Por medio de este medio quiere agradecer a todas las personas e instituciones, su fraternal gesto de solidaridad, al manifestarle su condolencia por el fallecimiento de Su Santidad el Papa Juan Pablo I.Su corto pontificado fue suficiente para dejarnos un claro testimonio de sencillez evangélica, y un apremiante llamamiento para construir entre todos una Iglesia pobre, sencilla, sincera, fraternal, acogedora, justa…Al frente de esta tarea, tenemos ya un nuevo Papa que, con el nombre, ha heredado sin duda el espíritu de aquel Pastor que acabamos de llorar.Que nuestra plegaria y solidaridad con Juan Pablo II sea la expresión sincera de nuestro fiel «Sentir con la Iglesia»San Salvador, 16 de octubre de 1978