No.2887 Págs. 1 y 6 – EDITORIAL – DOMINGO DE LA BUENA PRENSA

Mañana, primer domingo de cuaresma, es el Domingo de la Buena Prensa.
Los sacerdotes, comprensivos de ese apostolado que el Papa llamó «imprescindible» hablarán en los templos de la necesidad de apoyar la prensa católica. Y los buenos católicos- los que saben de expandir el mensaje de la salvación a todos los hombres acuerparán- el llamamiento con su generoso apoyo.
Acaba de dirigir el Papa un mensaje de Cuaresma, al mundo. El Papa señala como la síntesis de esta «Cuaresma del Concilio» una renovación espiritual por esta dos directrices: instrucción religiosa y caridad, y habla de la necesidad de estudiar y meditar «las verdades eternas que Dios ha querido comunicar al hombre, ennobleciendo su inteligencia y abriendo horizontes infinitos según sus designios de salvación y abriendo horizontes infinitos según sus designios de salvación y amor. Solamente así – dice Su Santidad en esta luz, el hombre se descubre a si mismo, viene a conocer sus arduos e inaplazables deberes y se determina a practicar generosamente la penitencia entendida como amor a la cruz solamente de una conducta austera el orden doméstico y social puede recibir decisivamente impulso para renovarse en la verdad, en la libertad de los hijos de Dios, en la justicia más verdadera y profunda».
Ni más ni menos los altos ideales de un periódico católico: orientar, informar, ir al hogar, a la sociedad llevando como antorcha esta luz que abre horizontes infinitos y ennoblece al hombre. Ayudar a la Buena Prensa es dilatar los ámbitos de esa antorcha. Colocar una suscripción católica en un hogar es encender un faro de eternidad para orientar una familia. Colaborar con la Prensa Católica es echar aceite a una lámpara que arde para iluminar los caminos hacia Dios.
«CHAPARRASTIQUE» tiene abierta una campaña para adquirir una prensa nueva. En el Banco de Londres están depositadas la generosas contribuciones cuyos nombres hemos ido publicando en nuestras páginas. La campaña sigue abierta, y nos es grato comunicar hoy que, gracias a una intervención de «Caritas de El Salvador» hay esperanzas muy fundadas de obtener una hermosa prensa nueva; pero todavía faltan de nuestra parte muchos colones.
Ojalá el «Domingo de Buena Prensa» encuentre en la conciencia católica y se acelere el día en que podamos presentar las páginas de este viejo luchador del catolicismo, más atrayentes tipográficamente dignas del sublime mensaje de verdad y de amor que está proclamado desde hace más de cuarenta años.