- Diario
- Monday March 30th, 2009
Octubre – Diciembre – 1979
Primera Semana de octubre
De lunes primero de octubre, comencé a reposar en cama. Era una gripe que me impidió el cumplimiento de todos los compromisos de esta semana. Gracias a Monseñor Urioste y al Padre Brito y a otros que colaboraron, se pudo dar cumplimiento, por representación, a la Misa en el Instituto Carmelitano. Pude predicar la Hora Santa en el Hospital de la Divina Providencia. No pude asistir al curso de cristología que se está celebrando en el Externado San José toda esta semana, dirigido por el Padre Arias, jesuita, y con asistencia como de unos sesenta, entre sacerdotes, religiosas y seglares de esa vicaría. Tampoco pude asistir a la reunión de Ayutuxtepeque para ver asuntos del Comité Parroquial.
Monseñor López Portillo tuvo la bondad de hacerme las confirmaciones en el Hogar del Niño y en el Colegio Santa Inés, de Santa Tecla. También por representación asistí a la Misa del día de San Francisco en la Iglesia de Concepción y en la parroquia de San Francisco Morazán, Chalatenango. También fue Monseñor Urioste a dar posesión a las hermanas del Sagrado Corazón en Jayaque, a donde había prometido asistir este sábado seis de octubre. Gracias a Dios, me siento ya mejor al final de la semana y dentro de mis pequeñas limitaciones voy a tratar de cumplir mis deberes el próximo domingo. Tuve una asistencia de un médico muy querido, el doctor Suárez, Cardiólogo, quien me aseguró también mi situación ya normal, aunque teniendo cuidado con un poco de reposo.
Domingo, 07 de octubre
No pude asistir a la convivencia de jóvenes que organizaron los seminaristas en San José de la Montaña, ni a la confirmación que habían preparado las hermanas en Zaragoza, pero allá fue Monseñor Modesto, y a la convivencia, Monseñor Urioste. Celebré la Misa en la basílica con bastante asistencia de gente.
Después de la Misa, entrevista con tres periodistas extranjeros. Y por la tarde, a las seis, en la Iglesia del Rosario, hoy día de la Virgen del Rosario, a celebrar una confirmación de jóvenes preparada por los padres dominicos. Prediqué sobre la Virgen del Rosario y agradecí a los padres el trabajo pastoral en aquella parroquia.
Ya noche, visita de dos militares que me hablan confidencialmente de sus proyectos en la renovación del Gobierno. Estaremos a la expectativa durante esta semana; mientras tanto, les prometí mis oraciones y toda la colaboración moral que la Iglesia puede ofrecer en tan delicadas circunstancias.
Martes, 09 de octubre
Hubo reunión de la comisión de pastoral. Yo sólo pude llegar al final porque hubo muchas visitas de sacerdotes.
A las doce, según había prometido, dí una entrevista a Voz de América, que se transmitirá desde Washington por radio, acerca de la visita del Santo Padre a Estados Unidos y de sus discursos en la ONU y en la OEA.
Por la tarde, hubo reunión del Seminario, comisión del Seminario y equipo de formadores; tampoco pude asistir, pues no me siento bien y me quedé descansando en mi residencia.
Miércoles, 10 de octubre
En el Colegio Belén, de Santa Tecla, me reuní con los padres Monseñor Urioste, Padre Jesús Delgado, Padre Fabián Amaya, Padre Ellacuría, Padre Estrada y los seglares Román Mayorga y Héctor Dada, para buscar un asesoramiento acerca de la actitud que la Iglesia debería tomar en caso de un golpe de Estado que se proyecta. Fueron muy prudentes en aconsejarme que, ante todo, estuviéramos a la expectativa y que aún, en el mejor de los casos, habría que esperar el riesgo que tomarán las cosas y no adelantar ninguna muestra de solidaridad que pueda comprometer. Se pusieron muchas condiciones que han enriquecido mi criterio acerca de una situación tan difícil. Las condiciones principales que había que pedir son, primero, una depuración del Ejército, un propósito de cambios profundos de estructuras y una participación del pueblo y de todas sus opiniones en una verdadera apertura democrática. La Iglesia expresará el sentimiento del pueblo y las esperanzas que pueda tener en un Gobierno que mejorará esta situación actual.
Por la tarde, celebré Misa en sufragio de doña Abigaíl de Giralt, bienhechora del hospital y gran amiga personal.
Jueves, 11 de octubre
Visita del señor Embajador de Estados Unidos con el asesor político. Por mi parte, me asesoraron Monseñor Urioste y el Padre Estrada. Se trataba de responder a unas preguntas del Departamento de Estado acerca del juicio de la Iglesia en la situación actual del país. Y cuál podría ser la solución más eficaz. Teóricamente, dijimos que era la apertura democrática, pero que, en la práctica, esta vía se encontraba obstaculizada por la represión y las pocas muestras de credibilidad que el Gobierno da. Y que lo que se veía venir era una solución violenta o un golpe de Estado. Pedíamos al Gobierno de Estados Unidos sus influencias para acelerar lo que teóricamente parece más útil, pero que, en la práctica se está destruyendo, ya que no se dan las mencionadas señales.
Almorcé en el Colegio Guadalupano para saludar a la madre general de la Congregación que ha venido de México.
Estuve por la tarde en el Seminario San José de la Montaña con el grupo de sacerdotes de la Vicaría de Cuscatlán que están en ejercicios. Fue una entrevista muy fraternal muy cordial en que dijimos las verdades e hicimos propósitos de mejorar nuestras relaciones y nuestro deseo de una auténtica pastoral.
Por la noche, entrevista con televisión holandesa en el Hospital de la Divina Providencia y con un periodista de la prensa de Costa Rica.
Viernes, 12 de octubre
Visitas de los representantes de la Cruz Roja Internacional, venidos de Suiza por llamamiento del Gobierno para que den su testimonio acerca del atropello a los Derechos Humanos. Ellos dicen que no son para ésto, sino para socorros de carácter humanitario y que ellos no podrán dar un testimonio como el que anunció el Presidente. Pedían a la Iglesia su parecer y les informamos a fondo, por medio del Padre Moreno y de Beto Cuéllar, que tienen a su cargo los ficheros de Socorro Jurídico y de las denuncias que llegan al Arzobispado.
Hubo reunión de Domus de la Vicaría de Mejicanos en Domus Mariae, pero no pude asistir.
Almorcé en la casa de don Pepe Simán que me contó sus impresiones de viaje de Estados Unidos, donde pudo ver de cerca, en Nueva York, el paso del Santo Padre.
Por la tarde, una simpática Misa y Te Deum en la capilla del Colegio del Espíritu Santo, donde se graduaron unas treinta religiosas franciscanas, mercedarias eucarísticas, pasionistas, carmelitas de San José y de Santa Teresa, religiosas del Buen Pastor, y religiosas josefinas. Les hablé de la figura que la Iglesia tiene que realizar hoy en América Latina evangelizando la cultura de nuestros pueblos.
Sabado, 13 de octubre
Fui a Nejapa, donde la Vicaría de Quezaltepeque organizó un grupo de jóvenes para confirmaciones. Resulta muy impresionante estos jóvenes preparados con tanto esmero por catequistas y párrocos y luego de confirmarse dar el testimonio de su deseo de trabajar con todo su empeño juvenil por el Reino de Dios.
En la tarde había un acto ecuménico en la Iglesia del Rosario, pero no pude asistir ya que estuve esperando al doctor Badía, quien me traía informes muy importantes acerca de la noticia confidencial a que me he referido antes. Parece que ha habido alguna traición en el grupo militar y están muy tensos, pero siempre firmes en que harán ese acto proyectado.
Domingo, 14 de octubre
La Misa dominical en la basílica del Sagrado Corazón con bastante concurrencia, a pesar del mal tiempo. Toda esta noche pasada llovió mucho y amaneció también “atemporalado”.
A las seis de la tarde, en la Iglesia de María Auxiliadora, una impresionante ceremonia de confirmación de grupos de las diversas parroquias de esta Vicaría. Cerca de un centenar de muchachos y muchachas, después de haber hecho un retiro espiritual toda la tarde con sus párrocos, se acercaron plenos de conciencia a recibir el don del Espíritu Santo.
Lunes, 15 de octubre
Celebré en el hospital la Misa de Santa Teresa de Jesús y les pedí oraciones especiales por la situación nacional, ya que este día es un día definitivo.
Efectivamente, poco antes de las ocho, el Padre Jesús Delgado me comunicó que a las ocho de la mañana la organización militar tomará todos los cuarteles y desde allí conminará al rendimiento del Presidente. Yo tenía un compromiso en la parroquia de San Juan Cojutepeque para asistir a un concurso bíblico de la escuela parroquial y encargué que cualquier cosa me avisaran a aquella parroquia. Fue una mañana sumamente interesante. El Padre Raymundo Brizuela y el profesor don Luis Molina han hecho maravillas con la reflexión bíblica; el estudio bíblico de los muchachos y florecía este día con un concurso de oratoria y de catequésis bíblicas. En un ambiente sumamente bíblico se desarrollan estos niños y jóvenes, verdaderamente empapados en un espíritu cristiano. Se notaron muchos valores en elocuencia, en poesía, en memoria, en capacidad intelectual. Esta fue mi impresión que yo les manifesté al felicitarles y darles gracias por esta riqueza que me habían dado.
Al mediodía, cuando comíamos con los profesores, llegó la noticia de que se rumoraba de un golpe de Estado y me advirtieron que era peligroso volver a San Salvador. Sin embargo, regresé y se notaba todo normal. Estaba yo tenso porque sabía lo que me habían anunciado en la mañana y no veía ningún resultado efectivo; pensé que se encaminaba al fracaso, pero ya bastante tarde, como a las cinco, comenzó a regarse la noticia por radio de que el Presidente Romero había abdicado y se había marchado a Guatemala. Y efectivamente, la toma de los cuarteles fue efectiva, habiendo dejado sin apoyo al Presidente, el cual buscaba refugio en cualquier cuartel, pero todos estaban tomados. Y el golpe, como dicen, fue científicamente preparado y dado de tal manera que no se notó ningún cambio en el pueblo; la vida normal, ni una gota de sangre, fuera de San Miguel donde hubo una oposición del comandante y murió o fue herido un guardaespaldas, pero todo lo demás parecía normal. Por la noche, tuve una reflexión con Monseñor Urioste en su casa, ya que está enfermo, y otros sacerdotes y laicos para asesorarme cuál debía ser la actitud de la Iglesia. Dijeron que era conveniente esperar el rumbo de las cosas, pero que pastoralmente podía adelantarse una exhortación al pueblo, llamándolo a la cordura, para evitar cualquier extremismo de derecha o de izquierda, y, al mismo tiempo, un llamamiento al nuevo Gobierno para esperar que el cumplimiento de sus promesas daría la credibilidad que el gobierno ha perdido en el pueblo.
Preparé esta noche el mensaje que al día siguiente se va a comunicar por la radio. Se notaba en el ambiente un respiro de esperanza, aunque al mismo tiempo el temor de haber sido un golpe militar, hace temer la reacción de las fuerzas de izquierda que ya llamaban a la insurrección popular. También se teme por la extrema derecha que se sentirá provocada por el manifiesto del nuevo Gobierno que promete muchas reformas en el campo económico y social. Esperamos en Dios que sepa comprender la buena voluntad y que entre todos busquemos salir de esta crisis del país.
Martes, 16 de octubre
También día de mucha trascendencia. Amanecí preparando el comunicado arzobispal; me ayudó el Padre Moreno y el Padre Gregorio Rosa, y una visita a las nueve en nombre de la nueva Junta Presidencial. Me pedía que apresurara una palabra de llamamiento a la cordura, ya que se comenzaban a ver brotes de reacción en el campo de izquierda. En Mejicanos, en Soyapango había brotes de violencia, de amenaza, de provocación y que ellos, los nuevos gobernantes, no quería dejarse provocar. Adelanté un diálogo por radio con el Padre Jesús Delgado en que expresé ya los conceptos del comunicado que anuncié para el mediodía. Al mediodía, teníamos listo el comunicado que es el siguiente:
“LLAMAMIENTO PASTORAL ANTE LA NUEVA SITUACION DEL PAIS”
Desde ayer El Salvador ha entrado en una nueva y delicada coyuntura de su historia. Una insurrección militar depuso al gobierno del general Carlos Humberto Romero. Nuestra Iglesia que desde su propia identidad y por exigencia evangélica, se ha comprometido a acompañar al pueblo en todas sus vicisitudes, siente la responsabilidad de decir su primera palabra ante esta nueva situación. No se trata de una palabra política, sino de una reflexión, a la luz de nuestra fe cristiana. Por eso, ante todo, se eleva a Dios como una oración y de allí toma luces y energías para orientar al pueblo e interpretar ante el nuevo Gobierno, los justos anhelos de liberación de los salvadoreños. Primero Dios. Esta expresión tan salvadoreña brota del profundo sentido religioso que la Iglesia cuida en el alma de nuestro pueblo. Esa es su primera palabra y su primera actitud. Elevamos nuestra oración al Señor de la historia porque si “el Señor no construye la casa en vano se fatigan los trabajadores, si él no cuida la ciudad en vano vigilan sus centinelas”, Salmo 127. Nuestra oración es también acción de gracias a Dios, porque de acuerdo a las informaciones de que disponemos, hasta el momento, en este acontecimiento se ha evitado el derramamiento de sangre. Nuestra oración es, así mismo, un ofrecimiento al Señor de todo el sufrimiento y dolor de nuestro pueblo que con su sangre ha bañado nuestro suelo. Sea ya suficiente este costoso precio para que Dios nos depare un porvenir de justicia y de paz auténticas. Finalmente, nuestra súplica al Señor se vuelve oración de desagravio y llamamiento a la conversión, porque nunca el odio ni la venganza podrán ser caminos hacia una verdadera liberación. El camino que conduce al auténtico bienestar para siempre por la justicia y el amor.
“Al pueblo: Después de dirigirse a Dios, nuestra palabra, que es palabra de pastor, se dirige al pueblo como un llamado a la cordura y una promesa de servicio. Comprendemos que la paciencia de este pueblo nuestro, tan sufrido, está agotándose y tememos que la expectativa creada por la insurrección militar, pueda resolverse en peligrosa impaciencia o degenerar en nuevas violencias. Tanto más que, de este pueblo han salido innumerables mártires y héroes que son el testimonio dramático de estos últimos años de pesadilla. Sin embargo, en la hora decisiva que estamos viviendo queremos exhortar a nuestro pueblo a la prudencia. Porque es de prudentes observar y esperar antes de juzgar y actuar. Una actitud impaciente y violenta sería tan culpable e injusta como la opresión y represión en que nuestra pobre patria ha estado sumergida. Nuestro llamado se dirige también a quienes por defender injustamente sus intereses y privilegios económicos, sociales y políticos han sido culpables de tanto malestar y violencia. Permítanme recordarles que la justicia y la voz de los pobres debe ser escuchada por ellos como la misma causa del Señor que llama a la conversión y que ha de ser Juez de todos los hombres. A quienes militan dentro de los partidos o de las organizaciones políticas populares, queremos invitarles a demostrar verdadera madurez política, flexibilidad y capacidad de diálogo. Sólo así podrá el pueblo estar seguro de que les inspira de verdad el verdadero bien de la patria. El fanatismo o idolatría de su propio partido u organización sería hoy más que nunca un grave pecado contra el bien común. La crisis que está tratando de superar el país no la puede resolver un grupo solo; tiene que ser obra de todos, todo el pueblo debe, por tanto construir la plataforma común de su propia justicia como base de su fraternidad. Nuestro mensaje es no sólo un llamado a la cordura, sino también una promesa. La Iglesia se compromete una vez más a seguir prestando su servicio desinteresado en favor del pueblo. La nueva coyuntura del país no cambia en nada esta voluntad de servicio. Fue ese sincero deseo de servir y defender al pueblo el que llevó a la Iglesia a entrar en conflicto con el anterior Gobierno; por tanto, dicho conflicto sólo podrá resolverse cuando tengamos un Gobierno que sea también servidor del pueblo.
“Al nuevo gobierno: Nuestra palabra se dirige finalmente al nuevo Gobierno surgido de la insurrección militar que depuso al régimen anterior. Hemos estudiado atentamente los mensajes que expresan el pensamiento oficial del nuevo Gobierno. En ellos reconocemos buena voluntad, claridad de ideas y conciencia clara de su responsabilidad. Sin embargo, queremos dejar bien claro que sólo podrá este Gobierno merecer la confianza y la colaboración del pueblo cuando demuestre que las bellas promesas contenidas en la Proclama, dada a conocer esta madrugada, no son letra muerta, sino verdadera esperanza de que ha comenzado para nuestra patria una nueva era. Por nuestra parte, en nuestra calidad de pastor de la Iglesia, estamos dispuestos al diálogo y a la colaboración con el nuevo Gobierno sólo ponemos una condición, que ambos, Gobierno e Iglesia, seamos conscientes de que “nuestra razón de ser el servicio al pueblo, cada uno desde su propia competencia”, Gaudium et Spes, 76.
“Esta es nuestra primera palabra en el difícil camino que hoy se inicia y que esperamos, con la ayuda de Dios, seguir iluminando desde el Evangelio de Cristo. Que el Divino Salvador guíe los pasos de todos los hombres de buena voluntad, que trabajan por la construcción de la justicia y la paz en nuestra patria.
San Salvador, 16 de octubre de 1979″.
Por la noche, he sabido que ha habido muy bueno comentarios tanto del diálogo con el Padre Chus como de este llamamiento pastoral. Los mismos jefes del movimiento, los dos coroneles, Gutiérrez y Majano, designados por toda la Fuerza Armada como dirigentes de este momento y del Comité Cívico Militar, vinieron a la una de la tarde a agradecerme este apoyo y a ponerse a las órdenes. Aproveché de darles el parecer de la Iglesia, sobre todo, que manifestaran con hechos; los más sensibles al pueblo serían: La Amnistía General y la información sincera acerca de los desaparecidos, el retorno de los exiliados, etc. Me prometieron hacer todo y que agradecían estas sugerencias; se nota en ellos todavía la inexperiencia de un cargo sumamente difícil, asumido casi en forma improvisada. Sin embargo, el golpe se ha venido planeando, dicen, desde hace como un año y sienten que el éxito que ha coronado su esfuerzo les obliga a ser fieles servidores. Lo mismo que la confianza que en ellos dos ha depositado todo el Ejército y que también todos están conscientes de la necesidad de incorporar pronto seglares.
Por la tarde tuve informes de lo brotes violentos que ha habido en Mejicanos, en Soyapango, donde también desapareció el Padre Villarán, que se lo llevaron entre todo el grupo de cautivos. Pero de la misma Junta de Gobierno me informaron que pedían perdón porque había sido llevado inconscientemente a la Policía de Hacienda y que ya lo devolvían. Yo contacté con el gobierno una visita de sacerdotes y laicos que irán a informar sobre estos episodios que pueden desprestigiar la esperanza que en ellos puede poner el pueblo. Y a insistir en que dieran muestras de que los anima la mejor voluntad y que lo demostraron con hechos.
Ha habido muchas llamadas de periodistas, pero les he contestado con el pronunciamiento que acabo de leer. Se tienen muchas noticias de reacciones en diversos sentidos y estamos a la expectativa. Por nuestra parte, la posición de la Iglesia ha quedado definida, siempre al servicio del pueblo desde la perspectiva del Evangelio.
Miércoles, 17 de octubre
Anoche tenía una cena con el ingeniero Román Mayorga, Rector de la UCA, pero por las circunstancias se pospuso, ya que el ingeniero Mayorga formará parte del nuevo Gobierno Cívico Militar. Esta mañana tengo una llamada telefónica con él, de la cual informaré al final de este día.
Esta mañana preparé la entrevista por radio que se tendrá al mediodía con Monseñor Urioste, para ratificar la posición de la Iglesia en este momento de cambio de Gobierno. Afianzaremos bien el pensamiento de que la Iglesia no está comprometida con ninguna coyuntura política concreta, sino que siempre mantiene su independencia para poder aprobar lo bueno y criticar lo malo.
Ha habido muchas visitas de sacerdotes y seglares con quienes he aprovechado para enriquecer mis criterios y dar mis orientaciones como Iglesia, para iluminar este momento tan histórico del país. Varios periodistas también han venido a pedir la opinión de la Iglesia que toda ha sido dada en ese mismo sentido.
Por la noche, con los seminaristas de tercer año de Teología, estuvimos dialogando, como lo hemos hecho en reuniones anteriores, sobre la esperanza de la Iglesia en estos seis nuevos elementos que se incorporarán al presbiterio el próximo año. Platicamos de su pastoral juvenil y vocacional en la parroquia de San José de la Montaña, pero con horizontes arquidiocesanos. Y me da gusto ver como se han unido para hacer este trabajo que sin duda redundará en mucho bien del Seminario y de la juventud en General. Ya nombraron una Comisión para la Pastoral Juvenil, integrada por otros jóvenes que tuvieron su convivencia hace dos domingos. También criticaron algunas actitudes en el momento del cambio de Gobierno, incluso hacia mi mensaje, sobre todo por haber sido transmitido en cadena nacional. Creen que ha sido una manipulación a la Iglesia en apoyo del nuevo Gobierno. Y que la Iglesia debía dar más testimonio de su independencia. Yo me alegré de este sentido crítico y les dije que era bueno que siempre que hubiera dudas consultaran y salieran de ellas con una solidaridad mayor hacia la Iglesia. Y en cuanto al caso concreto, les dije que yo era responsable de lo que había escrito y dicho y no del como se manipula por uno u otro sector. El hecho de haber salido en la cadena nacional no me parece algo comprometedor contra la Iglesia, toda vez que el mensaje que allí se transcribió era, precisamente, mi pensamiento de autonomía, de independencia frente al nuevo Gobierno, de apoyo prudencial, naturalmente, porque no es justo que se le critique y se le ataque sin haber dado tiempo de conocer sus actuaciones. Ellos quedaron satisfechos y les dije también que era el riesgo de toda misión profética en la Iglesia, aún de ser criticado por los propios y aún de quedarse solo, pero con la satisfacción de haber tratado de ser fiel al Evangelio.
La llamada telefónica con el ingeniero Mayorga era, precisamente, para concertar una visita que tuvimos y en la cual él pedía el parecer para ingresar a formar parte en el Directorio Cívico Militar, y le dije que él era una persona de confianza, que daría confianza a un gran sector del pueblo y dada su espiritualidad cristiana y sus conocimientos académicos como Rector de la UCA, era el hombre indicado para dar un apoyo racional al movimiento que hasta ahora es solamente militar. En un gesto de humildad, el ingeniero Román Mayorga me dijo que sentía en mí la voz de Dios y que se comprometería. Yo también le dije que no era un compromiso incondicional, que si se dieran cosas inconvenientes, él mismo tendría que salirse y sí yo me daba cuenta de ello, yo mismo le diría. Se arrodilló y me pidió la bendición. Y creo que es un hombre en el cual podemos confiar plenamente, que lleva una representación sincera del pensamiento de la Iglesia al difícil campo de la política.
Jueves, 18 de octubre
Entre las visitas de esta mañana recibí la del embajador de Suecia, interesado en conocer el pensamiento de la Iglesia en este momento. También el arquitecto Adalberto Morales, quien me entregó una muy valiosa denuncia de los medios de comunicación social, que en este cambio de gobierno tienen que hacer una aclaración a sus actitudes serviles y cómplices con el Gobierno anterior en difamar a la Iglesia y en ultrajar instituciones y personas muy venerables. También he recibido otra carta parecida de Napoleón Navarro, que pide también a la nueva Junta de Gobierno que no gaste tanto en armas y que devuelva los cincuenta millones que el Gobierno anterior quitó a varios ministerios para dárselos a defensa para comprar armas. También critica Navarro la actitud del Gobierno de Estados Unidos que al levantar las sanciones de ayuda a El Salvador, ofrece ahora dar ayuda militar. Dice esta carta que no es ayuda militar, ya estamos hartos de balas y armas, lo que se necesita es hambre de justicia, se necesita justicia y ayudas de promoción de nuestros hombres. Muy valiosa también la visita que me hizo el ingeniero Tato Osegueda que trabajó parte en el Gobierno anterior, pero puso su renuncia por seguir la voz de su conciencia y hoy está plenamente de acuerdo en cuanto ha hecho la Iglesia y él quiere ser un colaborador de este mismo pensamiento. Me dijo que esta esperanza de redención que ha dado el Golpe de Estado, en gran parte, es fruto de la conciencia que mi predicación ha estado sembrando. Le dí gracias por esta apreciación y, de mi parte, me alegro naturalmente, sin vanidad, sino dándole gracias a Dios de que su justicia y su reino se abran campo a través de sus servidores en la Iglesia.
Han venido también varios periodistas este día. Y a las siete de la noche en la Iglesia de San Ignacio presidí la promoción del colegio de señoritas de la Sagrada Familia. Al final de la Misa, una bomba estalló muy cerca del colegio, arruinando la planta eléctrica de ese sector, lo mismo que una gasolinera. La luz se fue y a oscuras terminamos esa promoción. En mi homilía señalé, como un mensaje a las nueva graduadas, la doble síntesis que la Iglesia espera de todo aquél que se cultiva en los colegios y en las instituciones católicas, una síntesis entre la fe y la cultura y una síntesis entre la fe y la vida.
Viernes, 19 de octubre
Hacia las diez de la mañana habíamos dado cita a los periodistas que buscaran para tener una sola rueda de prensa. Estuvieron televisión de Holanda, de México y periodistas de radio y prensa de otras partes y también de nuestro país, a los cuales ratifiqué mis pensamientos acerca de la Iglesia y de las relaciones con la nueva Junta de Gobierno.
Esta tarde fui a San Rafael Cedros con el Padre Deras, párroco de aquella población, quien me tenía preparada una reunión de sus colaboradores, principalmente catequistas, con quienes compartimos las preocupaciones de la Iglesia y las esperanzas que ella tiene en los seglares. Hubo un diálogo muy interesante…
Viernes, 19 de octubre(Continuación)
Esta tarde fui a la parroquia de San Rafael Cedros donde tuve una reunión de diálogo con los agentes de pastoral, principalmente, catequistas. Y después fui a la inauguración de la exposición de costura de la academia de corte y confección San Rafael, que fundó y sigue dirigiendo el Padre Leopoldo Deras, párroco de aquella población, quien me hizo un saludo muy cariñoso e inteligente y a quien contesté elogiando la labor de la Iglesia, no sólo en la evangelización espiritual, sino en estas promociones sociales; animando a las señoritas a continuar esa síntesis entre la fe y su vida. Terminamos la tarde yendo a la Iglesia a celebrar la Santa Misa. Estaba repleta y, sobre todo, se destacaba un bonito grupo de jóvenes que se habían preparado para recibir la confirmación. Aproveché para excitar a aquella comunidad al servicio del pueblo los carismas que el Espíritu Santo nos da y las vocaciones, sobre todo, viviendo nuestra confirmación.
Sabado, 20 de octubre
Fui al funeral de don Marcelo Weil, un gran amigo desde muy antiguo; aunque no era cristiano sino judío, era un hombre que respetaba la fe de cada uno y su honradez humana es una verdadera garantía de que Dios lo haya recibido en su cielo. Una familia muy unida con quienes soy verdaderamente amigo y me siento como en hogar cuando llego a su casa.
Este día también fuí, por la tarde, a la escuela de Lourdes, de las hermanas de La Asunción a celebrar una primera comunión de niños y niñas. Elogié la obra en aquel sector popular y pobre y animé a colaborar con ellas a todos los asistentes. Al final de la Misa me llamaron por teléfono de Casa Presidencial. Querían que fuera porque tenían necesidad de una consulta, pero les supliqué que mejor fueran a mi residencia, ya que mi presencia en Casa Presidencial puede ser mal interpretada. Comprendieron la razón y vinieron al Hospital de la Divina Providencia el Coronel Majano, el Ministro de Defensa y otro militar, con un gran aparato de guardaespaldas y detectives, que no deja de ser molesto para la situación de sencillez en este hospital. Sin embargo, el tema de la conversación fue muy interesante; traían como una preocupación por la crítica que nuestra radio emisora YSAX ha hecho al nombramiento del Director de la Escuela Militar, Coronel Rafael Flores Lima, a quien la emisora católica criticó por sus actuaciones en el régimen anterior como jefe de la oficina de información de casa presidencial. El es el responsable de las distorsiones de noticias, de las campañas calumniosas contra la Iglesia, de la falsedad y de la mentira que es lo que se difundía desde Casa Presidencial. Ellos trataron de defenderlo. Nosotros mantuvimos nuestra posición, que si no había más drasticidad en cambiar la figura de lo militar en el país, este golpe de Estado no tendría resultado y el pueblo sufriría un nuevo fracaso. Insistimos también en la forma cómo se nombró al Ministro de Defensa, que estaba presente, porque lo nombraron sólo los militares cuando todavía no estaban los civiles. Al Coronel García, que es el Ministro de Defensa, se le ocurrió decir allí delante de nosotros, estaba el Padre Estrada conmigo, que él renunciaba en ese momento al Ministerio mientras los civiles no ratificaran el nombramiento que habían hecho los dos coroneles que lo nombraron. También aproveché para denunciar los atropellos que la Iglesia está recibiendo aún bajo este nuevo régimen y la apariencia de represión que el pueblo siente con los operativos militares que ha habido lugar en esta semana. Ellos trataron de explicar que están depurando, mentalizando, con ideas nuevas, pero que es difícil el trabajo y nos pedían comprensión para esperar; que estaban seguros de que había mucha corrupción y que estaban hasta deponiendo jefes, lo cual les traía nuevos riesgos porque saben que se están reuniendo y pueden dar un contragolpe de derecha. En fin, fue un diálogo tan cordial, que terminó con una taza de café, ofrecida por las religiosas y en un ambiente muy cordial, aunque había sido muy sincero, muy franco. Hubo la promesa de mutua ayuda, pero al servicio del pueblo.
Luego seguí la reunión con el Padre Estrada y el Padre Moreno para preparar los datos de mi homilía. ya muy noche, el Padre Moreno se fue y, lamentablemente, se llevó los papeles, pero gracias a un amigo muy servicial, Salvador Barraza, molesté a medianoche para que fuera a recogerme esos papeles a Santa Tecla, en la casa de los jesuitas, y le dije que debía de apurarse porque eran las once de la noche y a las doce empieza la Ley Marcial. Pero, gracias a Dios, todo salió bien y yo seguí estudiando mi homilía hasta las cuatro de la mañana.
Domingo, 21 de octubre
La Misa se celebró en la Basílica. Había mucha expectativa porque querían oir el Juicio de la Iglesia y su posición frente al nuevo Gobierno. La Voz de Estados Unidos comentó este juicio como un apoyo condicional y así fue de verdad, porque llamé a apoyar y a colaborar en lo justo que proclama el nuevo Gobierno. A tener prudencia y no atacarlo antes de juzgar bien. Pero a ellos también les reclamé la serie de hechos violentos, de atropellos militares que ha habido en esta semana y lentitud que se nota de realizar los ofrecimientos de defensa de los Derechos Humanos, insistiendo principalmente en que deben dar cuenta de los desaparecidos y llamar a juicio a todos los culpables. He tenido muchas felicitaciones por la postura imparcial y justa que quiere tener la Iglesia; al mismo tiempo que, apoyar las esperanzas que puede dar este nuevo Golpe de Estado, que si se sabe aprovechar con sinceridad, puede ser la solución racional que el Papa decía para los problemas de América Latina, donde, según el Papa en la OEA, no hay necesidad de recurrir a la violencia, ya que todos nuestros problemas se pueden resolver por los caminos de la racionalidad. Hubo muchos aplausos en varias partes de la homilía, lo cual indica que estaba expresando el sentir del pueblo. Y dije a la Junta de Gobierno que no era una crítica negativa, sino un apoyo y un estímulo para apresurar sus mismos ideales, antes de dar un sentido de frustración a nuestro pueblo.
Después de la Misa hubo una interesante rueda de prensa en la misma basílica. Televisión, radio y prensa escrita hicieron un interrogatorio muy denso y gran parte del pueblo rodeaba este diálogo, entre ellos el padre Inocencio Alas que me sorprendió y a quien saludé cariñosamente, prometiendo verlo más tarde.
Por la noche, el Padre Inocencio Alas me conversó de sus ocupaciones actuales en Estados Unidos y de sus trabajos en empresas de Nicaragua actualmente. Me insistió en la conveniencia de ir a Estados Unidos, ya que hay allá muchas comunidades latinas que me apoyan y a quienes debo de ir a agradecer y al mismo tiempo estimular en sus esfuerzos de solidaridad. Le prometí que iría, incluso agregamos las poblaciones de San Francisco, California, y Los Angeles.
Lunes, 22 de octubre
He recibido muy buenos comentarios de la homilía de ayer. El juicio se refiere a la justicia que traté de dar en el momento actual, de reclamar contra la nueva Junta de Gobierno varios hechos que desvirtúan propuestas y promesas, pero al mismo tiempo, criticar la actitud violenta, intransigente e impaciente de los grupos de extrema izquierda.
Esta mañana ha habido muchas visitas de sacerdotes y fieles en el Arzobispado. Fui a almorzar a la casa de don Pepe Simán, ya bastante tarde, pues tuvimos que retardar por estas visitas y consultas. Me sentía muy abrumado por no encontrar comprensión en el ambiente acerca del momento político y de la actitud de la Iglesia. A las cuatro de la tarde, tuve una audiencia con elementos de las Ligas Populares 28 de Febrero, que mantienen actitud intransigente. Les ofrecí que podía conseguirles un diálogo con las nuevas autoridades del Gobierno, pero dijeron que tenían que consultarlo a su dirigencia y que no creían ellos que era conducente ya que ellos estaban completamente en desacuerdo porque esta Junta es nada más un estorbo al proceso de la insurrección del pueblo. Traté de hacerles comprender, pero son muy obstinados. A las cinco de la tarde, en el Externado San José, el Socorro Jurídico había promovido una entrevista de prensa con periodistas extranjeros y nacionales y la presencia de las familias de los desaparecidos y reos políticos. Fue muy conmovedor la presentación auténtica de familias que de veras lloran sufren por el desaparecimiento de alguno de los miembros de su hogar. A socorro Jurídico le dió la oportunidad de exponer su posición, muy de acuerdo con la linea del Arzobispado, defensa de los Derechos Humanos, reclamos, denuncias a todos aquellos que ofenden estos derechos, y la actitud terminante de seguir exigiendo el aparecimiento de estos reos que consta por documentos que el Socorro Jurídico tiene bien comprobados.
Martes, 23 de octubre
Tuvimos Consejo Ejecutivo del Arzobispado en que comentamos la situación tan difícil del país. Estuvo presente Fernando Valero Iglesias, que ha traído una invitación de Holanda para que el Arzobispado de San Salvador sea el que motive la actividad que en diciembre hace un organismo ecuménico en Holanda. En ocasiones anteriores han actuado Monseñor Helder Camara y Monseñor Méndez Arceo y quieren presentar obispos latinaoamericanos en unión con su movimiento ecuménico, que presta este servicio de ayudas a obras latinoamericanas. También fue una mañana muy densa de visitas, entre ellos los padres Majano, Rivera y Rodas de Santiago de María, que vinieron a invitarme para el veinticinco aniversario de aquella Diócesis que será el 02 de diciembre. Se me propuso que tres días serían la celebración, dedicando uno a cada obispo de aquella diócesis, por tanto, me dedicaban el segundo día en honor de la Santísima Virgen y me ofrecían un acto después de la Misa y que me quedara el domingo en que habrá una concelebración que se espera con la asistencia de todos los obispos. Naturalmente, acepté, ya que se trata de una Diócesis que yo serví y donde hoy sirve con tanto cariño Monseñor Rivera, que es para mí un verdadero apoyo pastoral.
Pepe Simán y el Padre Goyo Rosa, el Padre Fabián, Monseñor Urioste, el Gerente de la radio, analizaron la actitud de la radio y de los medios de comunicación, que tiene que ser muy delicado en este momento tan difícil de nuestro país. También Pepe Simán y Monseñor Urioste me arreglaron y coordinaron mi próximo viaje a los Estados Unidos.
Fui a almorzar con un grupo de sacerdotes que tenían un retiro espiritual con los padres del Opus Dei en Clara Luna. El tema que meditamos fue la carta del Papa Juan Pablo II a los sacerdotes en la Semana Santa de este año. El Padre Fernando me orientó acerca de una carta que ha sido sustraída de la Congregación para Obispos y que parece que se ha distribuido con mala voluntad, para difamar la ora del Opus Dei. Yo le dije que quería estudiar el asunto y comentarlo luego con él. Por la tarde, entrevista con televisión Sueca en el hospital. También un periodista italiano siempre en el mismo sentido de captar mi pensamiento acerca de la posición de la Iglesia en este momento del País. Los conceptos que yo vertí son los mismos de la homilía del domingo recién pasado. Tuve que suprimir la visita al doctor Semsch, porque tuve que ir a grabar mi programa de mañana, ya que mañana no tendré tiempo por ir a La Libertad y por la noche, también tuve una cena en la casa del doctor Chávez con Monseñor Urioste, el Padre Estrada, el doctor Morales Erlich, del Demócrata Cristiano, un nuevo Ministro, el Ministro de Planificación y otros dos industriales jóvenes. Fue una conversación muy rica de experiencias, de criterios bastante abiertos. Me dió la impresión de que en el mundo empresarial hay también mentes muy cultivadas y muy sensibles a la cuestión social. Por mi parte, creo haber expresado entre ellos el pensamiento genuino de la Iglesia y un llamamiento a las clases pudientes para que facilitaran el cambio que nuestro pueblo necesita.
Miércoles, 24 de octubre
Hoy es el día del hospital y en mi diálogo radial me refería, en parte, a este acontecimiento recordando que el enfermo es el centro del hospital y en torno de él se felicitaba y se admiraba a los médicos, enfermeros, etc., que trabajan, ojalá, con el espíritu de Cristo, que todo lo que se haga a un enfermo se le hace al mismo Cristo.
Pero mi actividad pastoral se desarrolló todo este día en la parroquia de La Libertad. A las nueve de la mañana, una preciosa tanda de trescientas confirmaciones, todos mayores de doce años, bien preparados en las respectivas comunidades de los cantones, de los barrios de La Libertad. Y después, en el cantón Cangrejera, a las dos de la tarde, otra tanda de confirmaciones, ciento cincuenta jóvenes que también estaban muy bien preparados. Gracias a Dios que concelebramos con lo dos padres norteamericanos y el Padre Manuel que trabaja en Ateos y así pudimos, entre los cuatro, confirmar y mantener un entusiasmo litúrgico en la muchedumbre. Felicité a los sacerdotes, a las religiosas y a los catequistas y a todos los colaboradores e invité al pueblo a aprovechar esta difusión del Espíritu Santo para promover más nuestro cristianismo como comunidad y en esta hora de la patria ser verdaderamente cristianos a la altura del momento.
Por la noche, me visitó el Señor Herson Meyer, del Concilio Ecuménico Mundial de Suiza, que vino a visitarme con Valero Iglesias, a platicar sencillamente, como un saludo, ya que está de tránsito de regreso para Suiza.
Hubo llamadas de casa presidencial que no pude atender por estar fuera de la sede Arzobispal, como he dicho, en La Libertad.
Jueves, 25 de octubre
Esta mañana tuve una interesante consulta acerca de la situación política del país. Muy aleccionadora, ya que uno de los participantes es especialista en estos análisis. Concluímos la necesidad de hacer una reflexión más larga y concertamos para el próximo lunes pasar toda la mañana en Belén e invitar a otros que son parte decisiva en el Gobierno de la Arquidiócesis.
Por la noche, reunión del Seminario Mayor y Menor con la Comisión Arquidiócesana de Seminario. Se expuso la idea de compenetrar estas dos entidades a fin de que el seminarista sienta que un grupo de presbíteros, representantes de todo el presbiterio, les ofrecen toda la colaboración de los sacerdotes y para que ellos, los seminaristas, vayan introduciéndose en su futuro Ministerio que ha de ser junto con todos los sacerdotes.
A las ocho de la noche fui a casa del ingeniero Román Mayorga Quirós, miembro de la Junta de Gobierno Revolucionaria. Lo noté sumamente cansado y muy preocupado de la situación, sobre todo, por la rebeldía de la extrema izquierda. Pero traté de infundirle ánimo y de decirle que la responsabilidad del momento es grande y que Dios tenía que ayudarles. La reunión fue en su casa y la esposa de Mayorga nos atendió con mucha finura.
Viernes, 26 de octubre
Celebré la Misa en el Instituto Carmelitano, donde ya hace muchos días he prometido venir a celebrar la Misa y hoy la hicimos como clausura de las labores escolares.
El almuerzo fue en casa del Embajador de Estados Unidos, que junto con los dos colaboradores nos atendieron a Monseñor Urioste, al Padre Estrada y a mí. Fue una conversación muy interesante, sobre todo, acerca del cambio de Gobierno y tratamos de insinuar la ayuda que pudiera Estados Unidos prestar en este cambio para que fuera pacífico. Ofrecieron hacer todo lo que está a su alcance.
A las cuatro de la tarde celebré una Misa por uno de los jóvenes caídos en las represiones de San Marcos la semana pasada.
Me visitó el coronel Jaime Gutiérrez, principal de la Junta de Gobierno Revolucionaria, que explicó las dificultades acerca de nuestros reclamos, principalmente el tratarse de los desaparecidos. Noto que hay verdaderas dificultades en el interior del Ejército y manifestamos con toda claridad nuestra preocupación si no se resuelve, a satisfacción del pueblo, este asunto tan delicado. También hubo oportunidad de ofrecerle nuestros servicios, dentro de la autonomía de la Iglesia, y también para poder exigir cosas que pueden ofender a la Iglesia o retardar el proceso que ellos quieren iniciar y emprender, para lograr los cambios pacíficos que el país necesita. Fue una conversación muy interesante y participan también Monseñor Urioste y el Padre Estrada.
Cené en casa de Fernando Valero Iglesias, ya que me ha preparado él un memorandum para planificar el próximo viaje a Holanda por invitación de una Institución Ecuménica.
Viernes, 26 de Octubre… (Continuación)
Por la tarde tuvimos una breve reunión con la Junta Arquidiocesana de Cáritas. El problema es hoy por parte del gerente, Rafael Medrano, que ha escrito una carta muy insolente al Director, Padre Rutilio Sánchez; ha habido necesidad de despedir a un supervisor por ciertos abusos dentro del trabajo de la oficina, fruto de lo cual es una secretaria embarazada a la cual se está dando el tiempo legal. Y, a pesar de todo, está observando mal comportamiento. Es una situación difícil, pero que, les dije a las señoras de la Junta Arquidiocesana, que ellas podían mediar y resolver esta cuestión. Por mi parte, les ofrecí platicar con el Padre Tilo y con el gerente para ver si se agiliza una solución más práctica. Por ejemplo, que Medrano ponga su renuncia, ya que parece que no está contento en esta Institución.
Sabado, 27 de octubre
Fuí a confirmar un buen grupo de jóvenes y niños, preparados en Tamanique, por las hermanas de Maryknoll. Saludé a la Madre Juanita que ha estado ausente por enfermedad de su mamá, la cual murió y le preocupa hoy haber dejado sólo a su papá, pero está muy entregada a esta comunidad. La comunidad de Tamanique me dió impresión de mucha vitalidad. Después del almuerzo, tuvimos una convivencia muy animada. La Misa, desde luego, resultó muy fervorosa y la celebración de la confirmación, una verdadera liturgia sacramental, muy animadora.
Por la tarde celebré la Misa del Seminario Menor al clausurar sus trabajos. A la hora del Evangelio compartimos entre todos las reflexiones y resultó una animación muy bonita para la acción de gracias al Señor al terminar el año.
En el arzobispado hubo varias visitas a esta hora y una pequeña entrevista de prensa y televisión ya que se trata de periodistas de Venezuela y de otros países, que tienen que regresar mañana muy temprano.
Esperábamos a un miembro de la Junta de Gobierno, el ingeniero Mario Andino, pero no llegó. Tuve que hablar por teléfono a casa Presidencial por otro asunto y estaban en reunión de emergencia.
Domingo, 28 de octubre
La Misa en la Basílica estuvo muy concurrida; la homilía ha sido comentada con bastante elogio, aunque no han faltado voces discordantes de la línea política que quisieran que uno llevara.
Por la tarde, fui a la parroquia de Colón, en el cantón Delicias; hubo una bonita ceremonia de confirmaciones y matrimonios. Catorce parejas que han sido catequizados por catequesis de aquella región. Después de la Misa, que resultó muy solemne, tuvimos una convivencia con los agentes de pastoral, que a través del micrófono expresaron su entusiasmo por la pastoral y su solidaridad con el pastor. Me dió muy grata impresión el trabajo que allá está haciendo el padre Nicolás Menjívar con las religiosas del Sagrado Corazón y los laicos que son verdaderamente una esperanza.
Olvidaba decir que después de la Misa de la Basílica hubo una rueda de prensa y televisión en que participaron periodistas de Alemania, de Venezuela, de Honduras, Guatemala y no recuerdo cuales otros. También di una entrevista por radio a la YSU, que preguntaba mi opinión acerca de la situación política actual. La dí desde una perspectiva pastoral, como suelo aclarar siempre.
Lunes, 29 de octubre
Toda la mañana la pasamos en el Colegio Belén, de Santa Tecla, junto con Monseñor Urioste, el Padre Estrada, el Padre EllaCuria, el Padre Fabián Amaya, el Padre Moreno y un experto de politología de la UCA, a fin de reflexionar en la situación actual política del país, para tomar medidas pastorales oportunas. El politólogo nos explicó las revoluciones de Perú y Bolivia, para poder tener un marco de referencia a nuestra situación. Y luego nos enfrascamos en el análisis de la situación del país. En la diversidad de opiniones, encontré mucha riqueza de pensamiento porque comprendi que, tanto la Junta de Gobierno como las organizaciones políticas populares que están muy en pugna con el Gobierno, tienen sus puntos positivos y también sus puntos negativos. Y desde allí, la posición de la Iglesia de animar lo bueno, de apoyarlo, tanto en la junta como en las organizaciones. Como también por el amor a la patria y por el bien de la justicia, reclamar contra aquellas cosas que estorban este proceso revolucionario que parece se ha iniciado. De todos modos, sentimos que hay algo nuevo y que tenemos que estar muy atentos a los signos de los tiempos.
El día ha transcurrido en mucha violencia. Cuando pasábamos para Santa Tecla, estaban terminando de quemarse unas llantas puestas frente a la Basílica de La Ceiba. Y hacia el mediodía hubo tiroteos en el centro, donde hubo también muertos. También por la tarde, el Ministro de Defensa me habló por teléfono para decirme que desde la Catedral procedía unos tiros hacia el Palacio Nacional, pero que los cuerpos de seguridad estaban con la consigna de agotar toda su paciencia y no repeler, mientras no fuera absolutamente necesario y pedía una intervención mía en los habitantes de la Catedral. Yo mandé al Padre Sigfredo, quien se encontró allá con Monseñor Modesto López, Rector de Catedral, quienes habían andado viendo alrededor de la Catedral y no notaron nada anormal, fuera de que la Iglesia está ocupada, cerrada y desde dentro sí salen consignas por los micrófonos en el sentido que ya es conocido, de parte del Bloque Popular Revolucionario. Hay incertidumbre en el ambiente, pero esperamos en el Señor que todo vaya saliendo bien.
Los Ministerios de Trabajo y Economía, que han sido ocupados desde hace ya varios días por el Bloque, ha anunciado que saldrán hoy los rehenes, menos los titulares de los ministerios, que seguirán en ese cautiverio.
La YSAX me pidió un pequeño comentario a la situación y reprobé los actos de violencia y me alegré de la libertad de los rehenes, pero con ese mismo derecho de la libertad, pedí que todos fueran rescatado a la libertad muy pronto. También se me preguntó sobre la situación de Catedral y dije lo que ya he expresado, que no hemos notado nada anormal y que también la ocupación de templos, ministerios y otros escándalos no son constructivos; sobre todo, cuando se está haciendo un llamamiento al diálogo. Invité a la creatividad política, a aprender el lenguaje político en vez del lenguaje violento, ya que hoy es un momento muy peligroso para usar la violencia en este ambiente tan explosivo. Y, en cambio, es muy constructivo expresar, en un pluralismo legítimo, las opiniones de los diversos sectores del pueblo. Abogué nuevamente por la paz y por un camino más racional hacia la justicia y hacia la paz.
La Escuela Catarina Di Maggio, cuya directora es Sor Socorro, vino con una representación de alumnas a entregarme un cheque de quinientos colones que en la escuela han colectado con actividades para ayudar a nuestra emisora YSAX. Sostuvimos una conversación muy simpática, que es una completa solidaridad con el pensamiento de la Iglesia.
Por la noche, me invitó el doctor Chávez a cenar junto con el ingeniero Napoleón Duarte. Está recién regresado de su destierro de Venezuela. El fue candidato por el Demócrata Cristiano, junto con el coronel Molina, que subió a la presidencia, según el rumor popular, por fraude. De modo que Duarte se consideró presidente durante todo este período que vivió en el destierro. La nueva Junta de Gobierno ha levantado sus destierros y Duarte ha regresado. Allí, en la casa del doctor Chávez, vimos la conferencia por televisión del mismo ingeniero Duarte, que aludió con mucho elogio a mi persona, como mantenedor de la esperanza del pueblo y él se ofreció a colaborar desde el campo político en esta misma lucha del pueblo. Fue una conferencia muy sólida y de mucha esperanza. En la conversación viva con él, también mantuvimos los distintos puntos de vista acerca de la situación actual del país y el doctor Chávez decía que Duarte y yo éramos dos personas, que en nuestro propio campo, el Señor había suscitado para orientar a este pueblo. Por mi parte, quiero agradecer estas honrosas apreciaciones y que corresponden a un cumplimiento de mi misión evangélica. Así como estoy de acuerdo en que el Ingeniero Duarte tiene dotes de líder y, sin duda que es un hombre carismático para esta hora. Debe cuidarse mucho porque hay muchos enemigos que no quisieran que tuviera tanto arrastre en el pueblo.
Martes, 30 de octubre
Celebramos Consejo Ejecutivo para tratar principalmente de la Secretaría de Comunicación Social que Fernando Iglesias proyecta para pedir un subsidio a Holanda y montar una buena Secretaría de Información. También tratamos de coordinar la ayuda para la radio YSAX, ya que se han retirado todos los anunciantes y es una buena oportunidad para sostener una radio independiente meramente cultural. Se encargaron al gerente, Teto Samour, y al Padre Gregorio Rosa de ultimar detalles para esta campaña de sostenimiento de la radio.
Fui a ver al médico, el doctor Basagoitia, después de llevarle exámenes de sangre y, gracias a Dios, me dice que la salud está bien, aún mejor que en el último examen que me hizo. Le doy gracias a Dios y le prometo seguir usando mi vida al servicio de su Iglesia.
Por la tarde, celebré la Misa en el Hospital de la Divina Providencia, por eterno descanso de los cuatro muertos, campesinos, entre ellos, el recordado Polín. Son cuatro campesinos que murieron acribillados por las balas de militares, allá en camino de Santa Ana.
Por la noche, una reunión con los alumnos del Seminario Menor de tercer año de bachillerato; son catorce jóvenes, todos ellos dispuestos a continuar sus estudios para el sacerdocio. Unos en la vida del sacerdocio Diócesano y otros en el religioso. Conversamos mucho sobre la vocación, sobre los problemas actuales del país, sobre la esperanza que en ellos tengo. Las hermanas del hospital nos sirvieron pupusas y chocolate y fue una convivencia muy amena.
Por la noche, preparé el discurso que, si Dios quiere, pronunciaré en el Consejo de Iglesias de Nueva York. Todavía no he podido terminarlo.
Miércoles, 31 de octubre
Hoy me levanté muy temprano para continuar mi trabajo del mensaje de pastoral que me han pedido los miembro del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas en Nueva York. He continuado trabajando los ratos que puedo, pero ha sido muy intensa la mañana de visitas, porque desde la siete y media fui a hacer mi grabación para el programa del mediodía, sobre la situación del país y sobre otros puntos que consulta el pueblo. Tuve también reunión con la Vicaría de Aguilares para tratar el asunto del Padre Joaquín Brizuela y de la pastoral de Ciudad Arce. Parece que el Padre Brizuela prefiere irse a otra Vicaría; posiblemente, a la de Cuscatlán, en la parroquia de San Rafael Cedros, cuyo párroco, el Padre Leopoldo Deras, le propuso un cambio, para pasar él a Ciudad Arce.
Tuve una entrevista con televisión inglesa y televisión de Guatemala y otros periodistas siempre interesados en conocer el pensamiento del Arzobispo en la situación actual del país.
Por la tarde, no pude asistir a la Misa de El Paraíso, que había prometido a los niños que se iban a consagrar hoy como Montañeros, pero le supliqué al Padre Sigfredo que llevara mi representación. Yo me he dedicado este día a concluir el trabajo ya mencionado para mi viaje a Estados Unidos.
Jueves, 01 de noviembre
Desayuné con el equipo de Seminario, para tratar algunos asuntos de las relaciones entre el Seminario Interdiocesano y nuestra Arquidiócesis de San Salvador. Se refirieron, sobre todo, al local del Seminario San José de la Montaña, que aunque es propiedad de la Arquidiócesis, es conveniente dejarlo absolutamente al Seminario Interdiocesano; por tanto, el equipo sugiere el retiro del Arzobispado para evitar inconvenientes que surgen en el conflicto con los otros señores obispos. También se trató el asunto de las ocupaciones de cuartos para oficinas que está en el mismo asunto anterior. Lo principal es el informe de los seminaristas a fin de no provocar entre el Seminario y las Arquidiócesis, como fue el año pasado. Yo les sugerí que para eso convenía lo que ya se ha iniciado, gracias a Dios, mayor diálogo entre el equipo y la comunidad de la Arquidiócesis, a través de la Comisión de Sacerdotes de la Arquidiócesis. Es un grupo de sacerdotes de diversas tendencias, que puede dar un criterio también al equipo para un informe conjunto acerca de nuestros seminaristas.
Esta mañana ha sido de mucho trajín en el arzobispado. Entre otras visitas, la de don Lencho Llach, preocupado de que en la ocupación de los Ministerios hay también personas dedicadas al café que andaban arreglando asuntos de pequeños y medianos cafetaleros y fueron atrapados por la ocupación. Vinieron también representantes del Bloque Popular Revolucionario con quienes compartí mis opiniones, distintas naturalmente de ellos, acerca de la situación actual. Y aproveché para pedirles una pronta resolución de las ocupaciones de los Ministerios. Ellos son muy dogmáticos en sus modos y es difícil diálogar cuando ya se traen ideas fijas. Sin embargo, traté de ser lo más amable, a fin de dejar abierta la posibilidad de diálogo con ellos.
Fui a almorzar a la casa de don Pepe Simán donde también fue Monseñor Rivera y Monseñor Urioste, y platicamos de la conveniencia de nuestro viaje a Estados Unidos, aunque siempre queda pendiente de las circunstancias que son tan variables en estos momentos.
Por la tarde, tuve la Hora Santa con mucha concurrencia en la capilla del hospital, donde saludé a varias personas, que están hoy en el Gobierno o que tienen opiniones muy interesantes acerca de esta situación.
Terminé hoy, pasando a máquina el discurso, o mejor dicho, el mensaje pastoral que llevaré al Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en Estados Unidos, el próximo ocho de noviembre. Cuando terminaba este trabajo, ya casi a las nueve de la noche, llegaron llamadas de Casa Presidencial muy alarmantes y me suplicaban ir a intervenir en la Iglesia del Rosario, ocupada por la Liga 28 de Febrero, ya que habían capturado un guardia nacional y el cuartel de la Guardia estaba exigiendo a la Junta de Gobierno y a sus autoridades que iban a rescatar, vivo o muerto, a este guardia. Traté de comunicarme con Monseñor Urioste, con el padre Rogelio y fuimos a la Iglesia del Rosario, donde nos informaron los dirigentes de las Ligas que era cierto, que habían capturado a este guardia porque iba con armas, en forma clandestina a meterse al templo y ellos creían que llevaba mala intención porque llegaron también con él otros dos agentes armados, a los que no pudieron capturar y que habían estado avisando al Fiscal de la República para que fuera a recogerlo en forma oficial, pero que no habían tenido respuesta del Fiscal. Yo les pregunté si me lo podrían entregar a mí y me dijeron que sí, mediante un documento y testigo. Yo informé ésto a Casa Presidencial; se alegraron mucho de que fue tan fácil la solución, pero no creía que se iba a complicar tanto ya que luego insistieron los de las Ligas de que debían entregarlo al Fiscal para su mayor garantía. Monseñor Urioste se comunicó con el Fiscal y le pidió su presencia que era muy necesaria en este momento. La tardanza del Fiscal complicó la situación, ya que casi a las doce y media comenzaron a verse guardias nacionales que llegaban a este “rededor” de la Iglesia del Rosario. Traté de informarme con el dirigente de este operativo, el cual me dijo que había una presión muy fuerte en el Cuartel de la Guardia Nacional. Hacia la una de la mañana querían venir todos; traté de calmarlos; el coronel que dirigía esta operación cayó en razón, pero noté que los guardias estaban sumamente agresivos. Hasta me dijeron palabras bastante fuertes y se notaba que no tenían paciencia y que estaban dispuestos a emprender, a la una de la mañana, para la que ya faltaban poco minutos. Dije a los de las Ligas que apresuraran la entrega del guardia; ya estaba hecha el acta; el Fiscal también estaba de acuerdo y así fue que entregamos, pero al recibir al guardia, a pesar de notarse una distensión, comenzaron a decir que había también otros dos policías y que venían a recogerlos también a ellos. Negamos que hubiera más capturados, pero ellos no creían y parece que complicaron la cosa con la Policía Nacional. El guardia que había sido liberado causó tranquilidad en el Cuartel de la Guardia, donde se terminó la agresividad, pero el cuartel de la policía estaba para insurreccionarse exigiendo la devolución de sus policías capturados, según ellos. Estuvimos deliberando. El Fiscal se sentía muy nervioso. También los coroneles que habían venido de Casa Presidencial y de la policía sentían que había algo incontrolable. Propusimos un cateo que policías conocidos de los desaparecidos, según la policía, revisaran el interior de la Iglesia. Pero las Ligas pedían que entraran desarmados. Y así fue que dos policías vestidos de civiles, desarmados, a quienes acompañé junto con el Padre Alejandro Peinador, dominico de aquella Iglesia, y un miembro de la Comisión de Derechos Humanos, acompañamos a los dos policías que iban viendo uno por uno a todos lo ocupantes del templo y también los ferétros, veintiún cadáveres que estaban insepultos, que van a ser sepultados, en una fosa que se cava dentro de la Iglesia, porque según los ocupantes, tenían mucho peligro al llevarlos a enterrar al cementerio. Gracias a Dios, no apareció ningún indicio de los policías, y, al mismo tiempo, se informó que ya habían encontrado uno en su casa. Esto también trajo el respiro de la otra presión de la Policía Nacional y así pudo tranquilizarse aquel ambiente. Sin embargo, me pidieron los ocupante que me quedara, por cualquier cosa, y los padres dominicos me adaptaron un cuarto; lo mismo hicieron con Monseñor Urioste, y así otros personeros de Derechos Humanos se quedaron a pasar la noche.
Viernes, 02 de noviembre
Día de los difuntos. A las seis de la mañana regresé de la Iglesia del Rosario. Recibí luego llamadas telefónicas de Casa Presidencial para agradecer la intervención. Aproveché para describir como veía yo la situación en los cuerpos de seguridad: Unos jefes que sí son educados y que quieren tranquilidad, pero unos agentes que pueden insubordinarse y que en un momento de desobediencia pueden ser fatales. Me alegré de haber intervenido y les dije que estaba a la orden, que para eso era el servicio de la Iglesia. He pasado el día descansando porque los desvelos me hacen mucho daño.
Sin embargo al mediodía celebré las tres Misas por los difuntos. Y por la noche, esperé la visita de unos militares jóvenes, que por medio del Padre Gutti, me habían pedido audiencia, pero a última hora avisaron que los habían llamado de Casa Presidencial de emergencia y que sentían mucho, dejando para después esta entrevista.
Sabado, 03 de noviembre
Pasé toda la mañana en la parroquia de La Palma, Chalatenango, donde el padre Franciscano, Vitto Guaratto, daba el título de la academia de corte y confección a un nuevo grupo de jóvenes, que durante dos años se han preparado para ese Arte. También bendijimos la casa en construcción que el Padre destinará para fomento de la vida espiritual y también para cursos de promoción de todas las clases humanas de aquella bella parroquia. Fresco el ambiente, gente muy buena. Se está desarrollando una gran labor de promoción, tanto por parte del párroco, como de parte de las cooperativas, la Semilla de Dios, que es una industria que está siendo ya explotada como fuente de turismo. En fin, es un conjunto muy bonito de trabajo y oración. Allí tienen también su casa las hermanas carmelitas de San José, cuyas novicias estaban en Misa y luego, nos llevaron a pasear a esa bella residencia.
Por la tarde, más bien, por la noche, saludé al coronel Claramount que ha regresado de su exilio de Costa Rica y estuvimos comentando la delicada situación del país, si la junta de militares jóvenes no toma asesoramiento de los viejos militares expertos, entre los cuales, el coronel Claramount se ofrece desinteresadamente a ayudar.
Después tuvimos una entrevista con dos representantes de las Ligas Populares Revolucionarias, con quienes comenté la ocupación del Rosario, el entierro de veintiún muertos en aquella Iglesia y aclaré varias situaciones que les culpan los partes oficiales y que, según ellos, son de otra manera. Les invité a abrirse a la capacidad de diálogo y de colaboración, pero ellos están bastante aferrados a sus principios y es difícil que esta gente admita el diálogo de colaboración por el bien común de la patria; quieren hacer prevalecer únicamente sus criterios de organización.
A continuación estuve con el Padre Moreno, con Monseñor Urioste y con Beto Cuéllar, para revisar la semana y formarnos un criterio que será el que me inspirará mi actuación en la homilía de mañana. Se trata de equilibrar una situación muy delicada de los abusos de los cuerpos de seguridad, de la buena voluntad de la Junta de Gobierno, del rechazo de las organizaciones políticas populares. Pero con la ayuda de Dios, la inspiración del Espíritu Santo y con mi deseo sincero de ser justo y de ayudar sinceramente al pueblo, creo que me he formado los criterios suficientes para poder animar y denunciar en mi homilía de mañana a la luz de la Palabra de Dios.
Domingo, 04 de noviembre
Concelebré en la basílica con cuatro sacerdotes que cumplieron sus veinticinco años de vida sacerdotal: El Padre Antonio Vides, el Padre Andrés Alvarenga, el Padre Joaquín Brizuela y el Padre Oscar Martel. Había uno de San Vicente, pero no pudo ser controlado. Al mismo tiempo, el Padre Ramiro Jiménez, pasionista, concelebró con nosotros, ya que era nombrado párroco de la basílica en esa misma mañana. Aproveché la homilía que habla del sacerdocio de Cristo Eterno, mientras los sacerdotes que pasan en el tiempo son sustituidos; de la epístola a los Hebreos, y también tomando de las otras lecturas, cuál es el ministerio de los sacerdotes, la defensa del monoteísmo frente a tantas idolatrías denuncie las idolatrías de nuestra Sociedad, como lo digo en la carta pastoral; también, constructor de la civilización del amor y Ministro del verdadero culto al Dios vivo. Después de la misa, compartimos con los sacerdotes y algunos de sus comunidades un pequeño refrigerio en el convento de la basílica, donde también se armó una rueda de prensa y televisión de periodistas extranjeros y algún nacional. Ya se va haciendo costumbre esta entrevista después de la Misa, lo mismo que otras entrevistas particulares, que le dan un ambiente muy pastoral, muy de familia, a esos momentos después de la Misa.
En Metapán celebraban su centenario de fundación las franciscanas de la Inmaculada Concepción. Me habían invitado a almorzar, pero sólo hice una alusión en la Misa y les supliqué que me dispensaran. También no pude asistir a la convivencia de las comunidades catecumenales, que celebraban su proceso de exorcismo en una casa de retiro de Planes de Renderos. Fui a cenar con las hermanas del Colegio de la Sagrada Familia en su finquita de Planes, y fue un ambiente de descanso y de mucha cordialidad.
Nuevamente esperé esta noche a los militares jóvenes que, según el Padre Gutty, iban a llegar, pero tampoco pudieron llegar.
Lunes, 05 de noviembre
A las ocho de la mañana tuve la visita de dos periodistas, uno holandés, otro de Irlanda y otra salvadoreña que trabaja en Guatemala. Siempre el mismo cuestionario, pero me da la oportunidad de adaptarlo y de ser cada vez más preciso, acerca de la situación del país y del trabajo de la Iglesia como Iglesia.
Recibí una carta del señor Nuncio de Costa Rica, traída por una religiosa Salesiana, en la cual, en forma confidencial, me comunica que de la Secretaría de Estado del Vaticano le han suplicado que me advierta que ha llegado allá, de fuente fidedigna, la noticia de una amenaza contra mi vida de parte de la extrema izquierda. Esta eventual amenaza que pueda trocarse en realidad, tiene por finalidad, crear problemas a la nueva Junta de Gobierno y aumentar la confusión en nuestro pueblo. No ha dejado de preocuparme, dado la seriedad del conducto, ya que muchas de estas noticias la he recibido únicamente como comentarios populares, pero aún así, creo que le daré la importancia que he dado siempre: Un ciudadano prudente, pero sin exageraciones. Consulté de ésto con Monseñor Urioste, quien está de acuerdo conmigo, que pueden ser las mismas bolas populares que llegan también a los altos ambientes del Vaticano. También lo comenté con dos personeros del Gobierno que vinieron a visitarme, y los cuales me dijeron que era conveniente denunciarlo en público y que si quería me daban ellos garantía, hasta un vehículo blindado. Pero les dije que quería seguir corriendo los mismos riesgos de mi pueblo, y que no sería edificante una seguridad de esa clase. Aproveché para exhortales a apresurar hechos que vayan conveniendo al pueblo que se va desilusionando si no ve una actividad más rápida en el Gobierno. Ellos me explicaron que en algunos comandos de los cuerpos militares hay ciertas personas que no les dan confianza y que pueden ser las causas de alguna traición, pero que van a purificar esos puntos. Platicamos de otros aspectos del nuevo Gobierno y les agradecí la confianza y les ofrecí mis servicios dentro de mis capacidades pastorales.
Fui a visitar al señor Nuncio, el cual me había pedido una audiencia, y por la noche comentamos esta noticia de la nunciatura de Costa Rica. El me ofrecía que avisaría allá el haber recibido la carta, como le pide aquel Nuncio. Comentamos también la situación de los obispos. Le pedí que hiciera todo lo posible para impulsar nuestra unidad, pero a base de una reflexión seria de la situación del país. El me dio la razón y promete hacer todo lo que esté a su alcance. También comentamos la situación del país, y él está preocupado de que el Vaticano aún no ha dado su aprobación al nuevo régimen, lo cual a él le interesa para no quedar tan en la cola. Se extraña de que el nuevo Gobierno, sobre todo el nuevo Ministro de Relaciones, no haya tenido todavía una comunicación con él. Se nota una preocupación diplomática en nuestro Nuncio.
Desde las tres de la tarde, están reunidos en la Embajada de Nicaragua miembros de la Junta de Gobierno con miembros de la dirigencia del Bloque Popular Revolucionario para negociar la libertad de los rehenes de los Ministerios de Trabajo y de Economía y, sobre todo, el pliego de peticiones que el Bloque quiere obtener a toda costa. Las negociaciones llegaron hasta las nueve de la noche y suspendieron para continuar mañana a las ocho de la mañana. Con mi colaborador de los diálogos, el seminarista Octavio, preparé un breve diálogo para dar a conocer esta amenaza a la que me referí antes y dar mis impresiones de serenidad y tranquilidad; decir que es corriente que quien se dedica a predicar la verdad y la justicia sea signo de contradicción en el mundo y que su voz, aunque la callara la muerte, siempre seguirá sonando en la conciencia de quienes piensan lo mismo. También me referí a la suspensión de mi viaje a Estados Unidad en vista de lo delicado de la situación en el país. Y también comenté, agradeciendo las palabras del Ministro de Relaciones de Honduras, que me mencionó como posible elemento de trabajar la paz con aquel país. Y otros puntos que por el momento se me han olvidado, pero que son una micro-entrevista que la AX quiere comenzar a propiciar para recoger diversas opiniones acerca de las situaciones y coyunturas.
Martes, 06 de noviembre
Esta mañana como primer martes, fue la reunión del clero, al que asistieron muchos sacerdotes de la Arquidiócesis y numerosas religiosas y laicos que trabajan en la pastoral de nuestra Arquidiócesis. El punto de estudio era el conocimiento de las organizaciones políticas populares. Se habían invitado las tres principales que son: FAPU, BLOQUE POPULAR REVOLUCIONARIO, Y LIGAS POPULARES 28 de FEBRERO, pero este día el Bloque y Las Ligas tienen otras actividades y no pudieron asistir, pero escuchamos una explicación muy interesante de la Ideología y de las Estrategias del FAPU. Se trata de una lucha por un Gobierno del pueblo para el pueblo, explicó el Secretario General de la Agrupación…
El Secretario General del FAPU explicó la Ideología y las estrategias de su organización en la reunión del Clero de este primer martes. Después nos distribuimos en grupos por vicarías a hacer estas dos preguntas: primero, ¿qué incidencias pastorales hay en esta realidad de las organizaciones políticas populares? y segundo, actitud de la Iglesia.
La reflexión por grupos fue muy enriquecedora porque cuando llegó al plenario se dio un conjunto de ideas muy positivas que afianzan más nuestra pastoral de encarnación en la realidad nacional, afianzando, sobre todo, la identidad de la Iglesia. Por eso, como conclusión, yo les enseñaba que me había llamado la atención la claridad con que los organizados exponen sus ideas, la naturaleza de su organización, sus estrategias y que ojalá nosotros, agentes de pastoral, teniendo toda una teología, toda una tradición de la naturaleza, misión y vida de la Iglesia, tomemos cada día más conciencia y sepamos expresarla no sólo para explicar lo que es la Iglesia, sino para vivirla con verdadera identidad de Iglesia, sin salirnos de nuestra línea eclesial, desde la cual podemos hacer tanto bien a las mismas realidades políticas, pero en la medida en que seamos auténticamente la Iglesia de Jesucristo. También les expresé como estos hombres de las organizaciones se muestran tan entregados al trabajo liberador del pueblo y que eso lo comprendemos plenamente, pero nos aflige el pensar que esta lucha es solamente inmanente, sólo de las esclavitudes y realidades terrenales, políticas, económicas, etc., que todo eso lo podemos comprender y ser solidarios con esos esfuerzos liberadores, pero desde nuestra perspectiva que es mucho más completa, porque arranca de la liberación del pecado y promueve al hombre hasta la dignidad de hijo de Dios, heredero de la eternidad de Dios y, por eso, estamos más capacitados para comprender las liberaciones de la tierra y orientarlas a la gran liberación de Cristo. Y también les dije a los agentes de pastoral, que la unidad que estas fuerzas demuestran es secreto de sus eficacias y que nosotros también, ya que tenemos una teología sobre la comunión, que procuráramos no dispersarnos ni mucho menos criticar unos contra otros, ni mucho menos separarnos de los ideales y de los objetivos que el obispo, como principal responsable de la pastoral, señala a la pastoral de la Arquidiócesis. Cuando haya diferencias que dialoguemos y nos entendamos y procuremos nunca romper nuestra comunión de Iglesia. También les anuncié la invitación de la Diócesis de Santiago de María, que va a celebrar sus veinticinco años el próximo 02 de diciembre. Fue una reunión muy cordial, muy enriquecedora de ideas y de propósitos pastorales.
Por la tarde, un padre de los franciscanos de Gotera, que vino con otro sacerdote de una Diócesis de Irlanda, me hicieron una entrevista por televisión para llevarla a su país sobre la realidad de nuestra Iglesia y de nuestro país. Esta tarde nos ocupamos de una reunión de la Comisión del Seminario con el equipo formador de Seminario. Fue muy enriquecedora también, ya que se va ganando mucha confianza entre estos dos sectores que antes parecían un poco antagónicos; hemos objetivado nuestra reunión y nuestro trabajo mutuo en bien de nuestros futuros sacerdotes, que cuanto más unidos miren al Clero y al equipo formador, tendrán más impulso también de una formación auténticamente sacerdotal.
Por la noche, el nuevo Ministro de Salud, doctor Badía, visitó la Comunidad del Hospital de la Divina Providencia y compartí con ellos una amena plática en que se muestra mucho optimismo y muy buena voluntad de servir al país en ese campo tan necesario de la salud. El doctor Badía, el nuevo Ministro, quizas es el médico más capacitado en conocimiento de medicina social y conoce bien los problemas de salud de nuestro pueblo y es un hombre de muy buena voluntad, muy honesto y muy competente, por lo cual creo que ha de hacer mucho bien. Ya vino a ofrecer sus servicios a este hospital y ha logrado algunos subsidios también, no oficiales, sino de instituciones benéficas. Lo cual indica el deseo de servicio a esta clase de obras.
Miércoles, 07 de noviembre
Como le había prometido al doctor Lara Braun, llamé por teléfono a Nueva York para confirmar mi propósito de no poder asistir a la reunión ecuménica del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas que comienza mañana, jueves; pero esta tarde me habían programado en la Catedral de San Patricio una Misa con los salvadoreños y centroamericanos de aquella gran metrópoli. Expresé por teléfono mi pena de no poder asistir, pero al mismo tiempo, le explicaba mi compromiso pastoral de estar con mi pueblo. El comprendió perfectamente y me manifestó, más bien, una admiración de parte de aquella reunión y que tendrán muy en cuenta para sus oraciones esta situación del país. Le dicté por teléfono algunos conceptos del mensaje que tenía preparado y que se han enviado por correo, así como también un mensaje para los salvadoreños que se van a reunir esta tarde en la Catedral de Nueva York. La entrevista telefónica fue grabada y se transmitió en la entrevista que todos los miércoles divulgo a la una de la tarde. En esta entrevista de la una también iluminé problemas como el reconocimiento del nuevo Gobierno por parte de la Santa Sede.
A las cuatro de la tarde tuvimos una entrevista entre la radio católica y el FAPU, que se queja de que hay comentarios que no distinguen bien la labor de ellos y la confunden con otros grupos izquierdistas. Se aclararon muchas cosas, malentendidos y se les ofreció que, cuando tuvieran algo que aclarar que con gusto les reproduciríamos sus aclaraciones, toda vez que correspondieran a la verdad y fueran siempre criterios positivos para la construcción del bien común del país. También en reunión de radio, después de esta entrevista, acordamos nombrar al nuevo Contador, al Auditor de la YSAX.
Después, dos entrevistas de televisión de Alemania y de Inglaterra y, por último, una visita del doctor Lorens, que va para la reunión ecuménica de Nueva York, y quiso darme un saludo, al cual yo también le transmití un saludo y un abrazo para aquella Congregación y le dí también mis mensajes en español e inglés, por si no habían llegado. Fue una entrevista muy cordial y comprendió perfectamente que no podía ir. Platicamos mucho de la situación y que con gusto esperamos el ofrecimiento que el doctor Lara me hizo por teléfono de que vendría él a traer un saludo y una solidaridad de aquella reunión. Tuve también una entrevista privada con el doctor Saca y el doctor Badía, en que enfocamos con mucha confianza varios aspectos del nuevo Gobierno y prometimos ayudar a apoyar la buena voluntad y todo lo bueno que vayan haciendo. Así como de mi parte, reiteré el propósito de ser fiel, ante todo, a mi Iglesia que tiene que ser conciencia en la historia y, por eso, también, tiene que criticar las cosas inconvenientes y apoyar lo que sea siempre una avance de la Humanidad hacia el Reino de Dios.
Jueves, 08 de noviembre
Acepté la invitación de la Vicaría de La Resurrección a ir al mar, mejor dicho, al Lago de Coatepeque a festejar al Padre Vides que cumplió veinticinco años de vida sacerdotal. En el Hotel El Lago pasamos un día muy fraternal con el Padre Ramiro, dos padres agustinos de la Colonia Miramonte y un padre josefino de la Colonia Centroamérica. La conversación giró siempre en torno a las circunstancias actuales y de manera concreta yo les preguntaba, y el diálogo fue muy interesante, acerca de la manera cómo podíamos nosotros ayudar una verdadera purificación del Ejército, sobre todo, de los cuerpos de seguridad. El Padre Vides, que fue capellán de la Guardia, es testigo de muchos abusos que allí se cometían y del sincero deseo que, en algunos oficiales, siempre ha existido de renovar, de acuerdo con la Constitución, esta Fuerza Armada, que de no ser una seguridad para el país se convierte en un terrorismo armado. Hay buena voluntad. Yo les anuncié que esta misma noche vendría el Director de la Guardia Nacional a platicar conmigo, porque me pedía orientación, ayuda moral y creía, en conciencia, que la Iglesia tiene que aceptar esos retos, pero saber servir con verdad y sinceridad. Me dieron muchas sugerencias prácticas y, por otra parte, yo había invitado para esta noche a asesorarme al Padre Fabián Amaya y al Padre Jesús Delgado.
Al regresar del paseo del Lago de Coatepeque, por la noche, llegó el Director de la Guardia, Coronel Eugenio Vides Casanova, quien de manera muy respetuosa, expresó que había oído desde hace mucho tiempo mis homilías y cuando no está aqui en San Salvador deja que su hijo se las grave para poderlas oir después. Y me felicitaba por la Ideología que él ha tratado de captar y que cree que es la que urge en el país. Me alegré de esta coincidencia y de este deseo de un hombre que no sólo es militar, sino que es un profesional que ha estudiado en el extranjero y que tiene verdadero deseo de que todos los estorbos que había en el Gobierno anterior se remueven y que haya una verdadera renovación en el cuerpo de la Guardia Nacional, que él lo acepta únicamente como un sacrificio y un servicio a la Patria. Tratamos de comentar, junto con el Padre Fabián y el Padre Jesús Delgado, los diversos abusos y anomalías que a lo largo del Gobierno pasado se notaba en la Guardia, sobre todo, en zonas como Chalatenango, y otras zonas más reprimidas. Nos quejamos también de la incomprensión para nuestro trabajo pastoral y ofrecimos todo lo que estuvo a nuestro alcance como colaboración en el noble esfuerzo de tener un día unos cuerpos de seguridad que de veras sean respetados y no temidos. Nos expresó los temores del nuevo gobierno ante las situaciones extremistas de derecha y de izquierda, pero con la ayuda de Dio, creen que pueden superar y dejar un principio de renovación que ha de continuar el Gobierno que el pueblo se elija, cuando se hayan creado las condiciones democráticas del país.
Viernes, 09 de noviembre
Entre el intenso movimiento de la oficina del Arzobispado esta mañana, recibí una entrevista de la televisión extranjera y otra de la televisión del país, precisamente, de la Universidad. También una entrevista de la Asociación Indígena, que vinieron a exponerme importantes puntos de su agrupación indigenista, que había participado en la reunión Episcopal de San Cristóbal Las Casas, donde varios obispos, con Monseñor Ruiz, hicieron un estudio sobre estos aspectos de América Latina. Entre nosotros es un pequeño grupo de indígenas de Izalco, que quieren contar con el apoyo de la Iglesia para mantener su originalidad y su verdadero sentido autóctono y no ser solamente un objeto de explotación del turismo salvadoreño. Me dejaron el trabajo que estudiaron en México y que vamos a reproducir aqui para conocimiento de un punto tan importante. También con inquietudes socio-políticas vinieron a pedir orientación a la Iglesia, un grupo de la Central de Trabajadores y a manifestar su plena solidaridad con el pensamiento de la Iglesia en una coyuntura tan difícil como es la que vivimos en estos momentos. Estas consultas y estos acercamientos a la Iglesia me dan mucho consuelo de como el buen Pastor, Jesucristo, a través de su Iglesia, puede seguir siendo una palabra y una voz de esperanza y de orientación a tantos grupos humanos.
Me fui a almorzar con los sacerdotes de la Vicaría de Mejicanos, que están haciendo sus ejercicios espirituales en la casa de los Somascos, junto al mar, en el puerto de La Libertad.
Otra invitación muy interesante para la noche. Una reunión de ex-sacerdotes que han encontrado en esta reunión fraternal la manera de compartir sus preocupaciones y su situación de sacerdotes retirados del Ministerio. Sintieron mucha alegría de que yo estuviera con ellos y me propusieron su idea de crear una comunidad de base. Yo les animé en su propósito, ya que, por el hecho de haberse retirado del Ministerio, no dejan de ser miembros selectos de la Iglesia. Que el carácter sacerdotal que llevan les capacita para una obra de Iglesia, como es una verdadera Comunidad Eclesial de base, desde la cual tienen que vivir la característica misionera y santificadora de la Iglesia. Noto mucha sinceridad, mucha cordialidad y un gran sentido de adhesión a la jerarquía.
Sabado, 10 de noviembre 1979
Por la mañana, platiqué con Rafael Medrano, Gerente de Cáritas, que tiene problemas con el Padre Tilo Sánchez, Director de Cáritas, y juntos convenimos de que mejor era retirarse los dos y dejar la Dirección de Cáritas a una comunidad cristiana o religiosa para lo cual le pedí su colaboración. Se pensó concretamente en la comunidad de Aguilares, a fin de orientar Cáritas para toda la Arquidiócesis.
También en el desayuno conversé con el Padre Jesús Delgado sobre situaciones de la actual Junta de Gobierno, y, sobre todo, del papel que la Iglesia puede desempeñar en estos momentos. En el Ejército están dispuestos a recibir orientaciones cristianas, pero se pensó que, mientras estuviera como Vicario castrense Monseñor Alvarez, ésto se torna muy difícil y que ya había sugerido él al nuevo Gobierno preocuparse de solucionar este aspecto, ya que el Ministro de Relaciones Exteriores, el señor Héctor Dada, es un hombre de Iglesia y comprende perfectamente este problema jerárquico. Se le interesará para dar una solución, no solamente al aspecto de la Vicaría castrense, sino también de otros aspectos del Episcopado y de sus relaciones con el Gobierno y la Santa Sede. En concreto le propuse al Padre Jesús Delgado que, aunque no hubiera estos cambios, era conveniente tomar muy en sentido pastoral la orientación cristiana de nuestro Ejército, y él era un elemento muy valioso ya que tiene muchas amistades con el Ejército y lo mismo el Padre Estrada, Jesuita.
Después llegó el docto Chávez, que es un buen analista desde el partido Demócrata Cristiano de la situación actual. Me expuso sus puntos de vista, un proyecto de estrategia, a fin de afianzar este movimiento que se ha iniciado con la nueva Junta de Gobierno y tener la valentía y franqueza de colaborar con ellos por el bien del país. Yo le ofrecí que, desde mi perspectiva pastoral, sin dejar mi identidad de Iglesia estaba dispuesto a todo trabajo por el bien de la patria. El había propuesto una reunión de los militares de la Junta de Gobierno conmigo y con algún otro elemento de su partido Demócrata Cristiano; simplemente una reunión de amistad y de apreciación de la situación. Se ve que el próximo miércoles, si Dios quiere, tendríamos esta reunión.
A mediodía, el Padre Gregorio Rosa y la señorita Doris Osegueda me ofrecieron muy bien criterio para la homilía acerca de los hechos de la semana. Es una orientación muy centrada y que analizándola junto con la que me suelen traer por la noche el Padre Rafael y el Bachiller Cuéllar, me dan una pauta para ser más justo e imparcial.
Domingo, 11 de noviembre
En la Basílica celebré la Santa Misa con bastante asistencia de gente, en la cual traté de ser muy justo entre la situación de la Junta de Gobierno que nos ofrece una verdadera esperanza, que algunos no quieren ver, pero que es mi deber alimentarla, y las perspectivas de la oposición de izquierda, que es cada día más intransigente y que llega en los grupos armados hasta violencias que no se pueden tolerar. Tardé más de una hora en la explicación del Evangelio de la viuda de Sarepta y de la viuda del evangelio, presentando mi homilía como las tres fuerzas que ofrecen la verdadera liberación del país: El espíritu de pobreza, el sentido de Dios y nuestra esperanza firme en el misterio de Cristo. Sólo desde esta triple perspectiva cristiana puede ver un cristiano la liberación y, por tanto, no era una perspectiva política sino que pastoral. Lo cual me pone a mi en una situación de autonomía y de independencia para poder apoyar lo bueno en cualquier sector, así como también, denunciar lo malo en cualquier sector.
Al mediodía, fui a celebrar la Misa del patrón San Martín en la ciudad de San Martín, donde había mucho júbilo de fiesta popular y mucho fervor también en la Iglesia. Las comunidades me hicieron presente sus saludos, la información de sus trabajos y también un diálogo muy interesante en una convivencia a la hora del almuerzo, en la cual expusieron puntos de vista políticos, que me preocuparon un tanto porque me parece prevalecer el criterio de sus análisis políticos que el criterio pastoral que su Obispo les ofrece. Igualmente, sentí esta preocupación por la noche en la Colonia Santa Lucía, donde fui a celebrar también la Misa, y después de Misa ofrecí una convivencia, sobre todo con los jóvenes, los cuales también están muy imbuídos de la política de las organizaciones, pero hay un buen grupo también muy centrado en la visión pastoral de la Iglesia. Estos dos encuentros me han dejado muy preocupado y he de buscar, junto con los colaboradores directos de la Diócesis, la manera de una mejor instrucción religiosa, a fin de que prevalezcan los criterios cristianos sobre los análisis políticos.
Lunes, 12 de noviembre
Este día me fui a descansar a la casa de las hermanas de la Sagrada Familia, donde pasé todo el día. Pero por la noche, había una cita con un grupo de militares jóvenes, unos diez, entre capitanes y mayores, que el Padre Gutiérrez coordinó y de mi parte estuvieron el Padre Estrada y el Padre Jesús Delgado. Fue un diálogo muy interesante. Vi la buena voluntad de esta juventud militar, el deseo sincero de ofrecer a la patria un “contributo” de verdadera liberación y una búsqueda en el pensamiento de la Iglesia, para ser mejor este momento de un proceso de democratización. Tuvimos franca libertad para exponer los puntos de la Iglesia, así como ellos también hablaron con toda franqueza sus perspectivas políticas y militares. Quedamos de que estos encuentros deben repetirse y que deben ser siempre entendidos desde la mutua perspectiva autónoma; la nuestra, pastoral y la de ellos, política y militar.
Martes, 13 de noviembre
Como todos los martes, dediqué a los sacerdotes mi atención, aunque hubo algunas visitas de algún laico, por ejemplo, el doctor Jiménez Barrios, de Jucuapa, que me traía un volumen de sus poemas para obsequiarlo a fin de que, si lo editamos, el producto sea para el Seminario. Platicamos mucho de otras cosas y le agradecí su generoso gesto para con la Iglesia, sobre todo, cuando uno piensa que se trata de un converso que ha encontrado su felicidad en su conversión hacia Cristo.
Por la tarde, recibí a don Pepe Simán, que ha sido designado como Presidente de INSAFI. El está decidido a hacerlo, pero quería tener mi parecer y mi bendición. Yo le dije que los únicos puntos que a mi me preocupaban era su sueldo y la inseguridad en que se colocaba, ya que es un Gobierno de transición y con muchos conflictos. El dijo que estas dos cosas ya las había pensado, y no le daba mayor preocupación. El quería servir a su patria y si por eso se quemaba, que era para él un honor haber servido desinteresadamente a su país. Yo le felicité, lo animé y se arrodilló para pedirme la bendición, que con mucho gusto y fervor le impartí para él, para su familia, para su nuevo cargo.
Hubo reunión con el Seminario Mayor y algunos sacerdotes. Es un acercamiento que me da mucha satisfacción del Clero y del Seminario Mayor, que es ya el futuro Clero. Hablamos mucho de una evaluación del trabajo en el Seminario, a la luz de la parábola de los talentos, y le orienté el examen acerca del Seminario como comunidad, y acerca de cada uno, cuánto talentos, como grupo de jóvenes, que debían tener su fisonomía propia como Seminario de la Arquidiócesis y se dieron muchos pareceres para definir estas características del Seminario Mayor de la Arquidiócesis. Una de las que más me gustaron fue la que dijo que era un sentido social equilibrado, bajo la dirección de su obispo. Yo les dije que aprobada todo ésto y que sobre todo, que se caracterizaran por su piedad, por su acercamiento a Dios, por ser hombres de oración, tal como los necesitará un día de sacerdotes nuestro pueblo.
También se habló de planificar una concentración de jóvenes para la próxima Navidad cuando nos ha anunciado su visita el Abatte de Taizé, con quien hice amistad en la reunión de Puebla, y me prometió desde entonces esta visita al país para celebrar juntos, aquí, la Navidad próxima. Hay entusiasmo entre los seminaristas, los cuales convocarán a los jóvenes en estas vacaciones y creo que resultará algo muy espléndido de acuerdo con este carisma del Abatte de Taizé, que tiene mucha gracia especial para tratar con los jóvenes. En esta ocasión recibirán los ministerios cuatro de los seis seminaristas de tercer año de Teología.
El Padre Goyo Rosa, con un militar de grado de mayor, vino a hacerme una visita confidencial en la que me hizo el militar revelaciones sensacionales acerca del desorden que reinaba en el Ejército, del cual él también era una víctima; pero del buen espíritu que existe en la juventud para purificar el Ejército de El Salvador. Le agradecí sus confidencias que se referían especialmente a los atropellos de Soyapango y de las fábricas el día siguiente del golpe de Estado. Todo ésto fue una falsa interpretación de una orden, en la cual él quedaba mal parado y tuvo que salir a otro cuartel. Con la debida reserva me dejó todas sus confidencias, que yo le agradecí como una iluminación que me será muy útil.
Miércoles, 14 de noviembre
La mañana la gasté en la comisión de administración que celebraba su reunión, especialmente para tratar de la residencia del Obispo y de la oficina para la Arquidiócesis. La opinión de la comisión es que no hay necesidad de un gasto, siendo así que está bien en el Seminario y que da más testimonio de pobreza y austeridad, pero yo les expuse las razones que habíamos dialogado con el equipo del Seminario, en atención al malestar con los otros señores obispos, de que era mejor hacer un edificio independiente de la Arquidiócesis, aunque fuera en el terreno mismo del Seminario, y que para mí, en lo personal, no era necesaria una residencia ya que, gracias a Dios, comparto la comunidad de las religiosas Carmelitas del Hospital de la Divina Providencia, pero que no quisiera que mi sucesor se encontrara sin una casa donde residir. Además, les informé del ofrecimiento de ayuda de instituciones europeas para esta obra y que, por tanto, no nos costaría a nosotros. Pero que si hiciéramos un proyecto de sencillez, funcional, y fue del parecer de todos que se tuviera en cuenta no sólo el presente, sino el futuro, ya que la vida de la Arquidiócesis, gracias a Dios, va creciendo notablemente y necesitará para sus funciones nuevas oficinas y que el Seminario también va creciendo y necesitará que se deje exclusivamente para esta obra. Me alegró mucho la coincidencia de opiniones, después de haber tenido esa divergencia de puntos de vista.
Por la tarde, una entrevista anunciada ya hace muchos días con el licenciado Jorge Acosta, que junto con el licenciado Valero Iglesias, hacen ediciones populares de los documentos pontificios, como lo hicieron también con mis cartas pastorales. El título del Cuadernito es El Guanaquito. Y me explicó cómo hacen para asimilarse el lenguaje de los campesinos y hacer llegar a ellos, aunque sean analfabetas, las ideas de estos documentos. Es una obra verdaderamente genial y, según me informó, ha ganado la atención de otros países que creen muy útil imitar este esfuerzo de cercanía con el campesinado. Por mi parte, los felicité y les dí algunas ideas y que siguieran adelante haciendo obra tan útil al Magisterio de la Iglesia y, sobre todo, a la educación cristiana de nuestro pueblo.
Después fui a visitar al grupo de sacerdotes que están haciendo ejercicios espirituales en el Seminario. Se trata de la Vicaría de Quezaltepeque, pero hay sacerdotes de otras Vicarías. Platicamos sobre la situación actual del país y el papel de la Iglesia, los diversos aspectos y opiniones que reinan en el mismo Clero, en los cristianos y les insistí mucho en que nuestra perspectiva fuera del todo pastoral, aún sin desconocer los problemas políticos que es necesario iluminar. Pero más me gustó la segunda parte cuando tratamos de los aspectos humanos de nuestras relaciones como presbiterio de la Arquidiócesis. Hay muy buena voluntad. Nos dijímos mutuamente los defectos que pueden estorbar esta comunión no sólo de fe, sino psicológica y agradecí el señalamiento que se hizo a mis deficiencias, que pueden estorbar las relaciones que yo quisiera muy cordiales. Hubo apreciaciones muy útiles para cada uno de los que participamos en esa reunión.
Por la noche, como de costumbre, lo dedico a la revisión de la correspondencia. Gracias a Dios, cuento con una buena secretaria, la hermana Nicolasa, Guadalupana, que me da el resumen de las cartas y en las cuales yo anoto las ideas que hay en contestar. Es mucha la correspondencia que diariamente llega y, gracias a Dios, creo que estamos haciendo también un verdadero apostolado através de breves respuestas y mensajes oportunos.
Jueves, 15 de noviembre
Olvidaba mencionar que en el día de ayer, tuve una llamada telefónica de la Casa Presidencial. Era el Coronel Majano solamente para saludarme y solidarizarse ya que había oído de la amenaza de muerte de que he sido objeto y para informarme que están muy optimistas acerca de la situación del país, que creen que se irá consolidando el proyecto que ellos mantienen de unos cambios necesario y de un Gobierno que responda a los objetivos reivindicativos del pueblo. Los felicité los reanimé y les dije también que la Iglesia estaba siempre dispuesta al servicio del pueblo y que,en ese sentido, podían contar siempre con la Iglesia. Así como tendría la libertad de denunciar todo aquello que ofendiera los Derechos Humanos de nuestro pueblo.
Este día, jueves 15, fui a Candelaria de Cuscatlán, donde el Padre Salvador Interiano me había invitado para presidir la fiesta patronal del Dulce Nombre de María, que allá celebran en esta fecha. Les prediqué con el espíritu de Puebla, cómo la devoción a la Virgen forma parte de nuestra identidad latinoamericana, pero que era una devoción que debía de estar al día, tal como Puebla también anuncia para el presente y el futuro, una María que sea inspiración del sufrimiento de nuestro pueblo, no en forma pasiva, sino con la energía espiritual de darle al dolor el sentido de redención y de apoyar el proyecto de Dios de cambiar las injusticias en un orden más fraternal y justo.
Platicamos después con el Padre Modesto López, Rector de la Catedral, que estaba allá presente y almorzamos juntos; un sentido de fraternidad que quisiera que creciera cada vez más entre nosotros los sacerdotes.
Al regresar al hospital; me informaron de varias llamada telefónicas que traté de responder; sobre todo, al señor Ministro de Relaciones Exteriores y a los pastores de la Iglesia Bautista, que sin duda están muy entusiasmados con la venida del doctor Lara Braun el próximo domingo.
Tuve también una entrevista con el psicólogo, el doctor Semsch, a quien ya días no he podido ver y cuyas entrevistas me son muy útiles para verbalizar problemas que, con su ayuda, trato de solucionar en forma más serena y segura.
Viernes, 16 de noviembre
Han llegado al Arzobispado varios grupos de personas que se han sentido damnificadas por actos violentos de grupos extremistas de izquierda. Resulta así que la izquierda se ha vuelto más represiva que las represiones que estaba denunciando antes. Nos hemos solidarizado con todos estos obreros y trabajadores que han sufrido consecuencias graves en su situación familiar y económica. Al mediodía tuvimos una bonita Misa por la paz en la Basílica del Sagrado Corazón, promovida por el Comité Parroquial de la Basílica. A la hora de la homilía, una señora, la niña Lydia de Pineda, habló una alocución sobre la paz muy profunda, muy sentida. Yo recalqué el sentido de la paz que la señora había hecho e invité a los laicos a que, así como este ejemplo, llevaran los mensajes del cristianismo al mundo. Y lo mismo aproveché de recalcar la devoción a la Virgen de la Paz, como medianera de este gran don que nuestro pueblo necesita.
Almorcé con los padres jesuitas, donde dialogamos, sobre todo, el tema de la situación actual del país y el papel de la Iglesia.
Hoy fue la clausura del Seminario Mayor y no pude asistir a la Misa que me habían invitado, pero fue en ni nombre el Padre Cortés, porque a esa misma hora, a las seis de la tarde, íbamos a tener una junta con algún miembro de la Junta de Gobierno y otros del partido Demócrata Cristiano, para analizar y prestar ayuda al nuevo Gobierno. Fue una reunión muy interesante. Llegó el Coronel Majano y con toda franqueza expusimos puntos de vista que gustaron mucho como colaboración al Gobierno. Quedó institucionalizada esta reunión, como emergencia, en el momento en que necesitaran un asesoramiento y también semanalmente para ir trabajando en señalar metas y proyectos que urgen en nuestro ambiente como apoyo para la Junta de Gobierno y, más que todo, por acelerar los cambios estructurales que el país necesita.
Esa tarde llegó de Nueva York el doctor Jorge Lara Braun, quien trae un mensaje del Consejo Nacional de Iglesias para nuestra Arquidiócesis, el cual exhibirá el próximo domingo en la misa de la Basílica, a las ocho de la mañana.
Sabado, 17 de noviembre
En el hospital tuve una entrevista de un periodista holandés. Después fui a Santa Tecla. En la parroquia del Calvario tuvimos una reunión de Vicaría a la que asistió el doctor Lara Braun y participó elogiando la labor pastoral de nuestra Arquidiócesis. Yo les expuse la carta pastoral, que fue tema de la reflexión en grupos y luego, en el plenario, sacamos conclusiones muy prácticas, como servicio de la Iglesia al momento actual de nuestro país. Las Carmelitas llegaron a exponerme situaciones de su propia Congregación que tratamos con bastante comprensión. Por la tarde, fui a celebrar la Santa Misa a la Reubicación de Chalatenango. Mil familias están reubicadas en los tres grupos de aquella reubicación y asistieron una gran cantidad…
Sabado, 17 de noviembre
En la mañana, entrevista con un periodista holandés. Por la mañana fui a la Iglesia del Calvario, de Santa Tecla, donde se reunían los sacerdotes, las religiosa y laicos de la Vicaría de La Libertad. El tema central fue la exposición de mi Cuarta Carta Pastoral, que luego reflexionaron en grupos y, concluímos en una plenaria con aplicaciones muy prácticas a la vida pastoral de aquella Vicaría. Participó el docto Jorge Lara Braun, que ha venido de Estados Unidos trayendo un mensaje a nuestra Arquidiócesis de parte del Consejo Nacional de Iglesias.
Por la tarde, fui a celebrar la Santa Misa a la Reubicación de Chalatenango, donde cerca de mil familias han sido establecidas, después de haber perdido sus tierras y sus casas en la inundación del Cerrón Grande. La fiesta que celebran hoy es la de Santa Teresa, que era patronal en su antiguo cantón, ahora inundado. También aquí el doctor Lara participó en la homilía y hubo una acogida y una convivencia muy cordial con aquellos cristianos, que se expresaron después de Misa en testimonios muy hermosos a través del micrófono.
Domingo, 18 de noviembre
La Misa fue siempre en la Basílica del Sagrado Corazón y después de la Misa, entrevista con un reportero de televisión, creo que Suiza. Por la tarde, fui a celebrar la bendición de la Ermita del Cantón El Carmen, en la parroquia de Santo Tomás. El Padre Teodoro Alvarenga, sacerdote que ha regido aquella parroquia por más de veinticinco años, es muy estimado y el pueblo se acerca mucho a la Iglesia; tuve una acogida verdaderamente eclesial. Me sentí pastor y que el cariño del pastor encuentra un eco maravilloso en esta gente campesina, además de los que llegaron de las poblaciones.
Para este día, se había anunciado una reunión con militares jóvenes, pero no pude atenderla por mi visita a Santo Tomás. Le encargué al Padre Estrada que me representara.
Lunes, 19 de noviembre
Esta mañana y esta tarde también hubo reunión de la Conferencia Episcopal de El Salvador para elegir la nueva Directiva. En primer lugar, el señor Nuncio hizo un saludo e instó a la unión, ya que él no había logrado durante su servicio en la Nunciatura una mayor unidad de los obispos y ofrecía ocupar sus últimos días pues cree que el próximo año, a principios, tendrá que terminar su cometido, para hacer todo lo posible hacia esta unidad. Recomendó para ésto el nombramiento de dos obispos, concretamente, Monseñor Rivera y Monseñor Revelo, para que constituyeran una comisión que trabajará la unidad de los obispo, pero después los señores obispos, principalmente Aparicio y Alvarez, rechazaron esta propuesta del señor Nuncio que, yo de mi parte, apoyé y dije que era conveniente nombrarla y que trabajará aún antes de proceder a unas elecciones, que no estaba el ambiente propicio para eso, dado que estábamos polarizados y no habría una posibilidad de que las elecciones unieran, sino más bien, agrietaran más nuestra unidad. De hecho, las elecciones se llevaron a cabo y resultó muy parcial, muy arbitrario el proceder. De modo que la mayoría, Aparicio, Alvarez, Revelo y Barrera hicieron lo que quisieron con la votación. En la elección del presidente se procedió canónicamente y no se logró mayoría absoluta en las primeras tres votaciones, pero en la octava, Monseñor Rivera obtuvo una pequeña mayoría relativa que, lamentablemente, no observamos a tiempo, sino después de la novena, del noveno escrutinio, cuando se leyó el canon y yo advertí que, en el octavo escrutinio se había realizado esa mayoría relativa en favor de Monseñor Rivera; sin embargo, como no era un candidato “acepto” a la mayoría se dijo que ya era extemporáneo el aviso y se procedió a un décimo escrutinio, donde se favoreció con relativa mayoría Monseñor Alvarez a quien se dió el puesto de presidente. Pero por mi parte, he escrito una carta al señor Nuncio con encargo de hacerle llegar a la Congregación para Obispos, haciendo notar esta anomalía, que viciaba todo el proceder de un nuevo presidente, elegido en esa forma tan arbitraria.
Los otros cargos también, comisione muy importantes, se dieron según el parecer de esta mayoría y del voto adicional que tiene el presidente que se arrogó Monseñor Alvarez, como nuevo presidente. Por mi parte, en esa carta al señor Nuncio pedí que se corrigiera la anomalía y se diera la presidencia a quien canónicamente correspondía que era a Monseñor Rivera, el cual, por otra parte, es persona más indicada, como más conciliatorio para proveer la unidad, así como también más prudente e inteligente para dar un nuevo rostro a una conferencia que está muy desprestigiada y que se desprestigiará más con la presidencia de un obispo marcadamente señalado por su posición política y social con el Gobierno anterior y por su imprudencia en criterios y superficialidad, en juicios que no dan una buena representatividad al Episcopado salvadoreño. Espero que mi carta sea atendida; pero por lo menos quedará constancia de mi inconformidad con este proceder.
Martes, 20 de noviembre
Hubo reunión del Consejo Ejecutivo del Arzobispado para tratar especialmente la construcción de la residencia del Arzobispo y de las oficinas para el Arzobispado. Se proyecta para el terreno contiguo al Seminario, hacia el costado oriente. Y los arquitectos han presentado un plan muy funcional y práctico, sobre él se hará la petición de un subsidio que ya está bastante encaminado en instituciones de Europa.
Fui después a tener una reunión con la Vicaría de Soyapango. Asistieron casi todos los sacerdotes, las comunidades religiosas y fieles y laicos entregados al trabajo pastoral. En el diálogo con el Obispo, surgió el problema político y pastoral que dilucidé de mi parte y me preocupa la demasiada politización de algunas comunidades y de algunos agentes de pastoral.
Por la noche, la entrevista con el Padre Rafael Moreno, con el cual surgen algunas dudas a pesar de lo leal que ha sido en su servicio; pero que últimamente me da preocupación por su demasiada parcialidad hacia las organizaciones políticas-populares.
Fui a cenar con el ingeniero Román Mayorga Quirós, miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno, el cual en un ambiente de mucha confidencia me contó los proyectos y trabajos de la Junta y que ha logrado ya compactarse más esa Junta y tomar una conciencia política de los cambios estructurales que han de hacerse. Lo ví bastante optimista y yo también sentí que mi esperanza en este cambio, a pesar de las deficiencias tan enormes del principio y de las críticas de la oposición, es una esperanza fundada. Le pido así al Señor y con esta intención, principalmente, haré mi peregrinación a la Virgen de la Paz, en su día, mañana 21 de noviembre.
Miércoles, 21 de noviembre
Día de Nuestra Señora de la Paz. Y fui a participar en la concelebración con los otros hermanos Obispos en la Catedral de San Miguel. La Catedral estaba repleta, se transmitió por la radio y sentí, francamente, mucha pena que la homilía, que pudo ser un mensaje para este pueblo hambriento de orientación y de inspiración, se haya defraudado, en gran parte, por una homilía, muy descolorida y abstracta del Señor Nuncio. Respeto su responsabilidad y su misión, pero, francamente, aquí no se cumplió con el papel profético de la Iglesia, en una circunstancia tan hermosa como es una fiesta de la patrona del país, frente a un pueblo necesitado de un mensaje más vibrante, vivido y profundo.
Noté en el Episcopado siempre el afán de marginarme; pero el pueblo, por otra parte, me dió una calurosa ovación a la salida de la Iglesia, que ya presentía y por eso me quedé de último, para no ofender con esta especie de rivalidad popular a mis hermanos que salieron más privadamente. Yo agradezco al pueblo y no siento vanidad, sino alegría de sintonizar con los sentimientos de un pueblo que espera de sus profetas y pastores una solidaridad cada vez profunda.
Jueves, 22 de noviembre
Escribí una carta al ingeniero Pacheco, limítrofe del terreno del Hospital de la Divina Providencia, para apoyar la solicitud que las hermanas de este hospital le vienen haciendo desde hace mucho tiempo, de colaborar para establecer los límites de la propiedad de las hermanas, ya que el ingeniero han introducido sus límites en este terreno. Le hice ver que no era una caridad la que se le pedía, sino un derecho de justicia y que, aún en el campo de la caridad, valía la pena ayudar a este centro de tanto sacrificio como son los enfermos del hospital. Por lo tanto, le suplicaba ayudar para que pronto se terminara este conflicto, insinuándosele que, de otra manera, habría que denunciar públicamente sus maniobras que ya han hecho bastante mal al terreno del hospital.
A las nueve y media de la mañana, iniciamos la reunión de la Comisión de Pastoral. Es interesante oir el informe de cada una de las Vicarías, porque se ve que hay bastante actividad en los diversos sectores de nuestra Diócesis. Hay mucha creatividad, hay verdadera bendición del espíritu de Dios entre nosotros. Pero el punto principal de nuestra reunión fue el estudio de un pronunciamiento que han publicado un grupo de sacerdotes, de religiosas y laicos de comunidades eclesiales de base y parroquias de toda la república. Es un anónimo porque nadie se responsabiliza con su firma y examinando el momento político actual, sacan conclusiones a veces ofensivas y negativas contra nuestra Iglesia. Se trató de justificar como un esfuerzo de iluminación en medio de la confusión. Hubo defensas muy valiosas, como la del Padre Fabián, de Monseñor Urioste, del Padre Torruella, de algunas religiosas y otros elementos más. Pero así también hubo defensa de los criterios de este documento. Por mi parte, les hice ver que parecía más bien un análisis político que no un documento de pastoral y exhortada a que tratáramos de hacer Iglesia y no política y que, en este sentido, pedía una máxima sinceridad y confianza en el Arzobispo; sobre todo, quienes componen este grupo de la Comisión de Pastoral, para que unidos en unidad de criterios trabajemos por la construcción del Reino y desde allí iluminar las diversas realidades del país.
La discusión fue muy fecunda y aunque hubo momentos de acaloramiento; ha prevalecido la confianza con que se han expresado sinceramente las opiniones en este campo tan difícil de la fe y la política.
Por la tarde, tuve la visita de un miembro del partido político MNR y de un antiguo amigo, Arturo Gallegos, quienes me expresaron una invitación de la Junta de Gobierno de Nicaragua y comentábamos el porqué de esta invitación y les explicaba que, mientras no tuviera un mayor conocimiento de las relaciones de aquel Gobierno con la jerarquía de aquel país, yo no podía emprender un viaje, aunque fuera aceptando una invitación, por respeto y solidaridad con mis hermanos obispos y que, en todo caso, lo consultaría. Arturo Gallegos me traía la preocupación de que el Gobierno debía tener una oficina de asesoramiento y técnica para crear ambiente de acuerdo con la mística de la Revolución que han iniciado los militares después del Golpe de Estado del 15 de octubre. Traté de comprender todo su alcance de esta iniciativa y le di mi apoyo, pero, al mismo tiempo, expresando la independencia que la Iglesia conserva y que no puede identificarse, aún en afán de colaborar, con ningún movimiento político concreto. Que si era en el plan de educar al pueblo y de hacer conciencia cívica, con mucho gusto lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo. Prometí conseguirle una audiencia con algún miembro de la Junta de Gobierno, para que directamente se entiendan con él.
Por la noche, vino Beto Cuéllar del Socorro Jurídico para informarme con mucha emoción, que habían encontrado, junto al garitón de la Policía de Hacienda, un subterráneo donde evidentemente habían sido torturados varios prisioneros, cuyas señales habían dejado escritas en la pared y que, así como este encuentro inesperado, sin duda que hay otras cárceles clandestinas, que están violando en el régimen pasado la Constitución. Animé a Cuéllar a seguir esta investigación y a informar debidamente a la Comisión Investigadora, como contribución de nuestra Iglesia.
Viernes, 23 de noviembre
Por la mañana, reunión del Senado Presbiterial. Dimos prioridad al análisis de la actuación de la Iglesia en esta coyuntura política del país y tuvimos en cuenta la declaración de un grupo de sacerdotes que parece más bien que pastoral, un análisis político. Me dió mucha satisfacción sentir la solidaridad de la mayor parte de todos los senadores y de descubrir, providencialmente, a los sacerdotes que estás más con las líneas políticas de las organizaciones populares que con la Pastoral de nuestra Iglesia. Expresé mi sentimiento profundo de pastor al no contar con la sinceridad de algunos de los colaboradores más íntimos y les exhorté a que, entre todos y por el bien de la Iglesia, construyéramos el Reino de Dios. Y desde ese Reino de Dios, que lo sintiéramos profundamente en la fe, podíamos iluminar mejor las realidades políticas y el bien de esta Sociedad de nuestra patria.
Se tocaron varios puntos del interés del Clero; y fue una junta sumamente constructiva. Por la tarde, fui a una convivencia de catequistas del movimiento catecumenal, en el Instituto Rinaldi de Planes de Renderos. Celebré la Santa Misa y les expresé mi alegría de ver florecer este movimiento y aprovechando el documento del Papa sobre la catequesis, les pedí que procuraran en su vida empalmar el catecumenado con la vida sacramental, con la comunidad, un servicio de pueblo de Dios a nuestra sociedad, y empalmaran también el catecumenado con el Krygma, es decir, que aquel anuncio que debía habernos hecho encontrar a Cristo, pero que no fue en nuestro bautismo, ni en nuestra vida anterior, tratáramos de que fuera en adelante un encuentro contínuo con el Señor, de modo que Kerygma y catequesis realizaran su verdadero papel en la evangelización de nuestra vida y en aquellos con quienes hemos de compartir la convivencia fraternal.
Al regresar, me encontré en el hospital al Coronel Abdul Gutiérrez, miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno, con el doctor Saca, con quienes compartimos muy cordialmente intimidades del mismo Gobierno, y hasta me expresó, el coronel Gutiérrez, que fue el principal agente del golpe de Estado, cosas muy íntimas de aquel día, 15 de octubre. De modo que, me extrañó y me alegró la confianza con que platicaron de este asunto. También aproveché de dar mis iniciativas, a fin de procurar que esta hora tan difícil de la patria fuera manejada con el mayor sentido y equilibrio, que tantos peligros están exponiendo a un fracaso esta esperanza de liberación de nuestro pueblo. El coronel Gutiérrez compartió conmigo esas preocupaciones, pero al mismo tiempo, la confianza de que Dios nos ayudará a salir en bien. Concretamente, hablamos de la división que parece que algunos militares quieren meter entre los dos militares del Gobierno. El dijo que era posible, pero que también están haciendo todo lo posible de que nada los divida porque puede ser fatal, tanto para el Ejército como para el país, una escisión entre los dos. Le expresé también la preocupación sobre los desaparecidos y ofrecí la colaboración del Socorro Jurídico como lo estamos haciendo y así, otros aspectos que, creo, que ha sido una conversación muy útil, así, como fue también muy larga.
Sabado, 24 de noviembre
Este día me dediqué a preparar la homilía, pero entre la correspondencia, me llegó la noticia de que la Universidad de Lovaina ha acordado concederme el doctorado Honoris Causa y que se me entregará este título el 02 de febrero, fiesta patronal de aquella Universidad, junto con otros dos hombres, un hombre y una mujer, distinguidos con este honor por sus capacidades intelectuales y su obra social. Me encargan también que yo tenga el discurso de aquella sesión.
El Padre Juan Deplanck, que sin duda es el que se ha interesado mucho por ésto, me escribe también diciéndome que no vaya a rechazar y que conteste urgentemente y que él me ayudará en todo lo conveniente. He dado gracias a Dios por este nuevo testimonio de su amor y de su estímulo. El Padre Rafael Urrutia que me hizo la traducción del francés, me pone también una notita de felicitación que me ha animado mucho, porque es un estímulo al esfuerzo que hacemos por una pastoral liberadora. Creo que debo aceptar, ya que no se trata sólo de un honor personal, sino de un estímulo a una causa que en la Iglesia necesita mucho apoyo.
Por la noche, analizamos la realidad de la semana con el Padre Moreno, con Monseñor Urioste y el bachiller Cuéllar. Es una semana sumamente densa de la cual daré informe en mi homilía de mañana.
Domingo, 25 de noviembre
Celebré en la Basílica. Es la fiesta de Cristo Rey. Hicimos la consagración al Corazón de Jesús, tal como el Papa Pío XI lo recomendó al establecer esta fiesta, y al mismo tiempo, en esa Basílica donde hemos celebrado varios domingos por impedimentos de las ocupaciones de Catedral, rezamos esta plegaria en sentido de despedida, ya que anuncié que el próximo domingo, para iniciar el año litúrgico, celebramos de nuevo en la Catedral. Y que sólo que haya un estorbo nuevamente, volveríamos a esta Iglesia o a la que esté libre.
A las once de la mañana, confirmaciones en la Iglesia del Corazón de María. Un bonito grupo de jóvenes preparados por los sacerdotes párrocos de esa Vicaría. Me extrañó mucho que los propios sacerdotes de la Iglesia, los Claretianos, no aparecieran en la liturgia. Debo de pedir una explicación al respecto.
Por la tarde, en la parroquia de San Francisco Mejicanos, asistí a la profesión religiosa de dos pasionistas. Jóvenes que ha entregado su vida a esta congregación. Allí estaba el padre provincial de Centroamérica, y el Padre Juan Macho, párroco y otros pasionistas y otras religiosas, también pasionistas. Después hubo una convivencia muy simpática en la vecina Domus Mariae, pero a la cual no pude asistir en su totalidad.
Lunes, 26 de noviembre
Esta mañana he ido a Chalatenango. En el Seminario Menor se está llevando a cabo un interesante curso de vocaciones tardías para conocer su nivel cultural y promover una formación adecuada que los capacite para el sacerdocio que todavía anhelan; no se trata de edades muy avanzadas, pero sí jóvenes que ya creían no ser posible para ellos el sacerdocio, y me ha dado mucha buena impresión el testimonio de entrega y de alegría que en ellos se ve al ver posible la realización de sus ideales.
Visité la comunidad de hermanas de La Asunción, en Chalatenango, y también, de nuevo, visité a los pasionistas en la parroquia de San Francisco, deseando ver al Superior Provincial pero que lastimosamente no estaba; sin embargo, tuve una plática muy interesante con el Padre Juan.
Martes, 27 de noviembre
Tuve una entrevista con el Embajador de Suecia, que se interesa por la situación del país y el papel de la Iglesia. Otra interesante entrevista con un experto en comunicaciones sociales, argentino, que está en México y otro señor que del Uruguay también fue expulsado y está en México, y es especialista en creatividad para la radio, trabaja con CERPAL. El interés de ellos era conocerme y preguntarme algo sobre lo que ellos admiraron, dicen, en la Misa del domingo: La comunicación con el Auditorio. “Uno, a veces” les dije, “no se da cuenta de esos aspectos técnicos que ustedes conocen, pero sabe que la gracia del Espíritu Santo lleva a su Iglesia y hace fecunda su Palabra. A eso atribuyo yo todo el éxito que ustedes creen haber encontrado en esa homilía, lo mismo que en todo mi trabajo pastoral. Confío en el Espíritu Santo y trato de ser instrumento de él, amar al pueblo y servirle sinceramente desde el Evangelio”. La conversación fue muy interesante sobre otros tópicos de la realidad de nuestro país.
Esta mañana se llenó con la junta que la comisión de pastoral y el Senado Presbiterial organizaron a fin de estudiar, en conjunto con otros sacerdotes, la actitud que la Iglesia debe tener en esta circunstancia política del país. Y a la luz de estos principios, se analizó el documento que un grupo de sacerdotes publicó, en que critican bastante la actitud de la Iglesia. Y se nota, más bien, un criterio político que pastoral. La discusión se fue muy a fondo. Hemos hablado con franqueza y se descubre que, para muchos sacerdotes y comunidades, interesan más los aspectos políticos y se trató de orientar, cabalmente, hacia un quehacer pastoral y de signo de unidad en medio de esta pluriforme variedad de partidos y de organizaciones políticas.
Por la tarde, visité el grupo de religiosas que trabajan en pastoral y que se encuentran haciendo ejercicios espirituales en Planes de Renderos, bajo la dirección del Padre Rafael Moreno. Dialogamos toda la tarde, principalmente sobre los aspectos difíciles de la pastoral, en un ambiente tan politizado, pero traté de decirles que, con toda franqueza, fuéramos valientes en llevar el mensaje evangélico y ser verdadera Iglesia, la cual no vive de conyunturas ni teme las variedades porque va predicando el Reino de Dios, que trata de iluminar las realidades de la tierra. Fue interesante ver ese grupo de mujeres de diversas congregaciones que se sienten tan unidas en el trabajo Pastoral. Y esta fue una de las confesiones que más me gustó de que ellas sienten que la línea de la Arquidiócesis es tan definida que se sienten caminando siempre, cada una con una madurez cristiana.
Por la noche, fui a cenar a la casa del Licenciado Viéytez, donde estuvo también el doctor Chávez, Monseñor Urioste, el Padre EllaCuria y el Padre Estrada. Y tratamos temas de la política actual y el papel de la Iglesia, principalmente analizando la situación concreta de la Junta de Gobierno y del Gobierno en General.
Miércoles, 28 de noviembre
En mi entrevista por radio este día, he recordado que hoy es el aniversario de la muerte, por asesinato, del Padre Ernesto Barrera y hace nueve años, también este día, fue asesinado el primer sacerdote que murió de esa manera en nuestra Arquidiócesis, el Padre Nicolás Rodríguez, a quien yo fui junto con otros sacerdotes, por encargo de Monseñor Chávez, a recoger allá cerca de San Antonio Los Ranchos, en Chalatenango. En memoria de estos dos aniversarios se celebró una solemne Misa por la tarde en la Parroquia de San Sebastián, de Ciudad Delgado, donde el Padre Neto Barrera fue párroco precisamente cuando lo mataron. Fue una misa muy bonita, comenzando por un encuentro muy cordial que el Padre Gutiérrez me organizó desde la entrada del pueblo de Ciudad Delgado. Un recibimiento alegre, cordial y una Misa también de mucho entusiasmo. Hubo unas confirmaciones y yo aproveché para decir cómo el pueblo de Dios, ungido por los sacramentos y entre los cuales se destacan sus sacerdotes al servicio del pueblo, lo obligan a prestar un servicio sacerdotal al pueblo. Que no puede confundirse con otros servicios de carácter meramente político y que por eso tiene que llevar una distinción, una santidad como Cristo la quiere, precisamente, para que sea más eficaz en el trabajo de la liberación del pueblo.
Hubo en la mañana bastantes visitas de periodistas y de otras personas, sacerdotes y seminaristas. La esposa de Rubén Zamora, doña Ester, ofreció sus servicios en la Secretarías de nuestro Arzobispado, en forma gratuita. Hemos aprovechado para que trabaje en la Secretaría de Comunicación Social y también en la Secretaría Privada del Arzobispo. Ella, pues, ya comenzó a trabajar esta misma tarde.
Este día también se llevó a cabo una revisión en el Convento de San Martín. La policía había recibido información de que el Padre Tilo Sánchez tenía armas y que iban a ir a recogerlas, pero tuvieron el acuerdo de avisarlo al Arzobispo y éste llamó al Padre Tilo para informarle de esta acusación y espontáneamente se ofreció a ir con algún oficial de la policía y algún testigo de la Curia a examinar su convento. Lo cual se hizo, habiendo resultado falsa la información de la policía porque no había armas en el convento. Yo aproveché para agradecer a la policía este procedimiento más prudente que antes y que en todo conflicto ojalá siempre se tuviera este diálogo previo, que evitaba así, cosas que hubieran sido muy graves de no haberse tenido en cuenta la intervención de la Iglesia. La policía también comprendió y dijo que agradecía y que estaba de acuerdo en proceder así en ulteriores ocasiones.
Monseñor Urioste fue al aeropuerto a encontrar a Monseñor Stehle de ADVENIAT, pero no llegó, posiblemente llegará muy noche. De todas maneras, lo esperamos y tenemos para ADVENIAT nuestro agradecimiento y también nuevos programas para pedirles su ayuda. La vista de Monseñor Stehle la ha anunciado como de carácter solidario con nuestra Iglesia. Así como pasará a Nicaragua a ofrecer los valiosos servicios de ADVENIAT.
Jueves, 29 de noviembre
En el Arzobispado, recibí esta mañana al Secretario General del partido político UDN. Es marxista y tuvo palabras muy elogiosas para el trabajo de la Iglesia. Dijo que era muy distinto de otros tiempos, cuando su marxismo llamaba a la Iglesia “opio del pueblo” que ahora, al contrario , la Iglesia era su mejor despertador y que gran parte de lo que estaba sucediendo en el país en beneficio de la transformación era obra de la Iglesia. El quería ofrecerme un diálogo para buscar caminos de colaboración en la solución de los problemas del país. Quedamos que íbamos a tener este diálogo el próximo lunes y señalamos las personas que ellos iban a invitar.
Hubo una entrevista con un periodista colombiana que escribe para periódicos de norteamérica.
En el almuerzo, en casa de doña Aída de Muyhondt, con un grupo de Señoras de la Caridad, celebré la Santa Misa, por eterno descanso de varios difuntos familiares de estas señoras. Y en el almuerzo y en el diálogo hubo ideas muy constructivas acerca de Cáritas, la cual tendrá como gerente a alguna religiosa y como visitadoras también religiosas que tengan este carisma de la claridad y de la promoción en nuestro pueblo.
Por la tarde fui a visitar a las religiosas eucarísticas que están haciendo sus ejercicios espirituales. Como treinta religiosas compartimos la cena y después una convivencia muy interesante, en que les ofrecí respuestas a diversas inquietudes. He logrado que se comprometan con una catequesis en la Catedral, y que me ayuden a apoyar la liturgia de nuestra Misa dominical.
He ido a ver esta noche a Fernando Valero Iglesias, que en su casa está preparándose para una intervención quirúrgica, ya que se han encontrado síntomas un poco graves en sus pulmones. He tratado de darle ánimo y agradecerle así sus múltiples y generosas colaboraciones.
Viernes, 30 de noviembre
Por la mañana, tuve una reunión muy importante con los editores de los comentarios de YSAX. Una carta de Monseñor Urioste al Padre Ellacuría pidiéndole que se responsabilizaran de esos programas provocó una carta de respuesta en la que esclarecen su apoyo a la Arquidiócesis y que no les parece que se les separe de este trabajo unido al Arzobispado. Este fue el punto de discusión de toda la junta, en la que surgieron ideas muy claras, aunque hubo algunos resentimientos; pero creo que, en general, fue positiva la reunión, ya que todos, laicos y sacerdotes allí presentes, continuarán trabajando y se buscará la manera de que esté unida al pensamiento del Arzobispado sin que parezca una voz oficial de la Iglesia, que éste es la médula del problema.
También se tuvo esta misma mañana una reunión de la Comisión de Seminario en que se analizaron varios puntos con respecto a los informes y a la vida de los seminaristas. Parece que hay un problema de fondo y es el problema Ideológico que está haciendo también algún estrago en algunas comunidades, donde se pierde el verdadero concepto de Iglesia. Trataremos de ser muy fieles al pensamiento Teológico de la Iglesia y de iluminar conforme a este pensamiento el quehacer de la Diócesis y del Seminario.
Vino Monseñor Emilio Stehle de ADVENIAT. Almorzamos con él en el Hospital de la Divina Providencia. Visitamos el grupo de religiosas que están haciendo ejercicios en Planes de Renderos. Compartió con ellas y le agradecimos que, gracias a ADVENIAT, se puede llevar esta obra de las religiosas. Y le hablamos de los otros programas y presentó él más que todo, un saludo de solidaridad con nuestra Arquidiócesis. Visitó también la UCA, la Catedral y hay esperanzas de alguna ayuda para estas obras.
Por la noche, el Padre Estrada había preparado una entrevista-cena con una familia sencilla y buena, profesores de la UCA, a donde llevaron también un matrimonio de campesinos que se sintieron muy felices del encuentro con su pastor. Compartimos muy unidos, los dos matrimonios y los dos sacerdotes, una cena frugal, más que todo una amistad muy cordial.
Sabado, 01 de diciembre
Tuve la Misa de clausura de las labores de las escuelas de Fe y Alegría en la Capilla del Externado San José. Un buen grupo de cinco academias de varones y mujeres ofrecieron allí sus frutos de trabajos de promociones que está llevando esta Academia.
Vino también el representante de MISEREOR, con quien platicamos junto con el Padre Ramón Vega, que ya está entre nosotros, y Monseñor Urioste acerca de las muchas colaboraciones económicas que nos está prestando esta institución de MISEREOR.
Esta tarde, fui a la Diócesi de Santiago de María donde desde ayer se encuentran celebrando las fiestas Jubilares de veinticinco años de existencia de aquella Diócesis. Este día dedicado a la Virgen y a las mujeres, también lo han consagrado al segundo Obispo y en ese aspecto voy a celebrar la Eucaristía. Por la noche, hubo un precioso acto dramático en el que participaron activamente algunos sacerdotes y varios seglares, representando el martirio de Tomás Moro. El Padre Majano, el Padre Rodas, el Padre Cabrera y otros grandes amigos de aquel Clero, donde participé dos años de trabajo, me dieron una acogida muy cariñosa, lo mismo que Monseñor Rivera y muchos miembros laicos de aquella comunidad.
Domingo, 02 de diciembre
Después de una noche muy fresca, en Santiago de María, aunque interrumpido su silencio por el Bloque Popular Revolucionario que se pasó toda la noche cantando y arengando en el Parque Central, amanecimos para celebrar el veinticinco aniversario de esta Diócesis. Una alegre alborada recorrió las calles y después de compartir la intimidad de la oración y del desayuno con Monseñor Rivera, nos fuimos a la Catedral donde nos reunimos con los otros señores obispos y todo el Clero de la Diócesis y numerosas peregrinaciones que habían venido de diversas parroquias. Se celebró solemnemente la Santa Misa; el Padre Majano tuvo una homilía muy apropiada, muy elocuente, en que desfilamos los obispos que hemos tenido el honor y la dicha de estar rigiendo aquella Diócesis. Después de la Misa se entregaron y diplomas de parte de la Municipalidad y de parte de la Diócesis a Monseñor Machado, que fue el Obispo de San Miguel, cuando se regresó esta parte de la Diócesis de San Miguel para formar la nueva Diócesis de Santiago de María. Monseñor Machado había sido traído expresamente de su retiro de Santiago Nonualco. También asistió Monseñor Chávez y González, que era el metropolitano cuando se hizo esta división de la Diócesis y los demás Obispos en funciones. Se entregó una bandeja de plata a Monseñor Rivera, ya que es el Obispo a quien le tocó las Bodas de Plata de la Diócesis.
Después de la Misa, el presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Alvarez, convocó a una reunión de emergencia, en la cual se esclarecieron algunas dudas sobre la selección precisamente del presidente y de los nuevos cargos. Yo manifesté mi denuncia mandada al señor Nuncio, el cual había convocado para esta reunión por medio del Presidente de la CEDES. Monseñor Aparicio también invocó una anormalidad en su favor. Mi reclamo era en favor de Monseñor Rivera, a quien le competía una mayoría relativa que no se tuvo en cuenta y que, por tanto, la Presidencia de Monseñor Alvarez era ilegítima. Sin embargo, yo mismo propuse que, pro bono pacis, se dejaran las cosas como están, pero que constara de nuestra protesta. Después de una discusión que me dejó, como siempre, amargado en mis relacione con la Conferencia Episcopal, ya que se nota una inquina personal hacia mí, sin embargo, ofreciéndole todo al Señor, fui a la la celebración de una reunión en el Colegio de Santa Gema de Aludani, donde se nos dió también, un simpático almuerzo.
Al regresar a San Salvador, me encontré varios problemas. Una intervención que se pide al Arzobispo de parte de la Embajada de Africa del Sur para ver si se libera del secuestro a su Embajador que ha sido capturado hace algunos días. Se me agradeció la intervención que hice por escrito y por radio en favor del señor Embajador y contra todas las violencias que están asolando al país. El señor Nuncio en Santiago de María también me felicitó y dijo, “no podía estar mejor”. También otro problema. Una entrevista con el padre Provincial de los Jesuitas y el Padre Moreno, para tratar precisamente de las ideologías dentro de nuestra Iglesia. Fueron muy comprensivos y el diálogo se desarrolló en amplitud de criterios y en búsqueda de una verdadera patronal de este momento tan difícil del país. El Padre Moreno, a pesar de tener muchos prejuicios contra él, es un hombre de Iglesia y conviene al asesoramiento del Arzobispado porque, precisamente, necesitamos comprender la ideología y la mente y la estrategia de las organizaciones políticas populares que él comprende y, creo yo, con verdadero criterio de Iglesia. Seguirá siendo, pues, asesor, pero al mismo tiempo complementando con otros criterios para tener un juicio completo sobre la realidad. Propuse llamar a esta reunión de criterios, junto con el Padre Moreno, a Monseñor Urioste, al Padre Fabián, al Padre Octavio Ortiz o Walter Guerra.
Otro problema es la ocupación de parte de organizaciones populares beneficio de la Cooperativa Algodonera de Zacatecoluca. Me habló el señor Gobernador pidiendo el apoyo del Arzobispado para ir mañana temprano a negociar con los ocupantes y evitar posibles violencias que se preveen venir. Pedí al Padre Cortés que fuera él, junto con el Socorro Jurídico, representado por Beto Cuéllar, y con mucho gusto han ofrecido esta colaboración.
Por último, me esperaban, ya casi eran las once de la noche, un sacerdote, el Secretariado Episcopal de lo Teque, de Venezuela, donde se encuentra el Padre Roberto Trejos, salvadoreño. Viene el padre a pedirme, en nombre del señor Obispo de aquella Diócesis, que se le permita al Padre Trejos continuar ya que allá está haciendo una gran labor pastoral. Le dije que de mi parte tenía mucha necesidad de sacerdotes y que ahora podían entrar, que se había hecho un llamamiento a todos, pero que dejaba al criterio del padre y del señor Obispo la utilidad de prolongar su estadía por un tiempo prudencial y que consideraba un honor el carácter misionero, o el simple hecho de comunión de nuestra Iglesia con la Diócesis de los Teques. El sacerdote se fue muy complacido y después de algunas pláticas de carácter general, con Obispos y compañeros antiguos de Venezuela, se despidió; iba con el Padre Gregorio Rosa, Rector del Seminario San José de la Montaña.
Lunes, 03 de diciembre
Invité para desayunar conmigo al Ministro de Relaciones Exteriores nuestro amigo Héctor Dada, a don Pepe Simán, al Padre Jerez Provincial de los jesuitas, al Padre Estrada y a Monseñor Urioste con el fin de tratar de que aproveche su autoridad de Canciller, el señor Dada, para que en sus relaciones con la Santa Sede informe y, como cristiano, pida la colaboración con la línea pastoral de Puebla y de Medellín que la Arquidiócesis trata de seguir y que, en este sentido, se hable francamente de las actuaciones del señor Nuncio y de ciertos obispos, que están muy lejos de esta línea pastoral. El diálogo resultó muy interesante, ya que, además de su autoridad de Ministro de Relaciones Exteriores, el señor Dada manifestó que actuaría también como hombre cristiano que vive íntimamente las preocupaciones de la Iglesia. Posiblemente, envíe con Misión Especial a don Pepe Simán para llevar una buena información y sugerencias y súplicas concretas para nuestra Iglesia jerárquica. Se habló, concretamente, de la Vicaría Castrense, que ha estado sin funcionar, como debía de ser en su carácter pastoral, lo mismo que de las actitudes en relación con el Gobierno y con la clase dirigente económica de algunos otros Obispos y de la desunión, sobre todo, de la jerarquía.
Por la mañana, vino la religiosa Provincial del Buen Pastor, la cual traía el anuncio de que las hermanas del Buen Pastor, que durante tanto tiempo han colaborado en la cárcel de mujeres, van a tener que retirarse por ciertas dificultades internas de aquella cárcel y del Ministerio de Justicia y por carecer también del personal suficiente para atender ese Ministerio. Lamenté mucho esta separación de un ambiente tan necesitado, pero ella ofreció que colaborarían con la pastoral carcelaria, no sólo en la cárcel de mujeres, sino en los otros centros penales de la Arquidiócesis. Yo le insistí mucho en este trabajo y que le prestaría todo el apoyo a la colaboración que ellas quisieran prestar en un sector tan necesitado como es el de los reos.
Entre las entrevistas de este día, recibí la de un escritor y periodista polaco, que se mostró muy interesado de conocer el criterio de la Iglesia en la situación de violencia del país. Ha escrito varios libros y, más que un periodista, él es un escritor que hace estudios de estas situaciones.
Otra entrevista muy importante fue la del doctor Calvani y otros miembros de América Latina de la Democracia Cristiana, quienes dialogaron conmigo sobre la posición de la Iglesia y la actuación política de su partido. Es interesante saber que hay tantas capacidades humanas y cristianas en el laicado para el desarrollo de nuestra América Latina.
Muy interesante, también por la noche, la reunión de los diversos componentes, del Foro Popular, que vinieron al Hospital de la Divina Providencia a dialogar conmigo; yo llevaba como asesores al Padre Estrada y al Padre EllaCuria y se tocaron puntos muy importantes de las actitudes del Gobierno y de cómo promover el sentido político, cívico, en nuestro pueblo. Ofrecí de mi parte los medios de comunicación, sobre todo la radio y el periódico, y se mostraron muy agradecidos y que aprovecharán para educar así al pueblo.
Este día preparé la grabación del próximo miércoles, ya que mañana pienso salir a una pequeña vacación a Guatemala.
Martes, 04 de diciembre
Despaché algunas cartas. Asistí a varios asuntos, sobre todo solicitudes que se van a hacer a ADVENIAT, MISEREOR y otras instituciones de ayuda europea para América Latina, ya que Monseñor Urioste llevará personalmente estas solicitudes en su viaje que será pasado mañana, junto con Monseñor Rivera, a Holanda y, además, porque han pasado personalmente Monseñor Stehle, encargado Director de ADVENIAT y el Doctor Córdova, Director de MISEREOR; ayudas que se han pedido otras veces y que se van a renovar y además otros proyectos nuevos.
Después de esta mañana que ha sido muy intensa, salí por la tarde hacia Guatemala, donde pasaré esta semana, que culminará con el sábado, en la profesión de religiosas Carmelitas en su retiro de Carmel Juyú.
Esta noche, llegamos a Guatemala y he sentido el bien que hace unas pequeñas vacaciones en medio de tanto trajín actual de nuestro Ministerio.
Miércoles, 05 de diciembre
Esta mañana, en Guatemala, he visitado la Librería Loyola, donde he encontrado varios libros de mucha utilidad actual. También me encontré con varios sacerdotes guatemaltecos que me mostraron su gran aprecio y cariño. Yo he agradecido al Señor y a ellos por este testimonio de fraternidad que, gracias a Dios, se disfruta aún en otros países donde uno piensa no ser tan conocido.
Caminamos de Guatemala hacía la propiedad de las hermanas Carmelitas, que está a unas tres horas de camino, pintoresco camino, sobre todo, al llegar al Lago de Atitlán, en cuyas orillas está situada esta preciosa casa a la que llegamos de noche. Celebré la Santa Misa con la comunidad de Carmelitas que es muy cordial; me dieron una acogida muy cariñosa y después de la Misa cenamos e hicimos gratos recuerdos de la vida en su Congregación y en El Salvador, de manera especial, donde yo guardo mucha gratitud, ya que me han acogido en una de sus casas, el Hospital de la Divina Providencia, donde prácticamente es toda mi residencia y mi familia.
Jueves, 06 de diciembre, Viernes, 07 de diciembre 1979 y Sabado, 08 de diciembre
Tres días en esta cumbre que las Carmelitas han llamado “Carmel Juyú, porque está en un cantón llamado Juyú, de la jurisdicción de Panajachel, junto al Lago de Amatitlán en Guatemala. Las novicias, que se preparan para hacer su profesión el día ocho, son el centro del cariño de esta comunidad. Me acompañaron unas religiosas a visitar la población de Chichicastenango, con sus tradiciones que se remontan al paganismo indígena en el mismo templo cristiano, donde curanderos y orantes, a su manera, inciensan, elevan oraciones, expresan en pétalos de diversos colores sus intenciones ante el patrón del pueblo, que quizá en su mentalidad confunden con sus ídolos paganos. Es una religiosidad popular bien interesante.
El día ocho, tuvimos la Misa en honor de la Virgen Inmaculada y en la cual hicieron su profesión las seis nuevas Carmelitas; estaba aquí la Superiora General de la Congregación y una gran cantidad de religiosas de México y de Centroamérica. Celebré y expresé en la homilía mi admiración por este lugar y mi servicio jerárquico a la vida religiosa. Concelebraron el Vicario General y un padre Carmelita.
En la tarde del sábado, regresé a El Salvador y después de un viaje de cuatro horas, sesioné con el Padre Moreno, con Beto Cuéllar, con el Vicario General, Padre Cortez, el Canciller Padre Brito, que ha regresado ya de su viaje de salud, para informarme y tomar criterios para mi homilía acerca de la vida del país en esta semana que he estado ausente.
Domingo, 09 de diciembre 1979
La Misa se celebró en la Catedral. Al principio no había tanta gente, pero luego a la salida, sí estaba, como de costumbre, repleta la Catedral. El segundo domingo de Adviento me dió el tema para hablar de “DIOS SALVA AL PUEBLO EN SU PROPIA HISTORIA” y necesita de los hombres de ese pueblo para salvar al mundo; comunidades que, como Juan Bautista, no se identifiquen con movimientos políticos, pero que los iluminen todos, así como todas las preocupaciones del pueblo. Después de la Misa, hubo una rueda de periodistas y de televisión que se interesaron por los temas tocados en la homilía y por otros aspectos de la misión de la Iglesia en El Salvador.
Fui, a las once y media, a compartir la convivencia de los niños de primera comunión y padres de familia, catequistas en la parroquia de la Divina Providencia, Colonia Atlacatl, un ambiente verdaderamente vivo. Felicité a los Padres Redentoristas; expresé mi complacencia en aquel acto a los catequistas y a todos los colaboradores de la Parroquia y dirigí un pequeño mensaje a los numerosos niños y niñas de primera comunión. Almorcé con los padres.
A las cuatro de la tarde estaba llegando al Cantón El Espino de la parroquia de San Pedro Perulapán, donde el Padre Solórzano había reunido una gran cantidad de gente para celebrar la fiesta de la Inmaculada en este domingo. Fue una verdadera catequesis la que tuve la oportunidad de realizar, a través de la Misa y de la homilía. Quedé muy satisfecho; el mismo padre expresó y varios seglares también expresaron, al final, su afán de trabajar en la evangelización de nuestro pueblo.
Por la noche, asistí a una clausura de Cursillo de Cristiandad de señoras, que se realizó en Planes de Renderos. Hubo mucha fe, despertó mucho entusiasmo este nuevo encuentro con Jesucristo y yo aproveché en mis palabras de decir que cursillo y su carisma de conversión y de primer encuentro con Cristo, no es más que una pieza del numeroso conjunto de elementos que supone la evangelización, y que trataran de realizar los otros aspectos para que su evangelización fuera completa. Me referí concretamente a la catequesis o estudio de la religión más sistemática, a los sacramentos que son los signos de nuestra pertenencia a una comunidad; la comunidad trabajando no para sí, ni para pequeño grupo de cursillo, sino para toda la parroquia y para toda la Diócesis y apostolado, todo el que se evangeliza debe evangelizar a los demás. Es un bonito grupo de señoras, procedentes de esta capital, de Jucuapa, de Santiago de María, de Santa Elena y de Jocoro.
Lunes, 10 de diciembre
Fui a pasar la mañana con las religiosas Dominicas en el Colegio de Fátima, donde está la Superiora General y se realiza el capítulo, para elegir a la nueva provincial. Salió elegida la misma Provincial anterior, la Madre Nieves, que efectivamente ha hecho mucha labor y se le tiene mucho cariño y se le atiende muy bien. Hay un número de religiosas jóvenes que son una esperanza para compartir la vida de nuestro pueblo. Las felicité por su actuación que ví durante la elección, una unidad y, al mismo tiempo, una humilde de la nueva Provincial que pidió posponer la elección que se había hecho de ella, porque tenía algo que exponer a la Superiora General que está entre nosotros y después de una hora de reflexión, se aprobó la elección y expresó la nueva provincial su buena voluntad de servir a la congregación. Después cantamos el Te Deum, donde expresé esta felicitación y esta esperanza de que esta Congregación siguiera prestando valiosos Servicios pastorales en nuestra Arquidiócesis.
Por la tarde, fui a celebrar los veinticinco años de vida religiosa de la Hermana Nelly Rodríguez y otras dos religiosas del Sagrado Corazón, y cincuenta años de la niña Mariíta que es una Oblata Seglar. En el Colegio Sagrado Corazón, se habían dado cita familias de estas religiosas y concelebramos con el Padre Isidro. Expresé en mi homilía el valor de la consagración religiosa y cómo los votos son un índice para las soluciones sociales de nuestro tiempo. El desprendimiento de nuestros votos religiosos dan el verdadero sentido de lo irracional de ciertos extremismos en nuestra época.
Antes de ir a la cena a la casa del hermano de la Hermana Nelly, el doctor Abraham Rodríguez, volví al Hospital de la Divina Providencia donde dos militares jóvenes me necesitaban con urgencia para expresarme sus preocupaciones acerca de ciertas actitudes dentro de su mismo gremio militar, especialmente, expresaron su descontento contra el Ministro de Defensa, que es un aliado con el pasado y que hace peligrar la mística de renovación que tiene la juventud militar. De mi parte, expresé prudentemente el apoyo que la Iglesia da a todo lo justo y a todo lo renovador y exhorté a ellos que ellos eran los protagonistas de este momento provisional en el Gobierno y que hicieran según su conciencia. Prometieron seguirme visitando otros militares que, según me dijeron, tienen mucha fe en mi palabra. Yo trataré de mantener siempre esa incolumidad de la línea pastoral de nuestra Diócesis.
Hubo también antes una entrevista con la comunidad de Zacamil, ya que han renunciado a la distribución de nuestro periódico ORIENTACION y se expresan muy descontentos de la actual dirección que lleva este Semanario. Se sienten aludidos cuando se habla de la división de la Iglesia y de los grupos que más bien son políticos que eclesiales. Traté de acogerles todas sus inquietudes, sus quejas. Les manifesté sinceramente el pensamiento de la pastoral de nuestra Arquidiócesis y los invité a continuar un diálogo con los mismos responsables de la prensa y de la radio y creo que fue muy positivo este diálogo. Salieron contentos de que se podía dialogar y de poder exponer sus pensamientos, pero, al mismo tiempo, oir otros pareceres.
Martes, 11 de diciembre
La comunidad de Zacamil, según había quedado invitada por mi la tarde anterior, vino a entrevistarse con los responsables del periódico ORIENTACION, y de la radio YSAX. No pude asistir personalmente, pero encomendé al Vicario General, Padre Cortés quien coordinó una entrevista y la llevó por caminos muy tranquilos a una reflexión que dejó abierto el diálogo para que nuestros medios de comunicación respondan a las inquietudes de toda nuestra Iglesia. No pude asistir personalmente, porque había al mismo tiempo la reunión de la Comisión de Pastoral que estuvo muy animada. Una carta del grupo de sacerdotes que había publicado un manifiesto, expresó que no podía asistir a esta junta porque no había ambiente de diálogo. Que la Iglesia volvía a sentirse maestra, que estaban descontentos con ciertas publicaciones, que la junta anterior había terminado muy mal, sobre todo, por la pésima interpretación del Arzobispo. Y que por eso sugerían otros puntos a tratar y no el punto para el cual se había invitado a continuar la reflexión anterior. Por mi parte, traté de estar sereno y dije que la Comisión de Pastoral era un instrumento de consulta del Obispo, el cual señalaba los temas según la consulta que él quiere hacer, y siendo que la consulta ya se había preparado y señalado en la agencia, que se realizara como estaba preparada. Y que los que no habían querido venir, con eso estaban manifestando su poca capacidad de diálogo y que se les invitaba a expresar, con serenidad, en diálogo con el Obispo o con las organizaciones que el episcopado tiene para el diálogo, sus propios pareceres y confrontarlos y corregir o afianzar los modos de pensar. A un diálogo no se va a defender posiciones ni a expresar resentimientos, sino a buscar la verdad y a compartir el amor y la unidad de nuestra Iglesia.
Por la tarde, tuvimos una reunión, con el personal de la Curia, el Vicario General, Padre Cortés, el Canciller, Padre Brito, el Vice-Canciller, Padre Rafael Urrutia la Secretaria, Hermana Nicolasa y el Administrador, Ingeniero Galván. Tratamos principalmente de cómo llevar como más eficacia el Diario de la Curia, ya que, de mi parte, voy llevando este diario, en cassette, para que lo pasen en limpio, pero resulta sólo la actitud y la actividad del propio Obispo y yo quisiera que fuera llevándose un diario de toda la Curia y de toda la vida de la Arquidiócesis; que esta es la historia que mucho interesará, sobre todo, en unos día tan densos como nos toca vivir. Se comprometió el Padre Rafael a recoger el trabajo de todas las dependencias de la Curia y a elaborar, junto con estos apuntes personales míos, el diario que estamos deseando y estudiar luego cómo recuperar todo el tiempo que ha transcurrido, en aquellos detalles que no se hayan podido tomar para un diario.
Por la noche, fui a celebrar la Misa en honor de la Virgen de Guadalupe a la Colonia Las Delicias, de Santa Tecla, con el Padre Javier; fuímos luego a la casa de la niña Carmen Chacón, donde siempre encontramos una acogida muy cordial.
Miércoles, 12 de diciembre
Día de la Virgen de Guadalupe. Fui a celebralo a la Parroquia del Dulce Nombre de María, en Chalatenango, que dirigen los Padres Maryknoll. El tema de mi homilía fue “MARIA, MAESTRA Y MODELO DE LA EVANGELIZACION”; cómo ella fue colaboradora para traernos al gran evangelizador, Jesucristo; y cómo ella, segundo lugar, es el modelo de la persona evangelizada y en tercer lugar, cómo la evangelización de una persona se traduce en evangelizadora y María es la gran evangelizadora de nuestra América.
Se habían anunciado para esta noche, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia y otros abogados, pero a última hora dijeron que no iban a poder venir. Fui a celebrar esta noche la Misa de Nuestra Señora de Guadalupe en la Colonia de Guadalupe en Soyapango. El Padre Eliodoro Orellana es el capellán de aquella Capellanía y la Iglesia estaba completamente llena. Hubo confirmaciones y el mensaje que dejé en la homilía era el mismo del Dulce Nombre de María esta mañana. Después me fuí a cenar con Paco Calles, vecino de aquella parroquia, donde había también un grupo de jóvenes que hacen comunidad con él y estuvieron presentes el Párroco de Soyapango, Padre Villarán y el Padre Eliodoro, de la Capellanía mencionada.
Jueves, 13 de diciembre 1979
Día de Santa Lucía. Esta patrona de Suchitoto convoca a aquella gente muy fervorosa en el templo parroquial de Santa Lucia, donde es párroco el Padre Jorge Benavides, quien me había invitado para presidir esta celebración. Aproveché para orientar esta vida muy abundante de Suchitoto, gente muy promovida en política y en asuntos prácticos, para decirles que la luz de los ojos que le pedimos a Santa Lucía fuera no sólo para la vista material, sino sobre todo para la mirada de la fe y que la fe nos pedía hoy en los problemas de América Latina y de nuestra patria, en especial, las tres visiones que el Papa indicó en Puebla como base Teológica de nuestras reflexiones pastorales, o sea, la verdad sobre Cristo, la verdad sobre la Iglesia y la verdad sobre el hombre, que traté de aplicar a las circunstancias de nuestro país. Compartimos después de Misa con varios sacerdotes de aquella Vicaría y almorzamos en el convento del Padre Benavides.
Con el Padre Abrego me fui y volví platicando de cosas muy interesantes, sobre todo, de problemas de nuestro presbiterio y procuraré tener más cuidado y atención ya que constituyen la parte principal de nuestra pastoral y hay peligros de incomprensiones y también de divisiones. Yo le pido al Señor que no libre de todos estos males y que nos dé un Clero unido, santo, eficiente, para nuestra situación.
Por la tarde, fui a visitar a la Policlínica a dos hermanas belgas que trabajan en Quezaltepeque y que sufrieron, hace varios días, un accidente de tránsito que las ha dejado bastante mal, ya que están enyesadas y traté de animarlas; tienen muy buen espíritu y están dispuestas a continuar su trabajo en aquella parroquia de Quezaltepeque.
Por la noche, recibí una representación de organizaciones obreras de Holanda, de Bélgica, de Estados Unidos y de sindicatos de nuestro país. Fue una entrevista muy interesante en que mostraron su admiración por el papel de la Iglesia en la defensa de la organización y de los derechos de los obreros y campesinos. Y ofrecieron su solidaridad y, al mismo tiempo, su apoyo económico en lo que fuera posible de parte de unos países que siempre han ayudado a nuestros países latinoamericanos. Les agradecí y traté de responder lo más honestamente a sus preguntas sobre la situación del país y, sobre todo sobre el papel de la Iglesia en nuestra patria.
Viernes, 14 de diciembre 1979
Por la mañana, reunión de la Directiva de YSAX, la Voz Panamericana, principalmente para tratar del auditor y del cambio de Gerente, ya que Héctor Samour tiene una beca para Alemania y se irá el próximo mes de enero. Se presentaron como dos candidatos, entre los cuales prefiero a Napoleón Navarro, por ser más conocido y se necesita una gente de mucha confianza en ese puesto.
Fuimos luego a almorzar a Domus Mariae con el personal de la Curia, de la tipografía y de la radio; es un personal muy numeroso, cerca de cincuenta personas y sentí la necesidad de que debíamos de repetir estas reuniones para identificarnos en nuestros criterios de servicio a la Iglesia desde puestos tan importantes.
No pude ir a la reunión del Centro de Promoción Ana Guerra de Jesús, y le encomendé a los Padres Dominicos, que están más cerca de ahí. Se trata de un centro de promoción de señoras del mercado, donde la niña Refugio Alvarez es la principal agente de una promoción que está produciendo muchos frutos.
Por la noche, fui al Colegio de Fátima, donde está la Superiora General de las Dominicas de la Anunciata y acaban de celebrar su capítulo provincial. Me exhibieron la bonita película de la beatificación de su fundador, el Padre Coll, ceremonia preciosa en la que yo participé personalmente, ya que me dieron el viaje estas religiosas del Colegio de Fátima.
Había el rumor de que graves cosas sucedían en San Salvador y no querían que me viniera de Santa Tecla, pero insistí y todo era un rumor. Porque, de verdad, siempre está tensa la situación, pero no había cosa extraordinaria.
También esta tarde tuvimos una importante reunión con la Comisión de Seminario y algunos Senadores del Presbiterio, para estudiar la situación con la Conferencia Episcopal, después de la reunión del 05 de diciembre en que se cambió la Directiva, volviendo a ser Presidente Monseñor Aparicio, nombrado Secretario de la Comisión Social al Padre Juan León Montoya, que no está en comunión con el Arzobispo, y la eliminación de cinco profesores del Seminario que la Arquidiócesis aprueba. Se trató de que era ya el momento quizás de hacer nuestro propio Seminario y no estar siendo víctimas de tantas injusticias de la Conferencia Episcopal. Y se acordó también preparar un buen informe a Roma de cómo la Conferencia en nuestro país no presta los servicios para los que han nacido las conferencias episcopales. Y como existe una tendencia casi personal contra el Arzobispo y contra la Arquidiócesis. Se le encomendó al Padre Fabián preparar este informe y se encomendó también al Padre Rafael Urrutia hablar por teléfono esta noche con Monseñor Rivera que se encuentra en Holanda o Bélgica, para que lleve a Roma esta información.
Sabado, 15 de diciembre 1979
Hubo actividades en la Curia, de modo que no pude dedicarlo a mi reflexión de la homilía. Fui también a un compromiso de familia con mi hermano Mamerto a Apopa y por la tarde a Santa Lucía, la parroquia donde han preparado muchos niños de primera comunión y jóvenes de confirmación. La ceremonia resultó muy impresionante, muy participada por todos y de veras se sintió que los sacramentos “conglutinan” la comunidad cristiana. Felicité a aquella comunidad y les exhorté a unirse y no desunirse jamás, a pesar de todas las tentaciones que actualmente polarizan a nuestra patria.
Domingo, 16 de diciembre
La Misa en Catedral, a las ocho, me dió la oportunidad de enfocar desde la pastoral, la noticia más importante de la semana, la Transformación Agraria, que es una verdadera necesidad. Tango impresión de que este comentario ha causado buenas impresiones en el ambiente y que ha definido más…
Después de la Misa en Catedral, fui al Colegio Eucarístico, donde los catequistas de la Parroquia de la Divina Providencia, de la Colonia Atlacatl, celebran una convivencia en la cual participé en una rueda donde hubo preguntas muy interesantes acerca de la Pastoral de nuestra Arquidiócesis. La mayoría de los participantes son jóvenes y me dió impresión de bastante madurez. Felicité al párroco, un redentorista, y a las religiosas del Colegio Eucarístico, que de veras están influyendo en una buena pastoral de catequesis en aquella parroquia. Les invité a que colaboraran a nivel arquidiocesano con la Comisión de Pastoral, para enfocar este aspecto que nos está faltando todavía, el aspecto catequístico.
Me fui luego a celebrar una Misa en el Seminario San José de la Montaña, donde un grupo de sacerdotes que han dejado su Ministerio se habían reunido para una reflexión espiritual. Varios estaban con sus señoras y me dió la oportunidad de contestar a bastantes de ellos y ellas y de celebrar una Eucaristía que resultó muy cordial y después almorzamos juntos en la terraza del Seminario, con comentarios muy cordiales y con entusiasmo de hacer de este grupo una comunidad de base, que dada la preparación teológica y pastoral, puede servir mucho a nuestra, Arquidiócesis.
Por la noche, a la siete, tuvimos en la Parroquia de Monserrat una bonita ceremonia de confirmación de jóvenes. Saludé con mucho cariño esta gente muy acogedora y después compartí, en la intimidad del convento, con el Padre Molina, el Padre Sanggiano, párroco del Calvario y varios jóvenes y adultos de la Comunidad Parroquial de Monserrat.
Lunes, 17 de diciembre
Esta mañana la he dedicado a tratar con los cuatro seminaristas que están preparandose para recibir sus ministerios el próximo domingo. Analizamos sus informes dados por el equipo del Seminario, que tienen bastantes puntos negativos, pero que creo que no es tan grave la situación, sino que falta un poco de comprensión para las inquietudes de nuestra Arquidiócesis y de nuestra juventud. Tuve también la consulta o el diálogo con algunos periodistas.
Fui, con motivo de salud, a visitar a dos médicos, pero no es de gravedad, sino que al contrario, me dieron aliento, ya que, gracias a Dios, estoy disfrutando de muy buena salud en estos días.
Por la tarde, la dedicamos a la grabación del programa del miércoles ya que mañana estará muy agitada, la reunión de sacerdotes y tengo otra visita a un Cantón de Ciudad Delgado.
Por la noche, se celebró en la Casa San Pablo, Basílica del Sagrado Corazón, la Ultreya Navideña de los cursillistas de Cristiandad.
Martes, 18 de diciembre
Esta mañana celebramos la reunión mensual del Clero que se pospuso para estar más próximo a la Navidad y hacer de esta reunión una convivencia fraternal navideña. Sin embargo, se propuso un tema de estudio. La reunión tuvo lugar en San José de la Montaña y expuso el joven sacerdote Jorge Benavides sobre la unidad de nuestro Clero. Evalúo y provocó una evaluación de lo mucho positivo que hay en la Arquidiócesis y también señalamientos de los aspectos negativos. Fue un verdadero examen de conciencia que luego se hizo en grupos de reflexión por Vicarías y que se terminó en un plenario con aportaciones muy valiosas y optimistas.
Concluí esta serie de reflexiones diciéndoles que la Navidad nos presentaba el punto en que debiamos convergir todos, a pesar de nuestras diferencias personales y es que Cristo es el gran misterio de la trascendencia y de la inmanencia. Que en estas dos tendencias es donde podemos diferenciarnos, pero que el equilibrio de Cristo nos da la pauta para vivir como sacerdotes, buscando siempre ser la representación de Cristo en el mundo. Cristo es el Verbo que se hizo carne, misterio de inmanencia; Dios se hace hombre y se mete en las realidades humanas y las ilumina todas, pero siempre siendo Dios. Y que el sacerdote tiene que llevar la identidad de su Iglesia, de su misión a iluminar todas las realidades de la tierra: Políticas, sociales, económicas, pero sin perder nunca su propia identidad. La otra tendencia es la trascendencia, que si Cristo se hizo hombre es para elevar todas las cosas a Dios, y que éste es nuestro papel; trascender las cosas desde su propia entraña; no quedarnos en la inmanencia sino trascender como Cristo puede decir al final de su vida: “Vine del Padre al mundo y regreso del mundo al Padre”. Después nos sirvieron un almuerzo en que compartimos fraternalmente religiosas y sacerdotes.
Esa misma tarde, fui al Cantón San Laureano, de la Parroquia de Ciudad Delgado, para celebrar la fiesta patronal de la Virgen de los Remedios. Fue una reunión donde se habían preparado matrimonios y confirmaciones. Un pueblo sumamente cariñoso, una alegría profunda, que hace olvidar todos los sabores.
Cené con el señor Arzobispo de Maracaibo, Venezuela, Monseñor Domingo Roa, antiguo compañero en el Pío Latino y que ha venido expresamente para verme y ofrecer su colaboración también de parte del Presidente de Venezuela, en que pueden ayudar a la difícil situación de El Salvador. Yo decidí desde el principio que actuaría como pastor, como siempre he tratado de hacerlo. Ya que en el aspecto político el señor Presidente de Venezuela ha tenido oportunidades de tratar muy a fondo el problema político de nuestro país con el Ingeniero Duarte, que vivió en Venezuela mucho tiempo. Pero desde el punto de vista pastoral, sólo pediría la influencia internacional para suavizar los extremismos de izquierda y de derecha y, tal vez, mandar ayudas políticas a los diferentes partidos de nuestro país, pero ésto pertenecía al campo de la política. Mi afán como pastor es buscar la unidad, suavizar tanta violencia y que si en este sentido algo podrían hacer, sería, pastoralmente, una verdadera colaboración con la Iglesia que mucho agradeceríamos.
Miércoles, 19 de diciembre
Hoy celebra su fiesta patronal la Parroquia de San José Quezaltepeque. Invitado por el Padre Roberto y aquella comunidad, fui a celebrar allá, y en Misa hubo un bonito número de jóvenes que se confirmaron y niños que hicieron su primera comunión. La asistencia en el Colegio de las hermanas Dominicas fue muy numerosa, ya que no se puede tener en la Iglesia parroquial, todavía ocupada por el Padre Quinteros. Mientras almorzaba en el comedor de las hermanas Dominicas de Quezaltepeque, me avisaron por teléfono que acababa de ser ocupado el Arzobispado por la Organización Política Popular, Ligas Populares 28 de Febrero. Yo me comuniqué luego con el responsable de dicha ocupación para preguntarle cuáles eran sus objetivos y reclamar por ocupación indebida de estas oficinas del Arzobispado. Dijo que les interesaba hablarme personalmente; sin embargo, logré recabar sus objetivos que eran ayudarles a encontrar los cadáveres de los muertos en los desalojos que acaba de hacer los cuerpos de seguridad y también la devolución de los prisioneros en esos desalojos y que, en tercer lugar, hiciera denuncia de la forma demagógica en que la Junta de Gobierno toca los problemas del pueblo.
Por la tarde, vino un grupo de Sacerdotes del Senado Presbiterial, convocado por el Vicario, Padre Cortés a dialogar sobre la situación de la ocupación. En esos momentos vino también el Padre Rogelio Poncel, belga, que parece estar muy comprometido con esta ocupación, a pedirme que la ocupación pedía que fuera a dialogar. Me alteré un poco al decirle que “no representara tan directamente los intereses de una organización, siendo él pastor de todos los cristianos”. Hubo algún pequeño altercado con él y otros sacerdotes, pero después terminé reconciliado con él y diciéndole que confiaba en su sentido sacerdotal y pastoral para comprender esta delicada situación que vivimos y no parcializarse. Fui con una representación de los sacerdotes y con el Director del Socorro Jurídico, Bachiller Cuéllar, a dialogar con los ocupantes del Arzobispado, los cuales me reiteraron los objetivos que ya mencioné antes. Dialogamos bastante sobre diversos aspectos, incluso les oí bastante desconfianza con la actuación de la Iglesia, como si “hubiera dado una vuelta de ciento ochenta grados”, expresión de ellos, de su actitud ante Dios, como si hubiera traicionado los intereses del pueblo, lo cual me molestó bastante viendo la sinceridad con que trato de defender como siempre, desde el Evangelio, los intereses de nuestro pueblo. Y le dije qué, por hoy, no interesaba tanto esta discusión general, sino que volviéramos al caso concreto de la ocupación. Hablamos también con el grupo de rehenes, son quince, entre ellos cuatro sacerdotes, las secretarias y otros empleados, los cuales habían estado deliberando de que no era necesario presionar al Arzobispo para la denuncia y para sus actuaciones en favor de la justicia, ya que éste ha sido siempre el papel que se ha desempeñado en la Iglesia. Y que ellos también se sienten cautivos y que, por tanto, no es una ocupación pacífica, aunque ciertamente desarmada, pero les violenta su libertad, y otras consideraciones que me parecieron muy valientes y justas, entre ellas también, el permiso de que salieran las mujeres de esta ocupación. Yo también dije que me quedaría yo si lo que buscan es seguridad, que bastaría la presencia del Arzobispo y que dejaran ir a todos los demás rehenes. Pero ellos dijeron que, los rehenes dijeron que comprendían mi generosidad pero que ellos preferían que yo estuviera fuera para actuar mejor en cualquier otro aspecto y que ellos con gusto se mantenían solidarios con el Arzobispo dentro.
Sin embargo, analizando después, he encontrado algunas pequeñas ambigüedades en algunos que parecían solidarizarse con la causa de los ocupantes. Tuve luego comunicación telefónica con el Coronel Majano de la Junta de Gobierno, quien fue el quien llamó primero, pero aproveché para pedirle su apoyo en esta situación y que iría pronto el Socorro Jurídico a Expresarle más concretamente los detalles. También esa noche tenía una cita para platicar con el Ingeniero Mayorga Quirós, quien me expresó confidencialmente sus temores de estar colaborando con un Gobierno que mantiene todavía mucha fuerza de represión. Sin embargo, yo le animé porque, a pesar de esta represión que se nota, hay también una altura que busca soluciones justas por medios más inteligentes y que en ese nivel estaba él y que sería una lástima ir viendo como se desprendían de ese esfuerzo los civiles, en quienes tenemos mucha confianza; aunque ésto no supone una aprobación a la Junta, sino una esperanza; de poder encontrar caminos que no sean los violentos y de la sangre. Ya era muy noche, casi las once, cuando me dirigí a la cena que tenían los Cursillos de Cristiandad, en casa de Sigfrido Munés, y donde conversamos ampliamente sobre la situación del país, y la actitud que los cristianos deben tener en este momento. Me consoló mucho el sentido de compresión y de entrega de estos seglares.
Jueves, 20 de diciembre
En el desayuno, conversé con el canciller Héctor Dada, muy buen cristiano, con don Pepe Simán, con el Padre Estrada y el Padre Fabián Amaya. Analizamos la situación y se ve sumamente difícil; sin embargo, tenemos confianza en Dios y animé a los civiles del Gobierno que influenciaran para que el gremio militar también estuviera acorde con los esfuerzos de verdadera justicia social que anima los principios de la Junta de Gobierno. Luego tratamos también el asunto Eclesial, poniendo especial énfasis en un viaje de un enviado especial a la Santa Sede y, en principio, se acordó dar nombramiento más bien de Embajador a don Pepe Simán, el cual está bien conocedor de los problemas jerárquicos y sacerdotales de nuestra Iglesia. Espero que esta mediación va a hacer mucho bien a nuestra Iglesia. El Canciller expresó que, en la actual situación, la Nunciatura más bien expresa que no hay esperanzas de cambios en este sentido en nuestra Iglesia.
En nombre del Arzobispado y por petición de las Ligas Populares 28 de Febrero, que ocupan el Arzobispado, fue el Padre Cortés y el Bachiller Beto Cuéllar, en nombre del Socorro Jurídico, a platicar con los militares de Casa Presidencial. Y sacaron la impresión de que hay buena voluntad y, esta misma tarde, quedaron de resolver el problema que piden las Liga, o sea, la situación de los capturados y muertos en las ocupaciones, que fueron desalojados violentamente por cuerpos de seguridad. De Catedral informó Monseñor López que ha sido nuevamente tomada por el Bloque Popular Revolucionario y que allí velan un cadáver caído en un enfrentamiento, el cual va a ser sepultado desde la Catedral.
Platiqué, esta tarde, con don Ernesto Rivas Gallot, que como Cónsul de Africa del Sur, venía a esclarecer algún punto del secuestro de aquel Embajador, del cual no tenemos noticias ninguna.
Viernes, 21 de diciembre
Por estar ocupada la Curia Arzobispal, nos reunimos en el Hospital de la Divina Providencia, el Padre Fabián Amaya, el Padre Cortés, el Padre Brito y la señorita Doris Osegueda, Secretaria de Comunicación Social, a fin de estudiar un boletín que describa la ocupación del Arzobispado. Fue muy interesante el análisis que se hizo de la ocupación y, desde allí, al pensamiento de todas estas organizaciones que fanatizan un poco y en las cuales también se implican cristianos y hasta sacerdotes. Parece que la influencia del Padre Rogelio, Párroco de Zacamil, ha sido decisiva en esta toma. No quiero juzgar con certeza, pero sí me hace sospechar, lo mismo que otros elementos de comunidades de esa misma parroquia. Se acordó también celebrar la Misa en la Basílica, ya que la Catedral está tomada por el Bloque Popular Revolucionario, aunque ellos dicen que está a puerta abierta, pero es exponerse a manipular la Misa. Se decidió también suspender la reunión de jóvenes que se iba a tener el sábado y domingo, pero siempre se tendrá la ordenación de ministerios de los cuatro jóvenes de tercer año de Teología.
El doctor Badía, Ministro de Salud, fue muy amable en traer personalmente los datos que Socorro Jurídico le pidió acerca de los heridos que están en los centros asistenciales y que sufrieron en el desalojo de las tomas de las Ligas Populares Revolucionarias. La visita del doctor fue muy rica en experiencias, ya que él es uno de los Ministros más interesados en las transformaciones del nuevo Gobierno. Pero también ve con realidad la dificultad de dar pasos adelante con tanta oposición de las dos extremas.
La señorita María Julia Hernández, que se ha encargado de las homilías, de editarlas, ha traído tres tomos que abarcan el año litúrgico. Le he agradecido y la he felicitado por esta obra de divulgación de mi pensamiento, que creo que está haciendo algún bien. Y hoy, al ver los tres tomos elegantemente encuadernados, me doy cuenta de la inspiración que el Espíritu Santo ha dado a su Palabra en nuestra Arquidiócesis. Bendito sea Dios. Ojalá que el Señor bendiga esta siembra de su Palabra e ilumine las realidades que semana a semana tratamos de iluminar con su Divina Palabra.
Finalmente, por la noche, llegaron Monseñor Urioste, de regreso ya de Holanda, con el Padre Cortez y platicamos de la situación en nuestro país, lo mismo que de las circunstancias de su interesante viaje.
También vino ya bastante noche a visitarme el coronel Guerra y otro coronel que estaba en el exilio y que ha vuelto; parece tener bastante pesimismo con la situación actual. Lástima, porque este decaimiento de ánimo puede ser fatal en hombres que deben empuñar hoy con mucho valor la situación, precisamente, porque es difícil.
Monseñor Modesto López, párroco de Catedral, tuvo la bondad de irme a representar a la fiesta patronal de Santo Tomás, ya que yo, por estas circunstancias, preferí no moverme; además, que me siento un poco agripado. También le supliqué que mañana, que me tocaba ir al Cantón La Esperanza de San Pedro Perulapán, fuera él a representarme, lo cual hará con amable bondad.
Al mencionar los sacerdotes con quienes me reuní esta mañana, olvidé citar al Padre Rafael Urrutia, Rector del Seminario Menor, y Canciller en la Curia, el cual se ha portado muy dignamente, con valentía y con mucha fidelidad a su Obispo, característica que también ha distinguido al otro sacerdote, Aníbal Romero, y a los dos seminaristas que ha quedado para custodiar el patrimonio del Arzobispado. Expreso, pues, un agradecimiento y una felicitación muy especial por este espíritu de fidelidad sacerdotal.
Sabado, 22 de diciembre
Por la situación del Arzobispado, tomado por una Organización Popular Política, no creí conveniente ir personalmente a cumplir mi compromiso en el Cantón La Esperanza de San Pedro Perulapán, pero amablemente fue Monseñor Modesto López y allá, junto con el Párroco, Padre Solórzano, el Vicario Padre Montesinos y el Padre de Suchitoto, hicieron una buena representación de la Iglesia en un cantón que está atemorizado por el ajusticiamiento que, en forma vengativa, realizaron allí elementos revolucionarios armados. Fue, pues, un gran consuelo de la Iglesia, aunque, según me informaron, se notaba mucho temor y no fue tanta gente como se hubiera querido. Incluso alguno había corrido la mala noticia de que yo iba con intenciones de llevar más violencia a aquel pobre cantón. Pobre gente, como ha sido tan sufrida, primero por la parte oficial, ORDEN, y la Guardia Nacional, y hoy por venganza, por los grupos de izquierda. Quiera el Señor conceder a estos pobres corazones la tranquilidad que han perdido. La Misa fue, dicen, muy bien celebrada con la participación en el comentario del Evangelio muy adecuado por parte de todos los sacerdotes asistentes.
También omití la asistencia personal a una ceremonia de confirmación en la Escuela de Lourdes, pero también allá fui representado por el Párroco del Calvario, Padre Federico Sanggiano. También por este motivo se suprimió la vigilia de jóvenes que iba a tenerse esta tarde y esta noche, ya que el Padre Rafael Urrutia, que era el principal organizador, no pudo activar sus preparativos inmediatos por estar de rehenes en el Seminario secuestrado.
Hacia el medio día se dejó libre el Arzobispado de San Salvador; lamentamos que hayan causado tanto estorbo en el funcionamiento de esta oficina de servicio, la Liga Popular 28 de Febrero y que haya habido elementos cristianos que hayan participado tan activamente en esta ocupación de su propia Curia. Es incomprensible, pero en estos momentos de confusión hay que tratar de comprender.
Domingo, 23 de diciembre
En la Misa, que fue en Catedral, a pesar de que había consejos contrarios, por que la Catedral había sido tomada por el Bloque en la semana recién pasada, y se creía que podía haber algún trastorno en la ceremonia, pero se tuvo, por fin, en la Catedral con muy buen éxito, y en esta Misa se concedieron los ministerios a cuatro seminaristas del tercer año de Teología. Son cuatro esperanzas ya próximas para el presbiterio de El Salvador; posiblemente el otro año estaremos ordenando a estos cuatro jóvenes que ahora se inician por los ministerios.
Después de la Misa, el Pueblo los saludó muy cariñosamente en la puerta de Catedral, y, de parte del Seminario, les hicimos una pequeña fiestecita en el Hospital de la Divina Providencia.
Por la tarde, fui al Calvario de Cojutepeque…
Domingo, 23 de diciembre(continuación)
Esta tarde, acompañado de Monseñor López, fui a Cojutepeque para bendecir la Iglesia nueva del Calvario, que ha sido costeada por la señorita Mercedes Barriere, ya difunta. Una hermosa Iglesia, que servirá de relicario para una imagen muy antigua y venerada de Cojutepeque, el Señor de las Misericordias. Aproveché para predicar en la homilía el sentido cristiano de la redención, sin la cual no tienen sentido las otras redenciones de la tierra. Gente muy acogedora, me hizo sentir la alegría de una comunidad que de veras vive en su sencillez la fe cristiana. El párroco, Padre Cayo Ayala, las religiosas belgas, que allí trabajan, las religiosas franciscanas, que tienen allá también un colegio y un numeroso grupo de fieles constituyeron el núcleo de esta hermosa ceremonia de la bendición del nuevo templo.
Por la noche, tenía invitación de la Colonia Atlacatl para asistir a una posada, pero me sentía muy cansado y supliqué al párroco que me dispensara.
Lunes, 24 de diciembre
Vigilia de la Navidad. Desayunamos con los Vicarios Generales y los dos Cancilleres, el Padre Amaya, para evaluar un poco problemas presentes del Arzobispado, principalmente acerca de la ocupación de la Curia, de la actitud pastoral de algunos sacerdotes, del Seminario y otras cosas que fueron muy bien vistas, analizadas, con un sentido muy pastoral y muy cordial, con la preocupación del Arzobispo. Se nos fue toda la mañana y ya casi nos levantábamos de la mesa cuando ya era otra vez hora de ir a almorzar, pero se fueron a preparar sus fiestas de Navidad a su diversos cargos eclesiásticos.
Por la tarde, en la Colonia Roma, en la Iglesia de los Padres Carmelitas, presidí una ceremonia de primera comunión. Un bonito grupo preparado allí para celebrar así la venida del Niño Jesús.
A las ocho de la noche celebré la Misa de Navidad en la Catedral, a pesar del temor y que me aconsejaban que mejor cerráramos la Iglesia, resultó una Misa muy bonita, bastante gente y compartimos, así, la celebración y el saludo de nuestra Navidad. El mensaje fueron tres frases del Evangelio de hoy: La primera, que se refiere a la gran noticia, “DIOS ES LA GRAN NOTICIA”, su presencia en el mundo ha puesto un germen de novedad en la historia, siempre hay esperanzas cuando hay cambios en la historia, porque Dios va con nosotros; la segunda frase, “LA SEÑAL QUE LOS ANGELES DIERON A LOS PASTORES ‘ENCONTRARAN AL NIÑO ENVUELTO EN PAÑALES SOBRE UN PESEBRE’”, Cristo es Dios que se arropa con la miseria humana y que asume todo el dolor y el sufrimiento para darle un valor redentivo; y tercero, “GLORIA A DIOS EN LO MAS ALTO DE LOS CIELOS”, es la meta de la vida de todo hombre, hacerlo todo a la mayor gloria de Dios.
A las diez de la noche, celebré la Misa en el Hospital de la Divina Provincia, donde había numerosa asistencia, a pesar del temor en el ambiente porque se temía que esta Navidad iba a ser una Navidad negra, sin luz, sin agua. Sin embargo, transcurrió pacíficamente, bendito sea Dios.
Martes, 25 de diciembre
Fui a presidir una ceremonia de primera comunión y confirmaciones en la Parroquia de Huizúcar, donde el Padre Benito Tovar y las religiosas Pasionistas han preparado muy bien a estos niños y jóvenes.
Por la tarde, preparé la grabación para la entrevista de mañana. Octavio vino desde Sonsonate, lo cual indica muy buena voluntad para colaborar en este apostolado.
Y por la noche, fui a cenar con la familia de la niña Angélica de Mena, la familia Argueta, donde también recordamos tiempos muy bonitos vividos en San Miguel. Fue nuestra cena de Navidad, porque no la pudimos hacer el día anterior, por las ocupaciones pastorales.
Miércoles, 26 de diciembre
En el Hospital de la Divina Providencia, recibí varias visitas importantes, siendo la principal la del Provincial de los Padres Agustinos que tiene muy buena impresión de nuestra Arquidiócesis y del trabajo de los sacerdotes. Fundará una especie de colegio vocacional, donde se reunirán los jóvenes que pretendan seguir sus caminos de espiritualidad agustina.
Esta mañana fue el Padre Cortez al cumplimiento de lo prometido en Quezaltepeque, de que hoy dejaría el Convento y la Iglesia el Padre Quinteros, que ha sido un intruso desde hace mucho tiempo. Pero la Misión fracasó, porque un grupo de veinticinco personas acuerpaban adentro del convento al sacerdote rebelde, con el pretexto de que no iban a posponer a un nacional, para entregarle a un extranjero. El Padre Roberto, que es el legítimo párroco, es belga y talvez ésto es un estorbo para realizar esta pacificación. Veremos si conviene un cambio de sacerdotes pero insistiremos en que el Padre Quinteros tiene que entregar lo que le corresponde.
Jueves, 27 de diciembre
Hoy celebró su fiesta navideña la Cooperativa Sacerdotal en el Seminario San José de la Montaña pero no pude asistir porque hoy, día de San Juan Apóstol, fui invitado a San Juan los Planes, en la cumbre del Volcán de San Salvador, jurisdicción de Quezaltepeque, donde celebran la fiesta patronal muchos cristianos organizados en comunidad por los universitarios que desde hace algunos días o años están trabajando allá bajo la dirección de Monseñor Urioste. Es un ejemplo de comunidad de base promovida por unos apóstoles laicos. Se trataba de una bonita primera comunión, de un matrimonio y lo principal, un conjunto de comunidad eclesial de base. Allá estaba el Padre Roberto, que es el párroco de Quezaltepeque y que conoce muy bien aquella obra.
Al regresar, por radio, me dí cuenta de una crisis en el Gobierno. Ha habido un enfrentamiento entre Ministros y las Fuerzas Armadas y parece que preparan un pronunciamiento que es, prácticamente, una amenaza de renuncia porque creen que el Ejército se ha derechizado, está fomentando las pretensiones de la oligarquía y los ministros, que han entrado inspirados por la proclama del 15 de octubre, quieren las transformaciones profundas, estructurales, que nuestro pueblo necesita. Estamos a la espectativa de esta crisis que surge en el interior del Gobierno.
Por la noche, tuve una reunión con la comisión de Seminario en que estudiamos la situación ante las actitudes de la Conferencia Episcopal y del equipo de Seminario. Hay un conjunto de sacerdotes bien interesados y creo que se va a solucionar bien en forma de tener nuestros seminaristas de la Arquidiócesis más directamente bajo nuestra formación pastoral, aunque vayan a recibir al Seminario Interdiocesano su formación académica, así como lo hacen otros grupos de estudiantes religiosos.
Una visita, por la noche, de un miembro del partido UDN no se pudo realizar por estar yo ocupado en esta otra junta. Y cuando ya les señalé que podía venir más noche, avisó que él tenía otra ocupación en este momento difícil de los partidos políticos.
Viernes, 28 de diciembre
Día de los Santos Inocente que tiene su sede de manera especial en la Parroquia de Antiguo Cuscatlán; yo no pude asistir porque estoy pendiente de muchas cosas, ya que muchos miembros del Gobierno y del Ejército vienen a consultarme. Es un índice del prestigio que la Iglesia tiene y que trato de servir con toda sinceridad, sin salirme de mi función pastoral. Por esta misma situación política del país, en que debo de estar yo en mi puesto para atender varias consultas, no pude ir ni a la convivencia de seminaristas que se tiene en San José de la Montaña -se trata de seminaristas de la Arquidiócesis, pero la orientó Monseñor Urioste- ni a la reunión de catecúmenos que están celebrando su preparación para el escrutinio de la Casa María Eugenia, de Planes de Renderos; ni pude asistir tampoco a la reunión de Renovación Cristiana en el Espíritu que están celebrando en el Instituto Rinaldi de Planes de Renderos bajo la dirección de Monseñor Talavera que ha venido de México; ni tampoco pude asistir a una reunión Pastoral que íbamos a tener en la Parroquia de San Sebastián, Ciudad Delgado. Pero todos han comprendido que mi papel es ahora al servicio de estos intereses y que no podía moverme de mi sede.
Sabado, 29 de diciembre
Por las mismas circunstancias, tuve que omitir la visita a Candelaria, Cuscatlán, donde el Padre Interiano preparó un buen grupo de jóvenes para confirmación, pero fue a representarme Monseñor Modesto López. Tampoco pude ir a San Antonio Los Ranchos donde celebraban su tradicional Feria del Maíz. Allá estuvo el Padre Fabián, Vicario Episcopal de Chalatenango con otros sacerdotes y me trajo recuerdos muy cariñosos de aquella comunidad y un obsequio, un sombrero hecho de tusas, tejido como si fuera de junco, con adornos de pelo de maíz. Y una carta muy bonita de Potonico, expresión de verdadera solidaridad de aquellas gentes tan buenas.
Pedí, durante el almuerzo, el asesoramiento de Monseñor Urioste, del Padre Fabián, de la niña Doris Osegueda, para el enfoque histórico de la homilía de mañana.
Domingo, 30 de diciembre
Ha sido un domingo de intenso trabajo pastoral. Celebré la Misa del domingo en la Catedral, donde unos cuatrociento jóvenes, que habían celebrado su vigilia en el Seminario San José de la Montaña, asistieron para coronar esta noche de oración. Uno de ellos expresó, al final de la Misa, un hermoso testimonio. La Misa era bien oportuna: Fiesta de la Sagrada Familia y enfoqué de manera especial a Jesús joven en su familia para dar también un mensaje a esta juventud, que tuvo un gesto tan bonito de oración y de reflexión. Son jóvenes venidos de la diversas comunidades y expresan cómo está remozándose la vida comunitaria en nuestras parroquias.
Después fui a celebrar, en Tonacatepeque, una ceremonia de confirmación y de primera comunión. El Padre Luis Cázares me esperaba con sus agrupaciones tradicionales de Hijas de María, de Nazarenos, de Guardia del Santísimo y una inmensa representación del pueblo en la orilla de Tonacatepeque y nos dirigimos entre alegría, cantos, aplausos, confetis, a la Iglesia, donde tuvimos una preciosa celebración. Hablé también de la Sagrada Familia, pero en el sentido del espíritu de Dios que va a darse en la confirmación y que le da un sentido sagrado a todas nuestras familias cristianas. En la hora de la ofrenda, el padre había preparado una procesión muy generosa de regalos y de obsequios que me abrumaron de veras, colmando el altar de estos gestos de cariño del pueblo. Almorzamos juntos en la familia del padre y otros amigos y me da la impresión de que Tonacatepeque vive una intensa vida parroquial.
De ahí regresé ya para estar a las dos y media de la tarde en el Gimnasio Nacional, donde el Movimiento de Renovación en el Espíritu había hecho una magna concentración. Creo que unos ocho mil cristianos de diversas parroquias y unos doce sacerdotes presidiendo la concelebración, daban un aspecto verdaderamente rico en fervor y en asistencia a esta Misa especial. Al final, Monseñor Talavera me invitó a imponer las manos para reafirmar los compromisos del bautismo, de la confirmación y la presencia del Espíritu en aquella gran muchedumbre, a la que yo les dije “vayan como mensajeros del Espíritu, de la paz, de la verdad, de la justicia, por todo este país que tanto lo necesita”.
Y finalmente, por la noche, celebré en la Iglesia del Carmen la Misa que el Movimiento de Encuentros Conyugales preparaba y también una pequeña reunión con el secretariado para revisar y proyectar nuevos trabajos pastorales de carácter de Pastoral Familiar.
Lunes, 31 de diciembre
Desayuné con el doctor Chávez, Secretario del Partido Demócrata Cristiano y no tuve tiempo de conversar mucho con él porque me esperaban ya afuera los jóvenes militares que forman el Consejo Permanente de la Fuerza Armada, con quienes conversamos largamente acerca de la situación y de sus propósitos de mantener siempre su proclama, que ha dado origen al nuevo Gobierno. Con toda franqueza, les advertí los riesgos y las cosas que me parecía que había que enmendar, para superar la crisis del enfrentamiento con los ministros civiles.
Me fui luego al aeropuerto con Monseñor Urioste, para encontrar al Cardenal Aloisio Lorscheider, que me había anunciado su visita. En el aeropuerto estaba el señor Nuncio y Monseñor Revelo. Al señor Nuncio le pregunté si él lo llevaría a su nunciatura; él me expresó que él no sabía nada. Yo por mi parte, había preparado la casa del doctor Chávez, donde lo acogerían con gusto, si él quería. El señor Cardenal me dijo que prefiriría estar en el Seminario, pero cuando llegamos al Hospital de la Divina Providencia y le dije que allí tenía yo mi modesta residencia que se la cedería con gusto, le gustó más esta última solución, porque, me dijo “así manifiesto que estoy contigo”. El gesto del Cardenal apoyándome también en mi trabajo me ha dado mucho ánimo.
Desde aquí ha comenzado ya, esta misma tarde, una serie de visitas y entrevistas para conocer la realidad del país y la situación de nuestra Iglesia. Se dió cuenta de la intensidad del momento político, en este conflicto entre civiles y militares y me dió mucha orientación, ya que sus experiencias son similares en el Brasil. Y tuve, pues, oportunidad de estar orientando mucha gente este día y esta tarde. El Cardenal visitó esta tarde a Monseñor Revelo, al señor Nuncio, y recibió también algunos laicos; cabalmente, en el almuerzo estaba conmigo el Ingeniero Román Mayorga, miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno. Por la noche, celebré en la Catedral, a las siete de la noche, y a las nueve en el Hospital de la Divina Providencia, terminando el año con una cena familiar con las hermanas y algunos amigos que habían venido a la Misa, que resultó muy solemne. A la media noche, el paso del año viejo y la entrada del Año Nuevo siempre es saludado con una intensa cohetería, que da la impresión de una verdadera liturgia del tiempo, como decía el Padre Segura, que en paz descanse.
Entre las visitas trascendentales de este día fue la del doctor Badía, Ministro de Salud, quien me propuso que convocara a las partes en conflicto del Gobierno para invitarla al diálogo ante la Iglesia. Después de analizar esta propuesta, me apareció que había que prestar este servicio y le supliqué al mismo doctor que él convocara la parte civil y que yo invitaría a la Junta de Gobierno en su aspecto militar, lo cual hice, ofreciéndome también el coronel Gutiérrez que era conveniente llevar al Alto Mando. Le dije que, por mi parte, no había inconveniente, toda vez que fuéramos con ánimos sinceros de dialogar con los civiles. La Junta se concertó para el próximo dos de enero.