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No.2347 Págs. 1 y 6 – EDITORIAL – DESCARADA PROSTITUCIÓN

Deshonra del individuo, lacra de la familia
y escándalo de la sociedad

Un sacerdote amigo nuestro, alarmado por los escándalos y avances de la prostitución en nuestro ambiente y sus terribles consecuencias, ha venido a suplicarnos apliquemos, por medio de las columnas de «CHAPARRASTIQUE», un hierro candente a esta purulenta llaga social, verdadera gangrena que deshonra al individuo como cristiano, destruye la familia, desquicia la sociedad y daña el buen nombre de la Patria. El mismo sacerdote nos indicó algunos focos en donde se ejerce ese maldito y sucio comercio de carne humana; suponemos que la Policía tendrá tan buenos ojos como el sacerdote y que tiene en sus reportes bien marcados todo estos ignominiosos MERCADOS y que esperará el momento oportuno para intervenir…
Los hindúes…por la conjunción de siete astros…en Capricornio, de acuerdo con sus escrituras que resultaron erróneas; anunciaban para el 2-5 de este mes en curso, EL FIN DEL PECADO. Naturalmente al morir todos los hombres, más o menos todos pecadores, habría con su exterminio de acabar la iniquidad humana.
Nosotros no deseamos EL FIN DEL MUNDO, y a imitación de Nuestro Señor Jesucristo, quisiéramos siempre repetir con El…a la mujer adúltera y a todos los pecadores: «Anda, vete, y no quieras pecar más». El mismo Dios no quiere la muerte del pecador sino que se convierta y viva. Pero Nuestro Señor Jesucristo, al hablar del pecado de escándalo, dice…»Ay de aquel que escandaliza a uno de estos pequeñuelos, más le valdría no haber nacido..que le aten al cuello una rueda de molino y lo arrojen al mar».
¿Y no es un escándalo público, todos los sábados y domingos, una larga fila de automóviles…uno de lujo, frente a nuestros prostíbulos? ¡y decir que esos mismo automóviles se pasean las dignas esposas y novias de muchos de esos degenerados clientes, que sin pizca de pudor acuden a esos antros de depravación, sin ningún miramiento, como que fueran a un Museo de Bellas Artes, a una exposición de pintura o escultura. Y allí concurren estudiantes bien, algunos de colegios católicos profesionales, comerciantes, solteros o casados. Y los curiosos transeúntes que observan dicen: «allí viene don Fulano, ya entra don Zutano, este es el automóvil de Parencejo…nada oculto bajo el sol.
¡Y desgraciados los padres de familia, alcahuetes, que toleran las que ellos llaman TRAVESURAS de sus menguados varoncitos!!!
Ya perdieron la vergüenza…no son pobres pecadores ocultos que siquiera salvan las apariencias y pecan más quizá por debilidad que por maldad…son pecadores públicos que hacen ostentación de su desfachatez.

No hay peor pecado que el escándalo…y estos señoritos y señorones son verdaderamente escandalosos.
Las esposa, las novias, llegan a saber a la larga los extravíos de sus maridos y prometidos y como consecuencia legítima: discordia familiar, personal, no tienen más que subir en su carro, darse un pasito en la carretera que va a San Salvador, antes de llegar a la gasolinera del Triángulo; allí verán las placas de los automóviles de sus consortes, novios y amigos y si no los encuentran allí averigüen los sitios de los demás antros, unos con el pomposo y engañador hombre de PENSIONES y son disimulados y verdaderos prostíbulos, casas de cita y baratos al parecer, las hay de a colon y dos colones la hora, pero muy jugosas para el expendedor de carne humana y sus dueños quieren aparentar ser «ciudadanos honrados» y trafican con el peor de los vicios. El buen sacerdote no nos ha dado más tumbos, pero es imposible que la policía no los conozca, si todo el mundo lo sabe. Si hay al menos esos «prostíbulos» sean trasladados a los barrancos, más allá del rastro y no se consientan en calles y sitios tan públicos, para cubrir un poco el escándalo.
Es lo menos que puede exigir una sociedad honesta y decente. Creemos que la autoridad está obligada a esto mínimo.
¿Y Nuestro Gobierno que felizmente se preocupa de reformas sociales? no será que esto es una de las primordiales, poner coto a tanta depravación, a la prostitución escandalosa que degenera nuestra raza y nos cubre de oprobio y vergüenza ante los ojos de propios extraños? Se escandaliza a la sociedad y se pervierte a nuestra inexperta juventud y se amenaza desquiciar los cimientos de la familia y sociedad.
Sugerimos que estas mal llamadas «pensiones» la autoridad competente (municipal, nacional, sanitaria) les cambie de nombre por «prostíbulo No. X» para que los incautos no sean sorprendidos. Hace 4 años 50 peregrinos costarricenses se dirigían al Tepeyac y se fueron a hospedar en una de esas «pensiones-burdel» creyendo que era un hospedaje decente. Felizmente les manifestaron que habían caído en un garlito de pésima reputación y se salieron inmediatamente.

En Europa en donde se come carne de caballo, hay que poner un rótulo en el frontispicio que diga «carnicería de caballo» para no engañar al cliente; que se proceda así entre nosotros. En lugar de PENSIÓN, póngase el verdadero rótulo «Prostíbulo No. X» u otro más largo: «Señoras, Señores, Señoritas: este es un Prostíbulo…si son decentes, prosigan su camino».
Inauguramos esta campaña de decencia, una cruzada por la santidad hogar que podríamos instituir «PRO ARIS ET FOCIS». Esperamos que nos ayuden los padres de familia, vigilando los pasos de sus hijos jóvenes y adolescentes; los maestros de escuelas, los periodistas y todo buen migueleño que se interese por el buen nombre de su Patria Chica.

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