La Iglesia siempre está en misión!
La Iglesia nació y vive de un impulso de Dios: ID Y PREDICAD.
No puede detenerse, tiene que llevar el depósito de la Revelación divina a todos los hombres, a todos los pueblos. Le quema este mensaje en sus entrañas, en sus manos, en su corazón. Le urge llegar a tiempo, antes que las almas olvidadas de sus destinos, se pierdan para siempre!.
La Iglesia siempre está en misión. Pero hay temporadas en que ese soplo que la impulsa, se torna huracán, y entonces los pueblos sienten de manera más impetuosa y clara que llega a ellos LA MISIÓN.
LA MISIÓN…no podía llamarse con nombre más significativo esa campaña de intensa predicación y culto que desde mañana va a vivir San Miguel. Porque los misioneros no vienen solos ni solos vienen trayendo unas palabras humanas. Los misioneros, los enviados, vienen en nombre y con la autoridad de ALGUIEN que tiene derecho pleno sobre cada hombre, sobre San Miguel. Los misioneros son los sucesores de aquellos antiguos profetas que Dios enviaba para corregir los errores del pueblo escogido y para conducirlo por los caminos de la verdad y el bien. Y es que la vida es un caminar hacia un destino; y como los caminantes, los hombres y los pueblos corren el riesgo de perder el camino; y es necesario sobre el camino de la vida el grito de Dios, el silbo del Buen Pastor, que enderece a los extraviados y estimule a los que van bien.
Algo grande está para suceder en San Miguel.
LA MISIÓN…es algo grande como el mismo Dios y como el destino eterno de los hombres.
Ojalá que San Miguel, «este pueblo siempre ha vivido de pie, caiga de rodillas para recibir el mensaje de Dios, que nos trae LA MISIÓN».