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Nº. 4027 Pág. 2 LA PALABRA DEL ARZOBISPO

La «Formación Misionera»
una Necesidad de esta Hora

NUEVO MENSAJE MISIONAL DE PABLO VI
Preparándonos ya para el próximo «DÍA MUNDIAL DE LAS MISIONES» (que este año será el 23 de octubre), el Santo Padre Pablo VI ha dirigido a los católicos del mundo un apremiante llamamiento a educar nuestra fe con un profundo espíritu misionero. He querido hacer personalmente la presentación de tan autorizadas orientaciones para encargar a los queridos sacerdotes de la Arquidiócesis y a todos los agentes de nuestra pastoral hacer llegar a todo nuestro Pueblo de Dios este mensaje pontificio; porque estoy convencido de que esta Arquidiócesis, tan bendecida por Dios en estos últimos tiempos, será todavía más fecunda en espiritualidad y en fervor apostólico si la animamos de esa generosa «formación misionera» que el Papa nos propone como tarea del próximo DOMUND.

SANTA TERESITA UNA INSPIRACIÓN MISIONERA
Comienza el Papa su mensaje misional «con el recuerdo de un luminoso ejemplo de mujer, de quien la Iglesia ha recibido y continúa recibiendo un fuerte impulso misionero: Santa Teresa de la Lisieux que, hace precisamente ahora cincuenta años, fue proclamada junto con San Francisco Javier, Patrona especial de las misiones (el 14 de Diciembre de 1927). Durante este período han surgido innumerables vocaciones misioneras y se ha suscitado también intensa colaboración, acompañada y enriquecida con los sacrificios de tantos fieles, a la obra primaria de la difusión del Evangelio. En todas las épocas misioneras se puede constatar, efectivamente, cómo la presencia de un santo constituye un punto de arranque para un nuevo impulso apostólico…».

ANTE EL TERCER MILENIO, UNA NUEVA FASE PARA LAS MISIONES
«¿Estamos quizá ante una nueva época? ¿Se perfila una ulterior etapa en la obra de la Evangelización?» Pregunta el Papa. Y, trayendo observaciones de su reciente exhortación «Evangelii Nuntiandi», presagia para esta «vigilia del tercer milenio» del cristianismo… una nueva fase en el anuncio del Evangelio, fase caracterizada por exigencias de autenticidad, de fidelidad y de caridad apostólica. Paradójicamente, el mundo, que, a pesar de los innumerables signos de rechazo de Dios lo busca sin embargo por caminos insospechados y siente dolorosamente su necesidad, ese mundo exige a los evangelizadores que le hablen de un Dios quien ellos mismos conocen y tratan familiarmente, como si estuvieran viendo al Invisible. Por tanto lo que importa es evangelizar no de una manera decorativa, como un barniz superficial, sino de manera vital, en profundidad y hasta en sus mismas raíces…»

LA «FORMACIÓN MISIONERA», TEMA DEL DÍA DE LAS MISIONES
Ante esta necesidad del mundo, la Iglesia debe preocuparse por una «formación misionera».

Y el Papa la recomienda como tema del Día de las Misiones. Es una «formación» que debe afectar a todos los católicos «puesto que toda la Iglesia es misionera y la obra de la Evangelización es deber fundamental del pueblo de Dios (A.G.35) Sólo con esta formación se obtendrá una eficaz cooperación, aún con modos diversos: oración, sacrificio, ayuda económica, prestación personal, tipos de participación en tiempos y grados diferentes, consagración total y permanente».

¿QUÉ ES MISIÓN»?
La «formación misionera» exige ideas claras del objetivo misionero de la Iglesia.
No es «misión» cualquier acción buena y positiva, sobre todo si tiene un contenido social.
El aspecto esencial de la misión es el «envío» (la «misión») a los pueblos (cf. Mat. 28,19; Mc 16.15; Luc. 24,47). «El fin específico de la actividad misionera es la Evangelización y plantación de la Iglesia en los pueblos o grupos en donde todavía no está enraizada» (A.G.6)
Se necesitan, por lo tanto, apóstoles formados propiamente para la misión (el envío) a los pueblos (ad gentes), según los criterios desarrollados por el Decreto del Concilio que lleva ese nombre…es decir, formados con un marcado sentido universalista, fruto de penetrante sensibilidad humana y eclesial».

LA «FORMACIÓN MISIONERA»
META NECESARIA PARA TODOS LOS CATÓLICOS
El Papa encarece la formación del espíritu misionero porque sólo así podemos esperar «un nuevo y floreciente período de las misiones». Por eso, esta «formación» es una meta que «no se puede improvisar sino que debe buscarse audazmente en unen un proceso de oración, de estudio, de reflexión, de diálogo, de compromiso. Y se trata, además de una meta que deseamos proponer a todos: no sólo a los futuros misionero y misioneras, sino también a los sacerdotes, a los religiosos, a los seminaristas, a los laicos».

ORIENTACIONES DEL PAPA PARA LA «FORMACIÓN MISIONERA»
El mensaje misionero de Pablo VI termina haciendo estas recomendaciones prácticas para lograr una sólida formación misionera:

20 Leer de nuevo los recientes documentos acerca de las misiones, especialmente el Decreto «Ad Gentes» del Concilio Vaticano II y la reciente exhortación «Evagelii Nuntiandi». Allí se conoce bien la naturaleza misionera de la Iglesia, el concepto de evangelización, el método, el estilo, las cualidades y las finalidades de la formación misionera.

21 «Que la misma formación cristiana, desde la primera catequesis sacramental hasta el estudio de la teología, debe ingerirse en una perspectiva misionera universal porque ésta no es un mero ornamento, ni un elemento marginal o un dato accesorio, sino dimensión constitutiva de la fe católica».

22 Que no sea sólo una formación teórica sino que logre «en concreto la dedicación de las personas y de las comunidades cristiana a la causa de la evangelización. No sólo adquirida en el estudio sino que se cultive por medio de retiros y ejercicios espirituales, encuentros de oración y mediante el contacto vivo con misioneros experimentados.

23 Esta formación misionera suscita vocaciones misioneras, contribuye a una mejor selección y a su perseverancia. Por eso «no debe faltar en los centros de formación, en los seminarios, en las casas religiosas, en las parroquias, orientándose a un generoso servicio evangélico y abriéndose al universalismo cristiano».

24 «Es necesario asegurar como objetivo particular, pero igualmente importante, la inspiración y el carácter misionero en las vocaciones sacerdotales y en las diversas formas de vida consagrada…Si faltara este componente en la preparación de las personas más responsables como los sacerdotes y aquellos que profesan con voto la vida de perfección, difícilmente se conseguiría la formación misionera del Pueblo de Dios». Esto se propone la «Pontificia Unión Misional», «la cual es el alma de las Obras Misionales Pontificias».

25 Como medios específicos de formación misionera, el Santo Padre termina recomendando: «las investigaciones históricas y la especialización misionológica que pueden ser muy útiles para dar a conocer la lección y el testimonio de tantas figuras misionera y para profundizar en los principios basilares que son la fuente del celo apostólico». Recomienda también «instituir o consolidar los centro de estudio y de animación misionera, así como difundir las publicaciones y utilizar los medios modernos de comunicación social.

AUGURIOS Y BENDICIÓN
Con el anhelo y la bendición del Santo Padre, me honro en unir mi humilde voz para encarecer a todos mis estimados sacerdotes, religiosos, religiosas y a todo el querido Pueblo de Dios de la Arquidiócesis a tomar, como una agradable tarea del próximo Día Mundial de las Misiones, el dedicarse ya desde ahora a una sólida Formación Misionera. Porque si no tenemos ideas claras sobre las misiones ni una ferviente espiritualidad misionera no está completamente desarrollada nuestra propia vocación cristiana.
El Arzobispo

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