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No.2943 Pág. 1 – EDITORIAL – UN PUEBLO EUCARÍSTICO

Un Congreso Eucarístico nos descubre el gran misterio de la Iglesia que encuentra toda su razón de ser en Cristo Jesús presente en la Santísima Eucaristía. Y cuando en los últimos tiempos, la separación del mundo modernos de Cristo parece tomar una forma muy alarmante, la iglesia responde con este mensaje de presencia y realidad eucarística.
Cuando muchas naciones parece que apostolan de su fe, tenemos que tomar refugio en Cristo ya que El solo es nuestra salvación. Cuando algunos tratan de apartar a Dios de la vida pública nosotros debemos proclamar con voz fuerte nuestra fe y amor para que todos sientan que Cristo es el Rey y Señor de nuestra sociedad y de nuestras instituciones.

Esta es la solemne proclamación que se hace en nuestro gran Congreso Eucarístico bajo el lema: «EUCARISTÍA Y FAMILIA».
A la Eucaristía se le llama «el sacramento del amor» porque es la expresión viviente del amor de Dios hacia la humanidad. Es necesario encontrar en la eucaristía el amor que debe reinar en el hogar cristiaNo. Amor es entre, donación de sí, renuncia de sí mismo, comunión personal con otra persona. Y la fuente de este amor es Cristo en la Eucaristía.
También a la Eucaristía se le llama «el sacramento de la unidad». Fue el deseo de Cristo al instituir la Santísima Eucaristía: «que todo sea uno». Unidad significa concordia, comprensión y obertura de corazón. Que las familias cristianas se inspiran en esta unidad que brota de Cristo Eucaristía.
Que la familia encuentre su amor y su unidad en torno a la mesa, en la comida rodeada de sus hijos. Que todos se reúnan para comer juntos ese pan que es fruto del trabajo y de la fatiga, para que cuando los hogares cristianos vivan la experiencia de sentarse juntos a la mesa, sientan también la necesidad de acercase juntos a esa otra mesa: el altar donde Cristo se ofrece como la verdadera comida espiritual. Y en la medida en que las familias vivan juntos su vida cotidiana se acercarán también al altar, para comer juntos, rezaran juntos…
Hay que salvarla a la familia! Hay que consolidar una sociedad verdaderamente cristiana en nuestra patria y por eso esperamos que el Congreso Eucarístico Nacional sea para todos un motivo de renovación. Hagamos nuestro ese lema: «EUCARISTÍA y FAMILIA» para que la sociedad del mañana sea mas autentica y mas sólida.

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