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No.3011 Pág. 1 – EDITORIALES – HISTORIA , NO ADULACIÓN

Nuestra Patria todavía espera su verdadera historia.
Muy a tono con la mentalidad liberal del siglo pasado, nuestra historia todavía no es la búsqueda sincera de la verdad, sino la defensa cerrada de prejuicios e ideas políticas y fanáticas. Al estilo de D. Lorenzo Montúfar, servidor incondicional y víctima de una tiranía, los historiadores liberales que siguen enseñando de nuestro escuelas, no hacen de la historia una ciencia, sino un anecdotario heroico en el que priva más que el amor a la verdad, el fanatismo por héroe que como si no fuera un humano, expuesto al error, es presentado como una figura inmaculada por todas partes, porque no se le juzga como un personaje de historia sino como bandera de una ideología preconcebida.
Con este seudónimo, al que no importan documentos, pues, si estorban, se les desconoce, o se lse destruye, sólo se puede lograr un sitema injusticia en el que se entronizan seudohéroes y se desecalifican verdaderos valores patrios. Cuántos pedestales liberales quedarían vacíos y cuántos héroes auténticos ocuparían sitiales si un día se escribiera la verdadera historia de la Patria!.

Altos organismos científicos, por ejemplo la Academia de la historia, deberían estimular la inquietud de nuestros jóvenes y de los estudiosos inconformes con nuestra seudohistoria; porque gracias a Dios, ya surge en Centro América una generación inquieta de enfocar la historia con los modernos métidos y desde ángulos más justos para traspasar esa crotina de incienso que levantó el liberalismo.
Las fiestas jubilares que la Patria celebra en torno de nuestros prohombres y aconteceres nacionales, deberían servir, como en otras naciones cultas, para investigar y conocer mejor esos hombres y esos hechos. Hombres y hechos que, como todo fenómeno humano, no es posible que sean solo manifestaciones de intachable pureza presentada a una adulación indiscutible, sino realidades concretas con esas naturales deficiencias que son precisamente el sello de la autenticidad humana.

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