Debe celebrarse en San Miguel el próximo noviembre
La idea ha arrancado de un pequeño grupo de jóvenes migueleños universitarios católicos. Y creemos que San Miguel-pueblo y autoridades-debe prestar atención y apoyo a esta inspiración que entre otras cosas anhela para nuestra Celestial Patrona la advocación nacional, el título de basílica para la catedral y el privilegio de escuchar por radio la voz del Papa dirigiéndose a las fiestas Patronales de San Miguel.
Estos serían como los frutos de un conjunto de actos de estudio, de piedad y de arte realizados en honor de la «Reina» cuya imagen coronada por Benedicto XV y Monseñor Dueñas el 21 de noviembre de 1921, fecha también de su Patrono sobre toda la Región Oriental, debe ser todos los años la figura central de las alegrías populares novembrinas, como en todos los pueblos lo es la querida figura de sus Patronos.
Pero de manera especial la Reina de la Paz, merece este homenaje de este año, el primero de un «Postconcilio» que encuentra en la persona y en la devoción de la Madre de Dios el símbolo y la meta más acabados de los afanes renovadores del Concilio y que bajo el bellísimo nombre de la «Paz» expresa el ideal que más llega en el Corazón, el Papa actual Paulo VI.
Que San Miguel no olvide, por frivolidades de un día, el gran valor espiritual, cultural y renovador de un festival bien centrado en el motivo histórico que dio origen a nuestras viejas fiestas de Noviembre y al que las luces de un catolicismo rejuvenecido dan renovada actualidad: «La Reina de la Paz».