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No.2942 Pág. 1 – Domingo del Buen Pastor

DÍA UNIVERSAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Su Santidad Paulo V acaba de dar una orden oportunísima a la Iglesia Universal: que mañana segundo domingo de Pascua, Evangelio del Buen pastor, se dedique a orar por las vocaciones.
Nada más oportuno para San Miguel y para El Salvador entero, empeñado en resolver a toda costa el agudo problema de la escasez de vocaciones.
«La primera fuente de la vocación es Dios mismo, su misericordia y libérrima voluntad. He aquí porque les decía a los Apóstoles Jesús: No me habéis elegido, fui yo quien os elegí…
Pero junto a esa nota sobrenatural de la vocación, el Papa advierte que la vocación «aunque sea principalmente donde Dios, exige, sin embargo, la generosa colaboración de muchos, tanto del clero como del laicado. Pues al paso que la civilización moderna ha difundido en medio del pueblo cristiano la estima y la ambición por los bienes sobrenaturales y eternos. Surgirán preguntas con angustia el Pontífice- como entonces numerosas y auténticas vocaciones en ambientes familiares y escolares, en los que se exalta casi únicamente los valores y beneficios inherentes a las profesiones terrenas? Que, pocos por desgracia, reflexionan seriamente sobre el consejo del Salvador: de qué le aprovecha el hombre ganar todo el mundo si es un detrimento de su alma? ¡Qué difícil es en medio de las infinitas distracciones y seducciones del mundo aplicarse la sentencia del Apóstol!: No ponemos nosotros la mira en las cosas que se ven, sino en las cosas que no se ven, pues las cosas que se ven son pasajeras; mas que las que no se ven, eternas.

«Por tanto – concluye Su Santidad- es necesario crear un ambiente espiritual apto, tanto en la familia como en la escuela. En otras palabras, aunque no sean muchos los cristianos llamados al sacerdocio y al estado religioso, todos, sin embargo, están obligados a vivir y a juzgar de acuerdo con el espíritu de fe sobrenatural, y consiguientemente, a demostrar la más alta estima y veneración hacia las personas que consagran enteramente su vida a su propia santificación, a los intereses espirituales de la humanidad, y a la mayor gloria de Dios. Solo así se difundirá entre el pueblo cristiano el «sensus Christi» (el sentir de Cristo) y se facilitará el florecimientos de las vocaciones».
HAGAMOS ECO A LA VOLUNTAD SOBERANA DEL JEFE SUPREMO DE LA IGLESIA: QUE EL SEGUNDO DOMINGO DE PASCUAL (12 de abril de este año) SE CONVIERTA JUNTO AL RECUERDO DEL BUEN PASTOR DEL EVANGELIO, EN EL DÍA UNIVERSAL DE ORACIONES POR LA VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS. PERO NO OLVIDEMOS QUE POCA COSA ES ORAR SI NO FORMAMOS AL MISMO TIEMPO EL AMBIENTE PROPICIO SOBRENATURAL EN NUESTROS HOGARES PARA QUE FLOREZCAN ESAS VOCACIONES.

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