los israelitas porque se alegraban del primer éxodo y no pensaban que Dios estaba haciendo ya maravillas en una segundo éxodo, y las haría mucho mayores en la Era Cristiana como las vamos viendo nosotros.

La historia no perecerá, la lleva Dios. Por eso digo, en la medida en que los proyectos históricos traten de reflejar el proyecto eterno de Dios, en esa medida, se van haciendo reflejo del Reino de Dios y este es el trabajo de la Iglesia; por eso Ella, Pueblo de Dios en la historia, no se instala en ningún sistema social, en ninguna organización política, en ningún partido. La Iglesia no se deja cazar por ninguna de esas fuerzas porque ella es la peregrina eterna de la historia y va señalando a todos los momentos históricos lo que sí refleja el Reino de Dios y lo que no refleja el Reino de Dios y que no refleja el Reino de Dios, Ella es servidora del Reino de Dios…

El gran trabajo de los cristianos tiene que ser ése, empaparse del Reino de Dios y desde -esa alma empapada en el Reino de Dios, trabajar también los proyectos de la historia. Está bien que se organicen en organizaciones populares, está bien que hagan partidos políticos, está bien que tomen parte en el gobierno, está bien con tal que seas un cristiano que llevas el reflejo del Reino de Dios y tratas de implantarlo allí donde estás trabajando, que no seas juguete de las ambiciones de la tierra… Y este es el gran deber de los hombres de hoy. Mis queridos cristianos, siempre les he dicho y lo repetiré, de aquí, del grupo cristiano, del Pueblo de Dios tienen que salir los hombres que van a ser los verdaderos liberadores de nuestro pueblo…

Cualquier proyecto histórico que no se fundamente en eso que dijimos en el primer punto: la dignidad de la persona humana, el querer de Dios, el Reino de Cristo entre los hombres, será un proyecto efímero y será cada vez más estable y será cada vez solución del bien común de los pueblos, según la índole de cada pueblo, el que refleje mejor ese eterno designio de Dios. Por eso hay que agradecerle a la Iglesia, queridos hermanos políticos, no manipular a la Iglesia para llevarla a lo que nosotros queremos que diga, sino decir nosotros lo que la Iglesia está enseñando, no tiene intereses. Yo no tengo ninguna ambición de poder y por eso con toda libertad le digo al poder lo que está bueno y lo que está malo y a cualquier grupo político le digo lo que está bueno y lo que está malo, es mi deber.

Y desde esa libertad del Reino de Dios, la Iglesia, que no sólo es el obispo y los sacerdotes sino todos ustedes los fieles, las religiosas, los colegios católicos, todo lo que es el Pueblo de Dios, el núcleo de los creyentes en Cristo, debíamos de unificar nuestros criterios; no debíamos de desunirnos, no debíamos de parecer dispersos y muchas veces como que somos acomplejados ante las organizaciones políticas populares y queremos complacerlas más a ellas que al Reino de Dios en sus designios eternos. No tenemos nada que mendigarle a nadie porque tenemos mucho que darle a todos… Y esto no es soberbia sino la humildad agradecida del que ha recibido de Dios una revelación para comunicarla a los demás…

3. LA TRASCENDENCIA DA LA LIBERACION, SU VERDADERA Y DEFINITIVA DIMENSION

Finalmente, el tercer pensamiento sacado de las lecturas de hoy, es que el proyecto de Dios para liberar al pueblo es trascendente.

a) ¿QUE ES LA TRASCENDENCIA?

Yo creo que hasta repito demasiado esta idea pero no me cansaré de hacerlo, porque corremos mucho el peligro de querer salir de las situaciones inmediatas con resoluciones inmediatas y nos olvidamos que los inmediatismos pueden ser parches pero no soluciones verdaderas. La solución verdadera tiene que encajar en el proyecto definitivo de Dios. Toda la solución que queramos dar a una mejor distribución de la tierra, a una mejor administración del dinero en El Salvador, a una organización política acomodada al bien común de los salvadoreños, tendrá que buscarse siempre en el conjunto de la liberación definitiva.

Hace poco me presentaban un esquema muy significativo, y es el hombre que trabaja en política mira los problemas temporales: el dinero, las tierras, las cosas y se puede quedar contento con sólo resolver estos problemas; pero el político que tiene fe, se remonta hasta Dios y desde Dios mira como ese tramo inmediato que los políticos de hoy están tratando de resolver, no debe de mirarse separadamente de la perspectiva de Dios. Desde el principio al fin en la historia Dios lleva un proyecto y la solución hay que acomodarla a esa perspectiva de Dios para que sea eficaz. Y según esa perspectiva de Dios, como aparece en las palabras de hoy que se han leído en la Biblia: en primer lugar, reconocer que Dios es el protagonista de la historia; en segundo lugar, hay que partir de la redención del pecado; y en tercer lugar, no descartar a Cristo que es el camino y la meta de la verdadera liberación. Aquí están en las lecturas de hoy, y este es el proyecto que durante toda la Cuaresma hemos venido estudiando.

-PRIMERO: RECONOCER LA INICIATIVA DE DIOS PARA LIBERAR

Hoy aparece claro como es Dios el que toma la iniciativa: “El pueblo que Yo formé”, dice en la primera lectura Dios. Es el Dios hablando con Israel: “Yo te escogí, tu historia te la voy haciendo Yo”. Hermoso el momento en que el hombre comprende en que no es más que un instrumento de Dios. Tanto vive cuanto Dios quiere que viva. Tanto puede, tanto Dios quiere que pueda. Tanta inteligencia tienes, sólo la que Dios te ha dado. Poner todas esas limitaciones en las manos de Dios, reconocer que sin Dios no se puede hacer nada. De allí, queridos hermanos, que en un sentido trascendente de esta hora en El Salvador, es orar mucho, muy unidos con Dios. Y hay gente que está trabajando por la liberación uniéndose con Dios.

El otro día que hablábamos un problema de un refugio- que no confunda el refugio con un cuartel- el refugio es para gente que viene con miedo y viene huyendo y se esconde. “¡Ah! pero es que hay muchos organizados y no podemos estar de balde, tenemos que trabajar!” Bueno, pues váyanse a trabajar, busquénse un cuartel donde hacerlo. Pero el refugio es el lugar donde también trabajan los enfermos, aquel padre de familia con su mujer enferma y sus niños que no podían los querían mandar a ocupar una Iglesia, y ¡cómo va a ir si está enfermo! Que ofrezca su dolor, que ofrezca su enfermedad. Esto tiene valor, pero cuando se pierde de vista la trascendencia de la lucha todo se hace consistir en cosas que a veces son hasta erróneas. Ojalá, todos los que trabajan hoy por la liberación del pueblo supieran que sin Dios no se puede hacer nada y que con Dios, hasta los más inútil, es un trabajo cuando se hace con buena voluntad…

En la primera lectura de hoy Dios invita al pueblo de Israel a descubrir su mano, no sólo cuando salió de Egipto a la tierra prometida sino hoy que viene de Babilonia también para Jerusalén. Descubrir la mano de Dios en las coyunturas históricas del pueblo, ese es un gesto de trascendencia. Por eso los que trabajan -repito- por la liberación del pueblo no pierdan de vista esta medida, esta dimensión trascendente.

-LO SEGUNDO DIGO ES MIRAR COMO LA LIBERACION TIENE QUE ARRANCAR DEL PECADO

Hay que tener en cuenta que todos los males tienen una raíz común y es el pecado. En el corazón del hombre están los egoísmos, las envidias, las idolatrías y es allí donde surgen las divisiones, los acaparamientos; como decía Cristo: “No es lo que sale del hombre lo que mancha al hombre, sino lo que está en el corazón del hombre”, los malos pensamientos. Hay que purificar, pues, esa fuente de todas las esclavitudes. ¿Por qué hay esclavitudes? ¿Por qué hay marginaciones? ¿Por qué hay analfabetismo? ¿Por qué hay enfermedades? ¿Por qué hay un pueblo que gime en el dolor? Todo ésto está denunciando que existe el pecado. “La pobreza -dice Medellín- es una denuncia de la injusticia de aquel pueblo”.

Por eso, la trascendencia de la liberación arranca del pecado y la Iglesia siempre estará predicando: arrepiéntanse de s

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