La misión noble de la Universidad es educar las mejores esperanzas de la ciudadanía y ayudar con una crítica inteligente, con una polémica noble y constructiva- a orientar a la Patria en la marcha hacia sus altos destinos.
Y cómo desconcierta y desalienta que en cambio sea precisamente esa máxima institución de la cultura, donde se educan tantos jóvenes del hogar patrio, la que publique sandeces que ruborizarían hasta un ambiente de cantina y de prostíbulo.
No hubiéramos querido ni hacer alusión a la bajeza del pasquín universitario, pero comprendemos que un vocero de la verdad y de la moral, así sea el mas modesto, tiene el deber de dejar constancia de que el pensamiento auténtico y limpio de la Patria, ha repudiado la incultura de la máxima casa de la cultura.
Y también porque este síntoma asqueroso viene a confirmarnos en lo que dijimos a quienes, atendiendo nuestro editorial acerca del comunismo en asedio de San Miguel, van siguiendo las pistas peligrosas: que de poco sirve andarse por las ramas, si no se pone a seguir la raíz; la raíz más perniciosa del comunismo en nuestra patria, está en la misma universidad.
Se acaba de escribir esto que transcribimos: «Nuestro máximo centro educativo en manos del comunismo internacional a través de sus fieles exponentes los Decanos Doctores José Napoleón Rodríguez Ruiz y Mario Salazar Valiente, de Humanidades y Economía respectivamente; y los profesores Doctores: Alejandro Dagoberto Marroquín, David Alejandro Luna de Sola, Thony Vassiliu Hidalgo, Licenciado Gabriel Gallegos Valdés, Raúl Castellanos Figueroa, Bachiller Mario Ángel Flores Macal, Contador Napoleón Cuevas y otros, diseminados en las diferentes facultades, ha sido convertido en un verdadero centro de operaciones comunistas, en donde sus alumnos tienen que dedicarse a actividades extrañas y alejadas completamente de los propósitos educacionales fundamentales».