DESDE EL «MES DE REFLEXIÓN»
Quienes asisten
Tengo la satisfacción de estar conviviendo, durante este «mes de reflexión episcopal», con tantos buenos pastores de América Central, concentrados en la pintoresca Antigua Guatemala.
Aquí han venido, desde la primera semana, 10 Obispos de Guatemala: el de Quezaltenango, Monseñor Manresa, Presidente del SEDAC y, como tal, promotor principal de este encuentro; el de Jalapa, monseñor Miguel García Arauz, el de Verapaz, Monseñor Juan Gerardi, Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, del de Izabal, Monseñor Gerardo Flores, el de Escuintla, Monseñor Julio Aguilar, el de Petén, Monseñor Luis Estrada, el de Huehuetenango, Monseñor Hugo Gebermann y su auxiliar, Monseñor Victor H. Martínez y 2 auxiliares de Guatemala, Monseñor Ramiro Pallecer y Monseñor Rafael González. 4 obispos de Costa Rica: el de Alajuela, Monseñor Enrique Bolaños, el de Tilarán Monseñor Román Arrieta, el de Limón, Monseñor Alfonso Hofer y el Auxiliar de San José, Monseñor Ignacio Trejos. 3 Obispos de Nicaragua: El Arzobispo de Managua, Monseñor Obando y Bravo, el electo de Granada, Monseñor Leovigildo López y el de Juigalpa, Monseñor Pablo Vega. De Honduras, el Obispo de Olancho, Monseñor Nicolás D´Antonio. y 6 de El Salvador: El Señor Arzobispo Monseñor Luis Chávez y González, el de Santa Ana, Monseñor Benajamín Barrera, Presidente de la Conferencia Episcopal, el de San Vicente, Monseñor Pedro Arnoldo Aparicio y Quintanilla, el de San Miguel, Monseñor J. Eduardo Alvarez y los dos auxiliares de San Salvador, Monseñor Arturo Rivera Damas y el que escribe. Hasta México ha enviado dos representantes el Obispo de Tehuacán y el Auxiliar de Oaxaca.
Formamos en total un grupo ideal, de 25 hombres que compartimos las preocupaciones, las inquietudes, las experiencias, los fracasos, las esperanzas de estos seis países hermanos. Al final de este «mes de reflexión» se celebrará la asamblea plenaria oficial del SEDAC, que por estatuto convoca a todos los Obispos de Centro América y Panamá para dialogar sobre los problemas comunes y ser expresión de colegialidad Centroamericana. Para estos tres días, 10-12 de septiembre, Dios mediante, la «Posada de Belén» será posada de todos los Obispos del Istmo.
Un Soplo de Espiritualidad
Este encuentro episcopal. está resultando un verdadero encuentro con Dios; un soplo de espiritualidad, está pasando por esta vieja casa convertida hoy en un verdadero cenáculo de Pentecostés centroamericano.
1 Ya el mismo místico escenario de la antigua con sus viejas ruinas coloniales y esta «Posada de Belén», con sus claustros seculares, por donde pasó el Hermano Pedro, evocando la presencia de aquellos grandes pastores, misioneros y comunidades religiosas, que sembraron y regaron las primeras semillas de la fe cristiana en estas tierras centroamericanas, donde hoy, otros hombres encarnan la responsabilidad de sostener y actualizar esa herencia sagrada para los pueblos y los problemas de hoy.
2 El retiro espiritual que nos predicó desde la primera noche, Monseñor Pironio, nos situó precisamente en esta «hora» de nuestra historia que como «la hora» de Jesús…(1o. 12, 20ss) es una hora de cruz pascual, de dolorosas esperanzas, que reclama de los pastores actuales un gran silencio de oración, abierto a la Palabra de Dios, una gran pobreza de espíritu que es disponibilidad de diálogo y de servicio. La pobreza unciosa de este gran obispo moderno, Secretario General del CELAM, nombrado hace poco Arzobispo de mar del Plata, nos hizo reflexionar en la verdadera misión profética de la Iglesia en América Latina y en el verdadero sentido de la liberación cristiana que, por ser un impulso del Espíritu de Dios y por tener como meta, la libertad plena y el triunfo sobre el pecado y sus consecuencia, es algo más que una simple presión de la historia, o un grito revolucionario y va mucho más allá, de los horizontes de la historia, y mucho más hondo que los niveles socioeconómicos. Monseñor Pironio, que venía de una reunión misional de España y por estar con nosotros, no pudo asistir a una asamblea del Episcopado en Africa, alabó esta reunión en Antigua, porque estos testimonio de Colegialidad Episcopal que gracias a Dios abundan en nuestro continente, constituyen una rica aportación a la vida de la Iglesia universal. Invitó al Magisterio Episcopal de Centro América a proclamar con sencillez y fervor, el mensaje de salvación, porque el único camino de la verdadera liberación, es vivir las bienaventuranzas del Evangelio, como una utopía y decir que Cristo no tuvo capacidad para ofrecer el verdadero fermento de la transformación humana y social.
3 Después del retiro, un ambiente de oración, ha quedado flotando sobre las jornadas de estudio. La «actitud contemplativa» que Monseñor Pironio describió como la más necesaria, para los cristianos de América, sigue alimentándose aquí, gracias a la adoración eucarística, perpetua en la capilla, adyacente al salón de conferencias, donde la comunidad contemplativa de las Religiosas de la Cruz, permanecen día y noche orando y preparan y cantan la liturgia de las concelebraciones y de las horas.
Expertos y Areas de Estudio
Dos expertos de «dinámica de diálogo», un misionero del Espíritu Santo y un Jesuita, asesoraron la primera área de trabajo, orientada a integrar a todos los participantes en una verdadera comunidad fraternal. El resultado ha sido maravilloso, porque un ambiente de fraternidad y familia reina en la Posada de Belén.
A la hora de mandar esta crónica, estamos trabajando, en la segunda área del mes, destinada a la Antropología centroamericana. El equipo asesor, lo forman dos profesores universitarios de Argentina y Colombia, Dr. Enrique Dusel y el Dr. Requensens y el Jesuita Padre Bigaud. Los dos seglares son ejemplares cristianos de profunda fe.
Pero aunque este enriquecimiento intelectual es un verdadero regalo de Dios a la Jerarquía centroamericana, sentimos que lo más rico de estos días, es la convivencia fraterna de tantos Obispos que, como los primeros del cristianismo, están destacándose por la sencillez, el respeto mutuo y el amor.