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No.1842 Pág. 1 – MISIONES Y CLERO NACIONAL

En este día nacional veamos como se cumple en la amplitud del mundo el mandato misional de Cristo.
Según cálculos tomados de la Revista Unión de México, R.P. Juan Alvarez Mejía S.I. Vocaciones sacerdotales en América, reproducido en Digesto Católico de Junio 1950 así había la elocuencia de las cifras.
Habitantes Católicos Sacerdotes

Europa 547.000.000 220.000.000 233.768
Asia 1.223.000.000 15.500.000 860
Africa 175.000.000 20.000.000 1.134
América 293.000.000 150.000.000 70.578
Oceanía 23.000.000 16.000.000 1.53
Según este vistazo a los cinco continentes, tenemos el panorama colosal de una masa de habitantes del mundo cerca de dos mil millones y medio, de los cuales la Iglesia tiene 421 millón y medio de fieles.
Tiene pues la Iglesia una labor titánica: conquistar con un ejército de 308 mil sacerdotes más de tres cuartas partes de la humanidad, para que se cumpla la profecía de Jesús: «Y se formará un solo rebaño bajo un solo pastor.
Porque la labor del sacerdote no es solo conservar la fe de los católicos sino ensanchar el campo católico con la conquista de los no católicos.
Pero al hablar de conquista misional en el Día de las Misiones, no se trata principalmente de la labor de la Iglesia en tierras ya católicas; sino más bien se entiende aquella otra tierra, la de misiones; allá donde la Iglesia no ha establecido aún su jerarquía y donde, bajo la directa dependencia de la Santa Sede, un ejército heroico de sacerdotes y religiosos y catequistas gana del paganismo almas para Cristo.
Hacia allá debe orientarse en este día la atención de todo el catolicismo. Hacia aquel mundo donde el corazón del Papa y el alma del misionero sienten la preocupación abrumadora de conservar la fe de 25 millones de bautizados y procurar la conversión de 1450 millones de infieles. Tal es el mundo misional donde un ejército de 17500 sacerdotes se pierden en una vasta inmensidad.
Inmensidad abrumadora en la que proporcionalmente a cada misionero tocaría la fe católica de 1400 cristianos y procurar la conversión de 50,000 paganos.
Cuál es el ideal de esta ímproba labor? Para qué son las misiones? Para cumplir el divino mandato de Cristo: ID Y ENSEÑAD A TODOS LOS PUEBLOS BAUTIZANDOLOS.
Conquistar todo el mundo y subyugarlo al imperio de Cristo. El imperio de Cristo es la Iglesia católica, por tanto, decía S.S. Pío XII: «el fin supremo de las misiones es establecer la iglesia en nuevas tierras y hacer que eche raíces lo suficientemente robustas para que pueda un día vivir y desarrollarse sin necesidad del apoyo de las Misiones. La obra de las misiones no es un fin en sí misma; ella va dirigida a aquella sublime finalidad, conseguida la cual, se retira…»
Es pues, idea vertebral de las misiones, la formación de una jerarquía nativa…de un clero nacional suficiente.
A quienes tendenciosamente (y asalariadamente) están en este momento queriendo marcar una antagonismo sin motivo entre clero nacional y extranjero, no les vendría mal reflexionar en este Día de las Misiones que ya los mismos «extranjeros» conocen y realizan la noble consigna de la Iglesia; prestar ayuda generosa a las tierras que no tienen sacerdotes mientras se forma su propio clero nacional.
Y no debemos olvidar que prestando esta colaboración altruista estarán muchos compatriotas de nuestra América en otros continentes donde son «extranjeros», y que no dolería el alma verlos calumniados en pago de su abnegado y voluntario destierro. (Entiéndase de los que con miras altruista van al extranjero, no hablo de los que por motivos vergonzosos fueron expulsados de su propia Diócesis).
Un clero nacional suficiente es el medio más apto para la evangelización de cada país. La Iglesia lo ha dicho claramente y ese es el ideal de las misiones. No necesitamos que se nos diga con sentimentalismos sembradores de rivalidades. Lo que necesitamos es una ayuda efectiva para que ese clero nativo sea una realidad que actúe no solo aquí sino en todas partes; una realidad y no una bandera de humo de la masonería; a la que nada debe la Iglesia ni ningún sacerdote nacional.
A conquistar un mundo para Cristo…
A eso tocan las campanas en el urgente llamado de este día misional.
Manos a la obra católicos: una oración y una limosna pide la iglesia en este día para implantar el reino de Cristo en todos los pueblos mediante la conversión de todos los paganos y la organización de una jerarquía nativa en todos los países del mundo.
O.A.R.

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