CUESTIÓN DE CONCIENCIA
Uno de los últimos pensamientos del Papa Juan XXIII moribundo, fue su preocupación por la niñez y la juventud. Llevaba «el alma apenada y angustiada» al ver el influjo pernicioso que hace entre los jóvenes el poder de la prensa. Una vez refiriéndose a esta ruina usó la expresión de San Pablo «flentes dicimus» (lo decimos llorando), y hablando de estos abusos de la prensa, y de la ineficiencia de cierto autocontrol de algunos países al respecto de las publicaciones, invocó la intervención del Estado, para reglamentar las publicaciones destinadas a la adolescencia; pues no se tiene precaución de dejar en manos infantiles revistas y periódicos que «por sus propósitos y sobre todo por sus imágenes, hacen tan enormes perjuicios en el alma de los lectores, sobre todo si son jóvenes».
Aquel Papa de envidiables experiencias pastorales, denunció el daño de ciertas «revistas ilustradas», que ofrecen una mescolanza seductora de seriedad y de impiedad y muchas veces de indecencia, bajo el pretexto de una información completa o de publicidad».
Y precisamente para reemplazar esta cincontesible invasión del poder de la prensa peligrosa, aquel Buen Pastor urgió con palabra apremiante el considerar el problema de la Buena Prensa como «una cuestión fundamental».
La Buena Prensa es una cuestión de conciencia. Cada hogar católica debe vigilar qué leen sus hijas. Cada hogar católico debe contar con una publicación católica que oriente en medio de la baraúnda de prensa sospechosa y liberal el criterio sano, el juicio acertado bajo la luz de la eternidad como el periódico católico enfoca los problemas y episodios de la vida.
La idea sería, como dijo el Papa, una buena prensa en el mismo plan de organización y técnica de la prensa enemiga o incolora…Pero mientras nuestros católicos no se decidan a sacar de su pobreza su prensa católica, al menos ayudemos a sostener nuestros modestos periódicos católicos en los cuales no veamos las deficiencias de su presentación material, sino la vigorosa inteligencia de la Iglesia que orienta al lector.
La Buena Prensa es cuestión de conciencia.