Cuando la Patria está en peligro, todos los auténticos patriotas deben unirse olvidando rencillas partidaristas para salvar la Patria.
Por haberse repetido hasta la sociedad, aun el mas ignorante saber que para los comunistas todo (vidas humanas, ciencia, etc) debe servir al Partido. Por consiguiente, todos aquellos, que, sin ser ignorantes , luchan por traer catedráticos rusos, se confiesan implícitamente comunistas.
Y los políticos, llamados de oposición que defienden el ingreso de catedráticos comunizantes, también se confiesan rojos aunque militen en partidos políticos que se confiesan eminentemente democráticos y enemigos de las dictaduras.
Hay mucho que rectificar en el actual gobierNo. No lo negamos. Pero en las actuales circunstancias, el bien de la patria exige que el pueblo respalde a un Gobierno decidido a rechazar a los destructores de toda libertad. Porque todos los males que se conocen en cualquier dictadura, resultan sombra comparados con los males de la peor dictadura que ha conocido la historia: la dictadura comunista.
Lamentamos que políticos ambiciosos hayan aprovechado la zozobra política en tiempos pasado, para dar cuartelazos, que incluso han puesto en peligro la Patria. Esta experiencia coarta la acción de los gobiernos; que deben en alguna circunstancia actuar con más vigor contra los destructores de la libertad, disfrazados con ropaje de cultura.
Lo que más de lamentarse es que si mal no recuerdo, existe una legislación tan merengue que no permite castigar a los golpistas profesionales, mas bien se les premia. Esto se llama en «buen castellano» labrar la estaca y sentarse en ella. Porque en una de tantas quienes tomarán el control serán los únicos que están bien organizados: los rojos.
Si no queremos hundirnos cerremos filas todos los no comunistas. Y golpistas y no golpistas demos nuestro apoyo moral al Supremo Gobierno para que actué con firmeza en las actuales circunstancias de peligro que vive el país.