El Nuevo Papa
Bajo el Signo del DOMUND
Juan Pablo II llega a la sucesión del Primado universal de la Iglesia, cuando ésta se prepara a celebrar el DOMUND «Domingo mundial de las misiones» (22 de octubre).
Enmedio del regocijo que siempre despierta la elección de un nuevo Sucesor de San Pedro, y entre las múltiples reflexiones eclesiales que inspira este acontecimiento multisecular, yo quiero destacar un pensamiento misionero: Creo que es oportuno, pues me proporciona la ocasión más apropiada para cumplir en el «Día de las Misiones», el grave deber pastoral de hacer eco al grito más apremiante de la Iglesia de Jesucristo.
Porque si la Iglesia existe y, para conservarla, Dios mantiene el milagro permanente de la sucesión ininterrumpida de los pontífices, es para «evangelizar a todos los pueblos». Fue la evangelización del mundo el encargo que Cristo dio al primer Papa y a los primeros obispos como deber primordial y colegial. Desde entonces, la «sucesión apostólica» del Colegio episcopal, con el Papa como cabeza, no tiene otra razón de ser que la evangelización de todos los pueblos, con todo el amplio sentido que comprende esa palabra: evangelización.
Pero la evangelización integral de los pueblos no puede ser completa, permanente y eficaz mientras no se establezca en esos pueblos la jerarquía de la Iglesia en forma de territorio eclesiástico que se llaman «Diócesis» o «Iglesias particulares» con un sucesor de los apóstoles como cabeza. Y este es el trabajo específico de las «misiones» en sentido estricto. Predicar el Evangelio a quienes todavía no lo conocen y dejar establecidas, en nuevos territorios, con su propio Obispo y clero, las «Iglesias particulares» que, a su vez, sigan impulsando el dinamismo misionero universal.
En virtud de ese dinamismo misionero se va forjando con hombres de todos los pueblos y razas el único «Pueblo de Dios». Por eso en la Iglesia-Pueblo de Dios nadie es extranjero en ninguna parte del mundo. Respetando la idiosincrasia de cada pueblo y adornándola de nuevos y más altos valores, la evangelización misionera está realizando el proyecto de Dios, Padre de todos los hombres: Dar unidad de familia a la pluriforme variedad de todas las razas.
Por eso es también todo un mensaje misionero la elección del nuevo Papa: Un Cardenal Polaco se ha convertido en Pastor de todos los pueblos. El nuevo Obispo de Roma pudo decir a su Diócesis en la misma noche de su elección: «Los Cardenales me han querido traer desde un país lejano para ser Obispo de Roma». Y los romanos, confundido en la Plaza de San Pedro con una impresionante bienvenida de aplausos y vivas al Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal.
Vale la pena vivir el dinamismo misionero que nos imprimió el bautismo. Vale la pena colaborar con la Iglesia en su gran aventura misionera!.