Las ocho típicas «Entradas de la Virgen de la Paz» que llenaron la semana recién pasada, nuevamente han colmado de evidencia la popularidad incomparable de la Santísima Patrona Migueleña…
El Volcán.
Entre los campesinos comienza a mostrarse esta popularidad. Y este año fueron miles de peregrinos que desde el más encumbrado cantón a través de un Apia entero de camino, acompañaron la típica carroza del «volcán echando humo». Don Luis Aparicio y su católica familia en colaboración con Don Cipriano Galeas, Don Santiago Murillo y familia., los deportistas del «Flor de café», de Don Mateo González y varios mas, patrocinaron esta tarde inolvidable que congregó otra vez a San Miguel entero en la histórica plaza donde otro 21 de septiembre los congregó la angustia cuyo recuerdo todavía estremece la gratitud para con la Salvadora de San Miguel.
La Colonia Belén y Concepción.
«Reina de los ejército» la proclamó su carroza de luz y de alegría. Doña Araceli de Yecas, al idear su carroza no pensó que al emerger de la lluvia y de la noche se vería mas graciosa para que el poeta Don Bernardino Zamora y la declamadora Señorita Lima, le cantaran: «Oh Virgen de La Paz, Reina del Mundo, Dueña eterna de todo lo que canta». Con una perseverancia admirable, Doña Licha de Lima y las Señoritas: Carmen Balmaceda y Carmen Granillo, llevaron hasta el fin la labor que se impusieron por el honor de la Virgen y de su barrio. Colaboraron también las señoras Juana de Cañas, Berta Bernal, Blanca de Molina, Sofía de Martínez, Berta Luz Gálvez y los Señores. Arnoldo Segovia y Ferdinando Escobar.
La Cruz.
«Bajo su protección florecen la industria y el comercio»…era el lema de la elegante carroza que ideó Don Nicolás Canelo y realizó Don Salvador Pacas. Una profusa salva de aplausos y pólvora saludó a la Virgen llevada en las amplias alas de un águila que protegía el progreso de esta trabajadora región de la Patria. Representado por los Señores. Antonio flores, Antonio Ortiz, Rogelio Pocasangre, Medardo Tenorio, Doña Tila de Ortiz y las Señoritas. Raquel Ochoa y Jesús Gracilazo; el Bario de la Cruz mostró este año que su entusiasmo no había muerto…sólo dormía como el arpa del poeta esperando una mano que la pulsara…
La Merced.
Este hombre, por dichosa tradición de servicio y amor a la Virgen, equivale a los nombres de Doña Angélica de Mena, Doña Amalia de Quintanilla, Doña Berta de Barreta y Doña Caya Tévez. Para la Virgen de sus amores y en el onomástico de su Barrio, fingieron una carroza de nubes para llamarla «Reina del cielo».
El Calvario.
Por obra y gracia de Doña Carmen de Soto, posa entre dos airosas palmas de triunfo la Reina de los corazones migueleños que le dicen: «Palmas, flores y corazones a tus pies». Y en verdad que este barrio tiene corazones consagrados a la Virgen Migueleña que viven su catolicismo sin mezquindades ni egoísmos, pues aunque trabajan con empeño por templo parroquial, saben que la catedral es el templo de toda la Diócesis y el santuario de la Patrona de todos los migueleños; y comprenden aquello del Evangelio: conviene hacer esto y no omitir aquello. En hora buena Doña Paquita de González y Doña Carmen de Panameño y a sus colaboradores Señores Luis Panameño, Tomás González, Antonio Zapata, Felipe Lazo, Concha de Portillo, Emma Guzmán, Angelita Becci, Tula de Alvarado, Tony Silva, Rosita Osegueda, Conche Salinas, Tula Vega, Toño Murillo, Lucía v. de Pérez, Concha h. de Gómez, Rosita de Osorio e hijas y las niñas Rosa Margarita y Carmencito Reyes.
San Felipe
Con aquella su gracia señoril Doña Triny de Belloso, en ejemplar colaboración con la Señorita. Jesús Quintanilla y los Señores Alfredo Guatemala, Ernesto Belloso y Miguel Torres, eleve sobre las ninfas cristalinas de un primoroso surtido, donde aletean ángeles y cisnes, a la Virgen que fue para el mundo lo que a sus pies se lee: «Fuente de amor y justicia».
Trabajaron también por San Felipe, las hermanas del Hospital, las Señoras: Conchita de Bran, Tina v. de Salgado, Coronada de Asturias y las Señoritas. Erlinda Zapata, Gloria Argentina Chavarría, Leonor Garay y Adelita Rosales. También este año lució San Felipe su vistoso desfile de estandartes que hacen sentir la presencia de la Virgen como el paso avasallador de una Reina del mundo.
San Francisco.
Entre parpadeantes colores de un arco iris, la Niña María Asturias y su piadosa familia proclamaron a la Patrona objeto de nuestra paz y esperanza. Así debe sentir a la Virgen la Niña María que con esta entrada está cumpliendo sus «bodas de plata», 25 años de servir a la Virgen en su entrada de San Francisco. Dichosas las almas de los que saben servirla con perseverancia desinteresada, sin esperar otra gratitud ni otro aplauso que los de la Virgen de sus sinceros cariños. Colaboraron con la familia Asturias las Señoritas. Anita García, Maruca Blanco, Clementina Hernández, Leonor Rodríguez, y los Señores José Argueta, Alex Garay, Miguel A. Granillo e hijo, Camilo Juárez y Jesús Ramírez.
Madre y Virgen.
Bajo el símbolo de «Espejo de justicia», Doña Carmen de Soto realizó la última carroza de esta temporada. La migueleña más popular, la Virgen de todos que comenzó este octavario rodeada de campesinos, la clausura con la aristocracia migueleña: Señoras de la naciente «Guardia de honor de la Virgen de la Paz» y Señoritas de Acción Católica y un bello desfile de colegios y escuelas, la proclaman espero de santidad en las diversas etapas de la mujer migueleña…madre, esposa, hija, hermana o novia…La sociedad entera, ricos y pobres, no debe olvidar jamás que su mayor gloria es tener por paisana a la Virgen de la Paz. Merecen especial mención en el éxito de esta tarde las Señoras Lidia de Arguello, Mila de Atschul, Elvira de Segovia, Licha de Guerra Hércules, Mortila de Calderón, Emma de Rodríguez, Margot de Zolier y las Señoritas Doris Osegueda, Chila Cassís y Lety Umaña.
La familia de la Virgen.
Todos los nombres que honran esta crónica y las numerosas personas que han prestado su contribución moral o económica en estos eventos espirituales, forman la dichosa familia de la Virgen de la Paz que ha comprendido la noble tarea de dar una cosa digna y propia a esta Madre sin hogar. Compactados bajo su manto lucharán hasta terminarla; como una familia unida no teme la crítica corrosiva de afuera…porque es más fuerte y más constructivo el amor.
O.A.R.