Más de cien mil obreros católicos, llagados de todos los ámbitos del mundo, llenaron la plaza del Vaticano el 15 de mayo.
La imponente reunión, bajo la mirada del Papa y a la sombra de la gran Basìcilica, era un monumento vivo de admiración y gratitud a la «Rerum Novarum» de León XIII en el 70 aniversario de su publicación.
Hace 70 años, el 15 de mayo de 1891, con la Rerum Novarum la Iglesia hacia su entrada gallarda en el siglo social. Más de un año gasto aquel anciano Pontífice en reflexiones, en consultas y trabajos para elaborar aquella Encíclica, llamada a ser Carta Magna de la Doctrina Social de la Iglesia.
El Buen Pastor veía, a la luz del nuevo siglo, un mondo de obreros «entregados indefensos a la inhumanidad de los dueños y al desenfrenado apetito de los competidores». El liberalismo había demostrado su impotencia para dirimir el agudo problema; más bien él lo había creado. El socialismo ofrecía remedios que más bien eran venenos que empeorarían la sociedad a los inmutables principios de la recta razón y de la revelación divina, y con esas luces infalibles proclamó «los derechos y las obligaciones que deben regular las relaciones de los ricos y los proletarios, de los que aportan al capital y el trabajo, y definió las partes que, en este problema, tocas a la Iglesia y a los gobiernos de los Estados y a los mismos particulares».
Asentada la solución católica sobre esas bases inconmovibles tenía que ser una doctrina de perenne actualidad. Por eso los siguientes Pontífices y los Sociólogos no han hecho más que insistir sobre las directrices de aquella Carta Magna. En su discurso del 15 de mayo JUAN XXIII anunció una nueva encíclica social que será una aplicación de la Rerum Novarum al momento social que nos toca vivir.
No ha perdido su actualidad la Rerum Novarum. Al contrario la hora aguada presente la torna más actual y urgente.
Avanza como un azote de Dios que fustiga el egoísmo de los hombres la solución del odio y de la lucha de clases. Ya 70 años de estar brillando aquella antorcha que encendió León XIII todavía hay católicos que no saben la solución católica del problema social. Pío XI, precisamente ante el peligro comunista, daba un aldabonazo a la sordera voluntaria de los «herederos del régimen económico inicuo que ha ejercitado su ruinoso influjo durante varias generaciones» y se lamentaba de casos concretos de patronos católicos que impidieron en sus templos patronales leer las encìclicas sociales y se opusieron como enemigos a movimientos obreros recomendados por el mismo Papa.
La Rerum Novarum, en su 70 aniversario, es actual y urgente. Hay que estudiarla y procurar a toda costa ponerla en práctica. Más vale tarde que nunca. Y mejor pronto antes que sea demasiado tarde.
Cierto Obispo de Italia aconsejaba a sus diocesanos «spogliatevi», se nos iv spoglieranno» (despojaos sino os despojaran) Que equivale a decir, apresuraos a buscar al agudo problema social- hoy más insoslayable que nunca- una solución digna, conforme a la razón y la fe, de acuerdo con la justicia y el amor cristiano, la solución, que proclama la Rerum Novarum…porque de otra manera Dios permitirá como un azote el triunfo de una solución de violencia, de odio, de fuerza bruta.