EL ARZOBISPO DE SAN SALVADOR:
CONSIDERANDO:
Que la CONFIRMACIÓN es el Sacramento del Espíritu Santo en que reafirmamos el compromiso de nuestro Bautismo CONSCIENTE y LIBREMENTE, según el texto consecratorio de la liturgia del sacramento.
Que el «ORDO CONFIRMATORIO» emanado de la Congregación para el culto divino y aprobado por el Santo Padre Pablo VI, el 15 de agosto de 1971 (constitución apostólica Divinae Consortiun Naturae, sobre el Sacramento de la Confirmación, en el número 3 párrafo 1º. «Al pueblo de Dios pertenece especialmente la preparación de los bautizados para recibir el sacramentos de la Confirmación. Toca a los pastores tratar de que todos los bautizados lleguen a la plena iniciación cristiana y que todos los bautizados lleguen a la plena iniciación cristiana y que por lo tanto se preparen cuidadosamente para recibir la confirmación.
ACUERDA:
36 Que desde el primer Domingo de Adviento o sea desde el tres de diciembre del corriente año, se confirme en esta Arquidiócesis de San Salvador sólo a personas mayores de 15 años.
37 Que todos los Párrocos y demás agentes de pastoral responsables de las comunidades, catequicen a los fieles en este sentido: «la confirmación para el testimonio de vida», organicen esta catequesis en base al folleto que hoy presenta y auspicia: «El Sacramento de la Confirmación».
38 Que los Padrinos hayan recibido ya los sacramentos de iniciación cristiana y observen una vida digna del sacramento que apadrinan.
Hace del conocimiento de todos los responsables de las comunidades que en la vigilia de Pentecostés 13 de mayo de 1978, a las 8 de la noche, se llevará a cabo en la Iglesia Catedral:
La primera experiencia a nivel de toda la Arquidiócesis: LA CONFIRMACIÓN DE SOLO JÓVENES: de 15 años cumplidos y/o estudiantes de Bachillerato.
Se necesitará demás la constancia de pertenecer a una comunidad parroquial, por medio de letras testimoniales y autorización el párroco.
Dado en el Arzobispado de San Salvador, a los veinticuatro días del mes de abril de mil novecientos setenta y ocho.
Oscar A. Romero
Arzobispo de San Salvador
POR SU MANDATO
M. BRITO, Canciller