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Nº. 4037 Pág. 1 PALABRA DEL ARZOBISPO

En su mensaje radial del miércoles 12

Muchas e interesantes preguntas formuló el Padre Gregorio Rosa a Monseñor Romero en la entrevista radial del miércoles pasado. La palabra del Sr. Arzobispo la tomamos de su respuesta a algunas de esas preguntas, que se refieren a acontecimientos que se celebran en el transcurso de este mes.

El Padre Rosa dijo, que algunas de las cartas dirigidas a Monseñor Romero por el interés que despierta este programa de los miércoles por YSAX, se refieren a la celebración en este mes del Sínodo de los Obispos en Roma; y en concreto preguntan sobre el tema del Sínodo, con interés de saber que es la Catequesis.

El Sr. Arzobispo respondió con la definición que el Papa expresó en su discurso inaugural de la V Asamblea Sinodal, ocasión en la cual Su Santidad dijo que: «La Catequesis es la enseñanza fundamental de las verdades religiosas, que Cristo enseñó con su palabra y ejemplos y las cuales la Iglesia continúa enseñando a través de la educación de la fe». Monseñor Romero agregó que, «el apostolado catequético es obligación grave de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que se desenvuelven en el campo pastoral, auxiliados -para mayor eficacia de su labor- de los agentes laicos de pastoral».

Concretando más, el Padre Rosa, preguntó sobre la importancia de la Catequesis de niños y adultos en la Arquidiócesis. El Sr. Arzobispo señaló, que, «la Iglesia por medio de los centros de Educación Católica agrupa a millares de niños y jóvenes, a quienes guía en el crecimiento de su fe». «Catequesis urbana, continuó Monseñor – a la que aportan su valiosa cooperación, los movimientos organizados, como Cursillos de Cristiandad, Movimiento Familiar Cristiano, catecumenado, Comunidades de Base y otros muchos más». «En el campo -continuó- se realiza también una labor intensa de catequesis». Monseñor Romero se refirió al esmero que se tiene al formar a los catequistas rurales, a quienes se les instruye de la mejor manera posible -dentro de sus capacidades- en la Sagrada Escritura, para una formación adecuada de los alumnos de la catequesis.

Dijo el Sr. Arzobispo que, «en esta hora de prueba de la Iglesia, los católicos tienen más conciencia de su compromiso cristiano y viven más intensamente las verdades fundamentales de la fe».

«También en la catequesis de adultos -agregó Monseñor- se han hecho grandes esfuerzos». Se refirió a los centros de formación catequética que existen en las diversas Diócesis, enumerando: el Centro La Divina Providencia de Santa Ana. Los Naranjos en Santiago de María y El Castaño de San Miguel. «De aquí egresan -continuó Monseñor – los elementos que prestan su valiosa ayuda en las parroquias». El Sr. Arzobispo exaltó la labor catequética que los agentes de pastoral desarrollan a través de «la celebración de la palabra» y, animó a estos abnegados cooperadores a no desanimarse, por las sospechas, en el cumplimiento de su voluntad misión.

Otra interesante pregunta del Padre Rosa, toma de las cartas de consulta- se refirió al significado de la palabra «Domund».

«La palabra Domund- explicó Monseñor -significa «domingo mundial de las misiones»., día instituido por Pío XI, para la jornada universal misional, que recae este año el domingo 23 del mes en curso». «Su fe le exige al cristiano -prosiguió Monseñor -vivir esta responsabilidad de las misiones, ya que, aún existen en muchas partes del mundo, millones de personas que no conocen al Dios verdadero y a su enviado Jesucristo».
El Sr. Arzobispo exhortó a todos los católicos a vivir este espíritu misionero toda la vida, a preocuparse porque la Iglesia pueda realizar la gran misión de llevar el mensaje de Cristo a todos los rincones de la tierra.

Para explicar cómo se organiza el DOMUND en nuestra patria, Monseñor, comenzó diciendo que las Obras Pontificias Misioneras tienen un director nacional -cargo que él actualmente ocupa interinamente-; auxiliado por un encargado de las misiones en cada Diócesis. «Este equipo ha efectuado ya este año reuniones preparatorias del DOMUND – agregó Monseñor -acordando los instrumentos que promueven las contribuciones de los católicos para la obra de las misiones».

«No debemos reparar en nuestra pobreza para ayudar a las misiones -enfatizó Monseñor: nuestra generosa ayuda dentro de nuestras posibilidades -prosiguió -debe ser la expresión de quienes habiendo recibido la fe, desean compartirla con quienes todavía no la poseen».
Luego el Sr. Arzobispo describió los carteles alusivos a las misiones de este año que representan al Divino Salvador del Mundo rodeado de una muchedumbre, a quien Cristo dice: «Seréis mis testigos en todos los confines de la tierra».

El interlocutor de Monseñor Romero, hizo la tercera pregunta con relación al premio Nobel de la Paz, otorgado este año a dos mujeres irlandesas y a la entidad «Amnistía Internacional», que cuenta con muchos miembros en 100 países del mundo.

El Sr. Arzobispo mostró su profunda satisfacción porque este galardón haya recaído en dos mujeres católicas, que han puesto sus actitudes cristiana en favor del gran deseo de la humanidad: la tranquilidad universal.

También expresó Monseñor su profundo agrado ante la elección de Amnistía Internacional, como institución del gran premio de la paz, ya que sus servicios en esta línea, los ha brindado con generosidad ante las situaciones angustiosas que ha sufrido El Salvador, por tanta violencia, captura de reos políticos, incertidumbre ante los desaparecidos y violación en general de los derechos humanos cometida en el país.

«La Iglesia -terminó diciendo- aplaude y alaba estas dos merecidas designaciones».

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