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No.2916 Pág. 1 – EDITORIAL – A CONCILIO BAJO EL SIGNO DEL TRIUNFO DE DIOS

A penas caída la gloriosa bandera del Concilio con las manos muertas del Papa Juan XXIII…fue levantada en alto empuñada por las manos vigorosas del nuevo Capitán del Reino de Dios. Su santidad Paulo VI la hizo estandarte de su pontificado desde su primer mensaje al mundo, cuando dijo: «El Concilio Ecuménico Vaticano II será la obra principal a la que queremos consagrar todas las energías que el señor nos ha dado para que la Iglesia Católica, que brilla en el mundo como el estandarte levantado sobre todas las naciones lejanas, pueda atraer hacia Ella a todos los hombres por la majestad de su organismo, por la juventud de su espíritu, por la renovación de sus estructuras, por la multiplicidad de sus fuerzas…»
Tres meses han bastado a este infatigable organizador para preparar minuciosamente la Segunda Sesión Conciliar. todo está ya listo para comenzar mañana, día de San Miguel Arcángel, Porta estandarte del Reino de Dios, la más importante fase de esa gigantesca tarea que se han impuesto los Papas contemporáneos. Decimos la más importante porque así lo insinúan tanto los temas programados como el nuevo dinamismo del trabajo conciliar. Los temas de esta segunda sesión del Concilio son: Iglesia, María Virgen, Obispos y Regímenes de la Diócesis, Apostolado de los Seglares, y si hay tiempo, Ecuménico. Por otra parte, el espíritu infatigable y previsor del nuevo Papa, las experiencias de la primera sesión, la Comisión Coordinadora como nuevo organismo que tendrá las responsabilidades máximas de la dirección del Concilio, los «Auditores» seglares admitidos al seno de los debates conciliares, la mayor participación de los informadores y varias otras medidas dinámicas inyectadas por Paulo VI a esta sincera puesta al día del Reino de Dios, hacen presagiar que comenzará mañana la hora mas solemne y decisiva de la iglesia en el siglo XX.
ESTAMOS NUEVAMENTE EN CONCILIO. Estamos…porque el Papa lo ha repetido con insistencia, que el Concilio no lo hacen solo los Padres del Aula conciliar…el Concilio será obra de todo el Cuerpo Místico de Cristo, formado por todos los bautizados que pueblan el vasto orbe católico.
Estamos en Concilio otra vez, bajo el signo de aquel Arcángel cuyo nombre MICHAEL («Quién como Dios») significa el más audaz desafío del Reino de Dios frente a las fuerzas del mal. Es hora de oración y esperanza. Es hora de optimismo y santidad de vida. Es la hora más solemne de la historia de la Iglesia. Cada hijo de esa Iglesia debe ponerse a tono con esta hora de responsabilidades ecuménicas. Y la manera más eficaz para ellos, es hacer vida y acción el revolucionario grito de San Miguel: ¡QUIEN COMO DIOS!

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