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No.3051 Pág. 1 – EDITORIALES – 1.- ¿PORQUÉ NO UNA UNIVERSIDAD LIBRE?

Ya se dan los pasos para una Universidad en San Miguel. Los periódicos nos traen esta semana la noticia de una reunión preliminar en la Rectoría de la Universidad de El Salvador y el anuncio de una próxima reunión el 16 de corriente por la noche en la alcaldía de esta ciudad. Gobernadores y alcaldes y otras fuerzas vivas de Oriente están en juego para lograr la apertura de este importante centro de cultura superior en San Miguel.
Esta bien y felicitamos a los promotores de este decisivo paso de progreso. Lo que no nos parece muy bien es encadenarse a los caprichos de la Universidad Autónoma porque es encadenar nuestra cultura a la ideología de la Universidad Nacional. Ya que tenemos una ley que ampara la creación de universidades libres. ¿Porqué no crear la competencia en vez de subordinarse? Los elementos vivos que trabajan por una sucursal de la «Autonomía» bien serían capaces de trabajar por una obra más independiente que pusiera a San Miguel más a tono con el espíritu de libertad que caracteriza a la Patria. Padres de familia y exalumnos de nuestros colegios de Oriente, pudientes y profesionales, etc. Podrían coordinar sus esfuerzos para crear algo propio en donde se tenga el derecho de exigir lo nuestro y de oponerse a las pretensiones de criterios extraños.
Todavía es tiempo. La capacidad intelectual, la pujanza económica y el orgullo regional piden para San Miguel algo más que una sucursal de universidades. Hagamos nuestra propia universidad libre.

2.- El pueblo salvadoreño que sabe
perdonar está conmigo»
Felicitamos al Excmo. Sr. Presidente Coronel Rivera por su noble respuesta al presidente de AGEUS, quien protestó contra la decisión de nuestro gobierno de dar sepultura en nuestra Patria al asesinado expresidente General Martínez. Dos ideologías se ponen frente a frente: la del odio y la del perdón. Las palabras del Sr. Presidente expresan la auténtica ideología de nuestro pueblo que alimentado por siglos por la doctrina del evangelio no sabe compartir esas venganzas demagógicas de quienes se alimentan con doctrinas exóticas de venganza. Exóticas decimos porque quienes en este caso pretextan sentimientos patrióticos contra un cadáver inofensivo, no ponen reparos en importar de Rusia ideas corrosivas de la verdadera libertad y dignidad nacional. Subrayamos, por más nobles, las palabras del presidente: «tengo mi conciencia limpia y la seguridad de que he cumplido mi deber, por ello el pueblo salvadoreño que sabe perdonar está conmigo».

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