(La Palabra del Dios Supremo)
Así se llama la primera Encíclica del Papa Paulo VI que él mismo calificó de «la primera de su clase e impotencia» durante su pontificado.
El marco de esta carta encíclica no podía ser mas grandioso ni oportuNo. El aula conciliar repleta de obispos de todo el mundo evoca aquel otro Concilio Ecuménico celebrado en Trento hace cuatro siglos. Y precisamente para conmemorar una de las disposiciones mas geniales de aquel Concilio. Los seminarios, se escribe esta encíclica en pleno Concilio Vaticano II.
Antes del Concilio de Trento la formación del clero era muy deficiente por falta de seminarios. De Trento acá los Seminarios han sido la mayor esperanza de la Iglesia. En el Vaticano II se ha celebrado el cuarto centenario de aquel Decreto providencial que creó los seminarios. El Papa ha inmortalizado la fecha con este trascendental documento consagrado precisamente al agudo problema vocacional.
La «Summi Dei Verbum» es una demanda a todos los que tienen responsabilidades sobre los jóvenes para que estudien su vocación al sacerdocio y los orienten a los seminarios. Pide también el Papa una selección más estricta de los candidatos al sacerdocio. Y el lenguaje se torna invitación de heroísmo y altura al analizar el precioso tesoro de la vocación: «la vocación significa hoy renunciación, impopularidad, sacrificio; significa predecir la vida interior a la vida exterior; significa la elección de la perfección constante y austera en lugar de la cómoda e insignificante mediocridad; significa la capacidad de escuchar las palabras implorantes del mundo de almas inocentes; de aquellas que sufren sin paz, sin consuelo, sin guía y sin amor…»
Publicaremos el hermoso texto en próximas ediciones. Pero querríamos poner este acento editorial a la publicación de este llamamiento que el Papa hace a la generosidad de los jóvenes y de las familias que, asqueados de la mediocridad ambiente, quieran oír estas voces de altura donde la Iglesia los llama para dar un sentido mas noble a sus vidas.
Se torna, pues, de actualidad el problema del seminario y para nuestras religiones tan escasas del clero, esta clarinada del Papa dará nuevo vigor a la preocupación máxima de la Diócesis: SEMINARIO Y VOCACIONES, y decidirá a nuestro pueblo católico o comprender mejor la ayuda a la mas apremiante angustia de la Iglesia.