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Número 30918 – Pág. 1 – TENTACIÓN DEL NUEVO CRISTIANISMO

Antropocentrismo
Por Monseñor Oscar A. Romero

El Antropocentrismo, la intramundanidad, un Evangelio de matriz marxista, una nueva eclesiología, la fe en un Cristo revolucionario…son las 5 características del cristianismo nuevo, que descubre y refuta el editorial de «La Civiltá Católica», el 16 de Marzo y que aquí estamos reproduciendo por partes.
En primer lugar, señalaremos su Antropocentrismo. Los nuevos cristianos ponen en el centro de la vida religiosa, no a Dios, sino al hombre y concentran en el hombre toda su atención y todo su interés. No niegan a Dios pero solo lo ven en El hombre y en función del hombre. Dios no es amado y servido en sí mismo y por sí mismo, sino que el servicio y el amor de Dios se reduce al amor y servicio al hombre. El Primer Mandamiento de «Ama a Dios con todo tu corazón y con todas tus fuerzas» Se reduce al Segundo Mandamiento: «Ama al Prójimo», dejando este mandamiento de ser el segundo para convertirse en el primero y único mandamiento. El primado de Dios, es sustituido por el primado del hombre.
Dios existe, pero existe en el hombre (lo que trae como consecuencia, para algunos, que Dios es el hombre). Por lo tanto el amor al prójimo no es solamente como enseñaba San Juan la «señal del auténtico amor a Dios, sino que es todo el cristianismo». Por lo tanto el verdadero cristiano no es el que ama a Dios con todo el corazón y por amar a Dios ama a los hermanos y se sacrifica por ellos, sino que el verdadero cristiano, es el que se compromete en la historia por el amor a los hombres, que son el verdadero y único rostro de dios.
Consecuentemente la oración más eficaz y más verdadera es, no la que consisten en retirarse para buscar a Dios en la soledad, sino el compromiso en la historia, al servicio del prójimo. La oración tradicional es considerada como una fuga del compromiso mundano y como un riesgo de replegamiento estéril sobre sí mismo y sus propios y pequeños problemas espirituales.
En la segunda parte, el artículo examina cada una de esas características del nuevo cristianismo y reconoce que afirmando exigencias justas, quizá un poco descuidadas en el pasado. Se oscurecen o se niegan puntos esenciales de la fe cristiana. Y refiriéndose a su Antropocentrismo, refuta:

En lo que se refiere a su Antropocentrismo, la justa exigencia de poner el acento sobre la caridad y sobre el servicio del hombre, se lleva tan a fondo, que prácticamente Dios queda eliminado de la escena, o reducido del hombre. De este modo el cristianismo se convierte, en una «religión del hombre» que, aún conservando el nombre de Dios, es sustancialmente atea. Resulta una «religión del segundo mandamiento». Ahora bien, esta reducción está en radical contraste con el Evangelio que proclama el primado de Dios y el amor de Dios, y que ve en Dios el manantial y la causa del amor al hombre y del servicio al hombre. El hombre es digno de amor porque Dios lo ama y lo ha hecho su hijo. El pobre deber ser honrado y servido de manera especial, porque Dios lo ama particularmente y en la persona de Jesús se ha puesto a su servicio; más aún, ha tomado su rostro. Sin el amor a Dios, el amor «cristiano» al hombre, no tendría sentido.
5 de Octubre de 1974Número 30919 – Págs. 1 y 4 – TENTACIÓN DEL NUEVO CRISTIANISMO

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